"En situaciones como la actual, los farmacéuticos seguimos en primera línea, al pie del cañón"

Nos encontramos ante una de las grandes crisis sanitarias mundia­les, que está poniendo a prueba al conjunto del Sistema Nacional de Salud y va a marcar un antes y un después en la salud pública en España.

Hablamos al respecto con Luis González Díez, presidente del COF Madrid. "En primer lugar, me gustaría agradecer el enorme es­fuerzo que están haciendo todos los compa­ñeros para atender con profesionalidad las demandas ciudadanas. La farmacia, como parte activa de este sistema, está jugando un papel muy importante a la hora de informar, prevenir y también detectar casos sospechosos. Los ciudadanos pueden confiar en sus farma­céuticos y estar seguros de que no vamos a cerrar. Estaremos abiertos para atender todas las necesidades. Las autoridades sanitarias saben que cuentan con los farmacéuticos. Aprovecho para pedir que se flexibilice a los pacientes crónicos, sobre todo, el acceso a sus medicamentos a través de la receta electrónica. Es necesario insistir en el mensaje de tranqui­lidad a la población, pedir que se cumplan a rajatabla las recomendaciones sanitarias y evitar comportamientos que puedan poner en riesgo a otras personas".

Adaptación

La farmacia, como cualquier pequeña empre­sa en estos tiempos, está obligada a hacer un esfuerzo continuo para adaptarse a nuevas tecnologías y procesos que le permitan ser más eficiente y resolutiva. "De eso sabemos mucho en la farmacia española que, en los úl­timos años, ha dado un gran paso tecnológico con la implantación de la receta electrónica y su interoperabilidad, y con sus propios medios, en un contexto económico muy difícil. Obviamente, nos queda mucho para aprovechar todo el potencial de la transforma­ción digital para facilitar al máximo no solo los trámites relacionados con nuestra actividad o con nuestros proveedores, sino también para responder con garantías al enorme desafío que supone la entrada de nuevos operadores en el canal de la distribución y el reto de competir en un terreno como Internet".

Dentro de esta evolución es fundamental volcarse también en la farmacia asistencial. Desde el COF Madrid están proponiendo y de­sarrollando todos aquellos servicios farmacéuticos que respondan a necesidades reales de los ciudadanos y les ofrezcan soluciones en el caso de la adherencia o el seguimiento. También les interesa el camino abierto por otros colegios en los servicios de prevención y diagnóstico precoz de enfermedades. "Es algo que queremos impulsar, así como ofrecer respuestas a demandas de la población mayor, como la atención farmacéutica domiciliaria. Todo ello se planteó en el proyecto de Ley y debe volver a hacerse en la futura Ley de Farmacia de la Comunidad de Madrid. Trabajaremos para que así sea", afirma.

Asistencial

El COF Madrid y la Consejería de Sanidad dieron un paso importante con la firma del Convenio de Colaboración de 2016, para poner en marcha servicios de información, prevención de la enfermedad y promoción de la salud. Desde entonces, están desarrollando dis­tintas campañas de información dirigidas a la población en general y a grupos específicos con consejos, recomendaciones y pautas concretas de actuación. Tal y como afirma el presidente, "es lo que estamos haciendo también en la crisis del coronavirus. Somos agentes sanitarios comprometidos al máximo con la salud de los ciudadanos y al servicio del sistema de salud. Así lo llevamos demostrando desde hace muchos años. Además, vamos a poner en marcha un proyecto piloto de indicación farmacéutica en síntomas menores para medir y valorar el impacto de la actuación profesional en este ámbito. En situaciones como la actual, cuando se recomienda no acudir a los centros de salud o se pide a los mayores que permanezcan en su domicilio, los farmacéuticos seguimos en primera línea, al pie del cañón".

Para Díez, el único camino para que la Administración se decida a remunerar los servicios es el de reconocer los resultados en salud que ofrecen, valorar su impacto económico y remunerar, de forma justa, el tiempo dedicado por el profesional a ponerlos en marcha. "Es la vía que abrimos ya en el proyecto de Ley de Farmacia frustrado en la anterior legislatura, con modelos como la atención farmacéutica domiciliaria que pretendemos seguir promoviendo en Madrid porque responde a necesidades sociales. Lo estamos viendo ahora con la actual crisis del coronavirus, donde se ha pedido a los mayores que no salgan de sus domicilios. Pero lo que no puede ser es que, mientras estamos trabajando en esta dirección, sigamos soportando, al mismo tiempo, una escala de deducciones sobre las ventas de la farmacia desde el año 2000 o una política de recortes continuados de los precios de los medicamentos dispensados en oficina de farmacia". Desde su punto de vista, "la actual política farmacéutica debe revisarse en su conjunto para eliminar gravámenes como el que señalo y remunerar como se merece aquellas actuaciones o servicios profesionales que más valor ofrecen al paciente y al sistema".

Respaldo

Desde el COF Madrid han impulsado una política que genera estabi­lidad y, sobre todo, certidumbre en todo lo relacionado con el pago de las recetas. Una de sus prioridades ha sido, además, reducir el coste de las cuotas colegiales y lo han hecho sin reducir por ello los servicios que ofrecen a sus colegiados. "Además, hemos conseguido de la Administración regional apoyos económicos puntuales para fi­nanciar parte del coste de la VPN colegial, y estamos trabajando en una vía para remunerar las guardias farmacéuticas, sobre todo en el área rural. Son pequeñas ventajas que están contribuyendo a reducir cargas económicas de una farmacia que bastante aguanta ya, sobre todo, por la política farmacéutica, que también ha promovido el desvío de medi­camentos al canal hospitalario, y que debe revisarse con urgencia para ofrecer un marco económico de futuro que permita al sector desarrollar nuevos servicios farmacéuticos y seguir aportando valor a la sanidad y la sociedad españolas", defiende el presidente.

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