En el Especial 100 de IM Farmacias conversamos con Rosa María Valls, directora de Pierre Fabre Academy & Comunicación. ¿Cómo ha cambiado su empresa desde que nació IM Farmacias? En este periodo Pierre Fabre ha combinado la investigación farmacéutica y la investigación dermocosmética, creando puentes originales entre estas dos actividades complementarias. ...
En el Especial 100 de IM Farmacias conversamos con Rosa María Valls, directora de Pierre Fabre Academy & Comunicación.
¿Cómo ha cambiado su empresa desde que nació IM Farmacias?
En este periodo Pierre Fabre ha combinado la investigación farmacéutica y la investigación dermocosmética, creando puentes originales entre estas dos actividades complementarias. Con los años se han desarrollado muchos conocimientos transversales, incluida la investigación de plantas, el control de ingredientes activos naturales y la dermatología, desarrollando soluciones innovadoras que han contribuido al bienestar de la población desde la salud, con el lanzamiento de fármacos oncológicos, hasta la belleza.
¿Qué expectativas de futuro tienen?
Para nosotros el I+D+i es fundamental, tanto desde el punto de vista del desarrollo de principios activos innovadores y patentados, como de fórmulas galénicas y métodos de fabricación. Minimizar al máximo el impacto medioambiental, a nivel de reducción de emisiones de CO₂, aumento de la biodegradabilidad de los productos, reducción del peso de los envases, es también, una prioridad en la que estamos trabajando desde hace muchos años.
En estos momentos, a través de programas de Responsabilidad Social Corporativa, y de la Fundación, Pierre Fabre contribuye con 16 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para 2030. Estos objetivos son un llamamiento mundial de las Naciones Unidas para erradicar la pobreza, proteger el planeta y hacer que la población mundial viva en paz y prosperidad.
¿Quiere añadir algún tema?
El 86% del capital de Pierre Fabre pertenece a una Fundación cuyo único objetivo es permitir que la población de países en vías de desarrollo, así como países en crisis humanitarias, tengan acceso a cuidados médicos y a medicamentos. En estos momentos colaboramos en 32 proyectos de 16 países del sudeste asiático y África en cinco ámbitos:
- Construcción y renovación de facultades de farmacia, programas de formación de formadores y becas de estudio, así como escuelas de matronas.
- Lucha contra la drepanocitosis, primera enfermedad genética del mundo que afecta particularmente a los países africanos, donde nacen cada año más de 300.000 niños con dicha enfermedad de los cuales el 50% no llegan a superar los 5 años de edad. La Fundación es el primer actor mundial contra esta enfermedad, desarrollando estructuras mé- dicas y programas de diagnóstico, de tratamiento, de formación al per- sonal sanitario con una importante inversión en investigación clínica
- Acceso a atención sanitaria en países con problemas económicos o crisis humanitarias. Por ejemplo, en el Líbano, donde desde 2016 existe una unidad móvil sanitaria que atiende a refugiados sirios. En República Democrática del Congo se da apoyo desde hace cuatro años al proyecto del Dr. Denis Mukwégé de ayuda integral a víctimas de violencia sexual, proyecto por el que le fue concedido el Premio Nobel de la Paz en 2018.
- Con una prevalencia del 30%, las enfermedades de la piel constituyen un problema de salud pública muy importante. Por la falta de especialistas, la teledermatología ha permitido el diagnóstico y tratamiento a la población afectada. Además, se han desarrollado programas de prevención y tratamiento de cánceres de piel para personas albinas, enfermedad muy estigmatizada en los países africanos
- Soluciones de e-salud electrónica para superar ciertas barreras económicas, geográficas y sociales para el acceso a la atención, así como a la escasez de personal médico.
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