El déficit crónico en la financiación puede llevar al sistema sanitario catalán a una situación crítica

El estudio ‘La enfermedad de la sanidad catalana: financiación y gobernanza’, elaborado por los economistas Guillem López-Casasnovas y Marc Casanova, por el Cercle de Salut, pone de manifiesto una infrafinanciación de hasta el 40% a la luz de lo que se observa en la mayoría de los países de nuestro entorno.

30/01/2020

El presupuesto de gasto sanitario público en Cataluña debería incrementarse en más de 5.000 millones de euros al año para equipararse al de países con un sistema de salud comparable, según el Producto Interior Bruto (PIB) en términos reales y el grado de envejecimiento de la población. Es una de las ...

El presupuesto de gasto sanitario público en Cataluña debería incrementarse en más de 5.000 millones de euros al año para equipararse al de países con un sistema de salud comparable, según el Producto Interior Bruto (PIB) en términos reales y el grado de envejecimiento de la población.

Es una de las conclusiones del estudio `La enfermedad de la sanidad catalana: financiación y gobernanza´, editado por el Cercle de Salut y elaborado por el catedrático de economía de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y director del Grupo de Investigación en Economía de la Salud (CRES-UPF), Guillem López-Casasnovas, y el investigador del CRES Marc Casanova.

En la presentación del estudio este jueves en Barcelona se ha alertado de que el déficit crónico en la financiación puede llevar al sistema sanitario catalán a una situación crítica e insostenible. "Es una enfermedad crónica que puede convertirse en aguda y luego en crónica, si no se pone remedio al problema financiero que atraviesa", ha expresado el presidente del Cercle de Salut, Lluís Bohigas.

Por su parte, el economista Guillem López-Casasnovas ha dado datos que responden a esta preocupación. Por ejemplo que en 2016, Catalunya dedicó a la sanidad pública el 5,3% de su PIB. Si bien ese mismo año, los países de la OCDE con sanidad universal destinaron, a esta partida, hasta el 6,81% de media. "Sobre una población catalana que supera los 7,4 millones de habitantes y teniendo en cuenta el envejecimiento relativo y los ajustes correspondientes, cualquier intento de equiparar el gasto en sanidad pública en Cataluña a estas medias debería suponer un incremento de recursos sanitarios públicos de alrededor de 5.000 millones de euros sobre el presupuesto actual".

El economista ha sido muy claro y ha respondido que estamos pagando impuestos de un país de primera, pero parece que tenemos un sistema sanitario de segundo o que no se corresponde con ello. Cree que, con los datos en la mano, los recursos que recibe Cataluña "no se equiparan a su PIB si no a su población, y esto es un problema que al final recae en el bolsillo del usuario".

Aunque queremos semejarnos a los países nórdicos, la realidad es que Cataluña se sitúa ligeramente por encima de Grecia (5,19% del PIB destinado a sanidad), pero muy lejos de Dinamarca (10,35%) y de Finlandia (9,48%), que son los países que encabezan la tabla. España dedica, en su conjunto, el 6,39%. "Esto se explica por el sistema de financiación autonómica, que castiga a las comunidades autónomas con un PIB más alto y un nivel competencial más desarrollado", ha destacado López-Casasnovas.

Dentro del contexto español, Cataluña se sitúa en la media en términos per cápita (1.388 euros/año) cuando la media son 1.370 euros/año y está por debajo en término del PIB, (4,65 cuando la media es un 5,5%). Según el estudio, si Cataluña tuviese el mismo sistema de financiación que el País Vasco, el presupuesto anual para la sanidad sería de unos 2.500 millones más, es decir, un 23% más que el presupuesto de 2019.

Desde una visión internacional, se ha explicado que los países que se encuentran en un sistema de salud público y funcionamiento similar al de Cataluña dedican el 7,59% del PIB, viéndose que el gasto sanitario público en la comunidad es muy inferior a este, y por esto el presupuesto destinado debería moverse en cifras de entre 4.600 y 6000 millones de euros más para estar en línea con países similares.

Olga Pané, vicepresidenta del Cercle de Salut, ha hablado de pérdida de capacidad de adaptación y esto hace que el sistema chirríe. "La diversidad de proveedores ha generado traslación de responsabilidades que se va atenuando, pero que aportan mejora en la gestión".

Los profesionales concluyen que en el actual marco autonómico, la perspectiva es negativa y está abocada a la dualidad (sistema público y privado), y se cuestiona a la sanidad como factor de cohesión social. ¿Qué hay qué hacer? Según los ponentes, el futuro pasa por una financiación con autonomía de ingresos, capacidad tributaria propia y soberanía fiscal.

FOTO PRINCIPAL. De izda. a dcha.: Olga Pané, Lluís Bohigas y Guillem López-Casanovas.

Autor: IM Farmacias
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