El 75 % de los farmacéuticos comunitarios de las Islas Baleares ha atendido a pacientes con síntomas compatibles con el Covid-19. Este es uno de los datos más contundentes de la encuesta llevada a cabo del 13 al 24 de abril por la delegación en Illes Baleares de la Sociedad ...
El 75 % de los farmacéuticos comunitarios de las Islas Baleares ha atendido a pacientes con síntomas compatibles con el Covid-19. Este es uno de los datos más contundentes de la encuesta llevada a cabo del 13 al 24 de abril por la delegación en Illes Baleares de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), y en la que han participado un total de 256 farmacéuticos comunitarios. De media, farmacéuticos participantes han resuelto en una jornada laboral 15 consultas relacionadas con la patología provocada por el SARS-CoV-2, 60 consultas sobre medidas de prevención (uso de mascarillas y geles hidroalcohólicos o supervivencia del SARS-CoV-2 en distintas superficies) y casi 20 consultas sobre otros aspectos ligados a la enfermedad (periodo de contagio, aparición de síntomas o infección por parte de animales domésticos).
Durante el periodo analizado, se han incrementado de forma notable las consultas sobre síntomas comúnmente asociados a el Covid-19, principalmente tos, dolor de garganta y dudas sobre resfriado/gripe. La gran mayoría de profesionales ha visto también cómo se ha incrementado la ansiedad e insomnio de la población durante la pandemia, debido a la situación de confinamiento y la incertidumbre sobre la evolución del virus. Un 88,7 % de los farmacéuticos reporta un aumento de estas consultas. También destaca el aumento de las consultas sobre defensas/sistema inmune.
Rosa Llull, presidenta de SEFAC Illes Baleares, señala que los resultados de la encuesta demuestran que "los farmacéuticos comunitarios son profesionales que han estado y están en primera línea en la lucha contra la enfermedad y que su labor es esencial para mejorar la atención sanitaria de la población en estos momentos".
La progresión de la pandemia –un 4,7 % de los encuestados reconoce que el personal de la farmacia donde trabaja, se ha visto afectado por el virus- ha obligado a las farmacias a dotarse de medios materiales para incrementar la protección de sus trabajadores. Las medidas de seguridad más utilizadas han sido las mamparas (91,4 %), uso de geles hidroalcohólicos (96,1 %) y guantes (88,3 %). Aproximadamente la mitad de los encuestados (53,5 %) utilizaba mascarillas FFP2/FFP3 en su trabajo en el momento de la encuesta; un 34 % utilizaba mascarillas quirúrgicas y un 14,5 % empleaba tela o materiales caseros. En cuanto a la modificación de las condiciones y organización de trabajo, el 30,1 % de las farmacias ha mantenido horario y turnos de trabajo, mientras que el resto optaron por crear dos equipos independientes de trabajadores.
La pandemia también ha llevado a que las farmacias recurran a cambios organizacionales para seguir ofreciendo los mismos servicios a la población en casos de posible contagio. El 35,9 % de los farmacéuticos manifestó que realizaba seguimiento de los pacientes por vía telefónica o telemática, y el 66,8 % realizaba atención domiciliaria a pacientes que viven solos o en situación de vulnerabilidad. En la mayoría de los casos (62,1 %) era el propio farmacéutico el que había entregado los medicamentos, aunque también se recurrió a la Cruz Roja, servicios sociales o incluso entidades o vecinos. Según Llull, "estos datos reflejan también que, a pesar de que ha faltado un respaldo mayor de la Administración, los farmacéuticos han sabido adaptarse a las circunstancias para seguir dando la mejor atención posible a los pacientes".