"El tratamiento precoz del coronavirus reduciría la mortalidad de una manera muy significativa"

En el marco de Infarma 2020, Bonaventura Clotet repasa varias claves de la investigación contra el covid-19 basada en la estrategia de "test&treat", mientras que Jordi Vila revisa las herramientas de diagnóstico y su evolución a lo largo de la epidemia.

18/06/2020

La infección por el coronavirus SARS-CoV-2 produce, en algunos casos, una reacción inmunitaria exagerada que conduce a una inflamación pulmonar severa que puede ocasionar la muerte. Por ello, una de las claves de la investigación contra el coronavirus se basa en la estrategia de "test&treat", que consiste en diagnosticar la ...

La infección por el coronavirus SARS-CoV-2 produce, en algunos casos, una reacción inmunitaria exagerada que conduce a una inflamación pulmonar severa que puede ocasionar la muerte. Por ello, una de las claves de la investigación contra el coronavirus se basa en la estrategia de "test&treat", que consiste en diagnosticar la infección en etapas muy tempranas y proporcionar un tratamiento efectivo. Uno de los investigadores de mayor nivel en España es Bonaventura Clotet, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol, quien participa en la segunda Jornada Virtual Covid-19, realizadas en el marco de Infarma 2020. El especialista recuerda antes que nada que "desde que una persona se infecta, hasta que desarrolla la enfermedad, pasan entre cuatro y cinco días. Pero lo importante, recalca, "es que dos días antes de que aparezcan los síntomas se está en una fase de eliminación de una cantidad de virus por las secreciones nasales, y esto es lo que puede contaminar a las personas alrededor del infectado".

Cuando estos días previos se pasan se suele desarrollar una sintomatología muy clara. "Cuando hay síntomas, la fiebre, el malestar general y la cefalea son muy importantes. Creo que son los síntomas que la mayoría de las personas infectadas han padecido. Luego hay otra sintomatología más vaga que puede estar desencadenada por otras enfermedades como diarrea o afecciones cutáneas, pero lo que marca que estamos", explica Clotet.

Entrando en materia, el investigador desarrolla la naturaleza del SARS-CoV2. "Esta enfermedad cuando empieza tiene un gran componente viral, y en la segunda fase, a partir del décimo día, aparece la fase inflamatoria, que es cuando hay que utilizar una serie de fármacos que eviten la generación de toda esta inflamación. Pero lo ideal sería que en la fase inicial, cuando la infección acaba de debutar, se inicie una terapia que tiene que ver con el test&treat. Con otro tipo de patologías se esperaría a que fuese más severa para iniciar el tratamiento, pero en una infección vírica hay que empezar el tratamiento, si lo hay, en los primeros momentos de la infección, y para ello hay que disponer de fármacos que nos ayuden, porque luego en la fase inflamatoria el virus tiene poca responsabilidad".

En su opinión, "se han cometido muchos errores por desconocimiento al principio de esta enfermedad, por ejemplo, mandando a casa a personas infectadas por no tener mucha fiebre o mucha tos. Esto es un error que no tiene sentido, aunque tampoco disponíamos de un tratamiento que ofrecer para tratar la enfermedad a tiempo y evitar que derive a una neumonía".

Ese abordaje precoz es fundamental, al menos mientras no haya comercializada una vacuna efectiva, algo que tardará tiempo. En septiembre estará disponible un primer modelo, pero entonces se empezará a comprobar si funciona, la respuesta de las personas que tienen la enfermedad. "Puede suceder que haya un aumento de la enfermedad mediada por la propia vacuna o por la generación de ciertos anticuerpos que aumentan la efectividad. Ya pasó con el dengue, que ciertas vacunas ocasionan el desarrollo de unos anticuerpos, que cuando nos infecta el virus, se genera una neutralización parcial pero acercan mucho más a la célula macrofágica el virus, y ayudan a su penetración en la misma y a desencadenar una serie de síntomas y complicaciones", apunta Clotet. Por eso, en la investigación que lidera, pretenden "desarrollar una vacuna que permita ser pancoronavirus y nos ratifique tener un modelo que evite los próximos brotes de infecciones por coronavirus".

En cualquier caso, al tratarse de una enfermedad de alta infectividad, con mortalidad elevada, es vital iniciar el tratamiento antiviral y antinflamatorio tan tempranamente como sea posible. Además, recomienda el especialista, "debemos seguir mientras tanto con unas normas de mascarilla, distanciamiento e higiene que con esto y con el confinamiento selectivo sea suficiente. Tenemos claro que si el tratamiento puede ser precoz y evitar la fase de la neumonía, estaremos reduciendo la mortalidad de una manera muy significativa y por lo tanto ya no tendremos ese temor al contagio", concluye.

el-tratamiento-precoz-del-coronavirus-reduciria-la-mortalidad-de-unaJordi Vila, jefe del Servicio de Microbiología del Centro de Diagnóstico Biomédico del Hospital Clinic de Barcelona

Pruebas de diagnóstico

Por otro lado, Jordi Vila, jefe del Servicio de Microbiología del Centro de Diagnóstico Biomédico del Hospital Clinic de Barcelona, revisa las herramientas de que disponemos actualmente para hacer un diagnóstico microbiológico del covid-19. Primero de todo, señala el especialista, el test diagnóstico microbiológico debe cumplir con unas características óptimas para que sea efectivo. "El rasgo más importante es que tenga una sensibilidad y una especificad elevada; en segundo lugar, que sea rápido (en minutos mejor que en horas); que tenga una capacidad para procesar un elevado número de muestras a la vez; si puede ser automatizable mucho mejor; y también nuestros gestores nos agradecerían si el test de diagnóstico es barato".

Actualmente, se utilizan tres técnicas para el diagnóstico de la enfermedad. "La RT-PCR y la detección de antígenos virales son de diagnóstico directo, porque lo que hacemos es detectar la presencia del virus en la muestra clínico, y también disponemos de una prueba de diagnóstico indirecto, mediante la detección de anticuerpos frente a SARS-CoV2", explica Vila, cuyo centro fue uno de los primeros en probar masivamente estas pruebas diagnósticas. Otra consideración es que la muestra clínica debe óptima desde su recogida, y que hay diferentes tipos que se pueden utilizar a día de hoy para el diagnóstico del virus. De menor a mayor rentabilidad, están "el frotis faríngeo (32%), el frotis nasofaríngeo (63%), el esputo (72%) y finalmente las muestras de vías respiratorias bajas con un 92%. Todas estas muestras debemos tomarlas con máximas medidas de bioseguridad", insiste.

De todos los métodos, "la RT-PCR sigue siendo a día de hoy el más utilizado para detectar SARS-Cov2, utilizando o bien sistemas integrados cuando necesitamos un diagnóstico rápido (el resultado se obtiene en menos de una hora) o plataformas específicas que nos permiten procesar un gran número de muestras y cuyo resultado lo tenemos entre 4 y 5 horas", desarrolla el especialista. Si que es preciso tener en cuenta, tal y como apostilla, que esta prueba puede dar resultados falsos negativos "por una mala calidad de la muestra, porque la muestra se recogió tarde o muy temprano en la infección, porque no fue manipulada y enviada adecuadamente o por razones técnicas inherentes a la prueba como mutaciones en el gen que se está amplificando o por la inhibición del PCR".

También se han puesto sobre la mesa en estos meses otro tipo de tecnologías, como la detección de antígenos, pero, a día de hoy, "con la sensibilidad que presentan estos test de inmunocromotografía no es asequible para el día de a día del laboratorio", apunta Villa. No obstante, sí que abre la puerta a la detección de anticuerpos, como expone para finalizar. "Esto podría ser un ensayo complementario para el diagnóstico si la sensibilidad el superior al 80% y si el paciente ha sido asintomático durante más de cinco días".

FOTO PRINCIPAL: Bonaventura Clotet, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol.

Autor: IM Farmacias
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