Tiene el título de ser el comercio más antiguo de Madrid. Creada en 1578 por un alquimista veneciano, abasteció a la Casa Real durante décadas. Felipe V le concedió el escudo oficial y el nombre de Reina Madre en alusión a una de sus dos esposas. Hace tres años se ...
Tiene el título de ser el comercio más antiguo de Madrid. Creada en 1578 por un alquimista veneciano, abasteció a la Casa Real durante décadas. Felipe V le concedió el escudo oficial y el nombre de Reina Madre en alusión a una de sus dos esposas. Hace tres años se hicieron cargo de ella José Daniel Jiménez, como su titular, y Emilio Fernández.
Relatan que, debido a la antigüedad e importancia de la farmacia se alargarían demasiado si contasen las mil y una anécdotas de las que les impregnaron los antiguos titulares. Remarcan la importancia de tener como clientes a Miguel de Cervantes en el siglo XVII o a la Reina Isabel de Farnesio en el siglo XVIII. Durante la Guerra Civil sirvió también de vía de escapatoria para algunos presos que escapaban del Palacio Real a través de un túnel que lo une con la farmacia.
Para ellos, encargarse de la Antigua Farmacia de la Reina Madre es "un orgullo como farmacéuticos". Dicen que es como hacerse cargo de "un trozo de historia". "Tenemos la suerte de que la farmacia ha conservado casi todos los elementos a lo largo de la historia, a pesar de llevar abierta más de 400 años y haber soportado un traslado", manifiestan. Se enorgullecen de que sea por eso por lo que está considerada "una de las farmacias con más encanto de Europa y por la que pasan diariamente decenas de grupos de turistas por ella".
Este año, se han enfrentado a un "duro proceso de reforma" que les ha llevado más de seis meses. "Hemos conseguido restaurar todos los elementos que se encontraban un poco deteriorados y así poder exponerlos para que pudiesen ser contemplados por todos los clientes. Hemos aprovechado también el proceso para hacer el local más accesible y amplio para tratar de atender a las exigencias del mercado actual", detallan. Actualmente, se puede observar una de las colecciones más completas y mejor conservadas de albarelos de Ruiz de Luna al igual que unos azulejos cerámicos con los que decoró parte de la farmacia. Además, han ampliado el horario a 12 horas los 365 días del año y aumentado la plantilla a ocho personas.
La reforma fue un trabajo "largo y bastante tedioso". La mayoría de la farmacia está protegida por Patrimonio, por lo que hubo que realizar un proyecto en el que tuvieron que llevar especial cuidado con todas las partes antiguas de la farmacia y a la vez lograr una combinación con los elementos nuevos que no eclipsasen a los anteriores. Después de meses en conversaciones con Patrimonio a través de su estudio de arquitectos, lograron la autorización para realizar la reforma. Ahí empezó la búsqueda de las empresas más adecuadas para la realización de la misma. Por ejemplo, unos expertos ebanistas se encargaron de la restauración de todas las maderas de la farmacia, incluyendo los mostradores antiguos.
Rapidez y efectividad
A pesar de mantener todos los elementos antiguos de la farmacia, han adaptado toda la zona de exposición para que los clientes puedan acceder al mayor número de productos posible, dotándolos de un sistema de iluminación, instalado por la empresa experta Luz & Ambiente, que les da una mayor visualización. Asimismo, han adaptado una sala del sótano para la instalación de un robot, que les ha facilitado en gran medida las labores de dispensación.
Precisamente, describen que el montaje y ubicación del robot fue una de las partes más complicadas de cuadrar. "Teníamos claro que al ubicarlo en el sótano ganaríamos un espacio fundamental en la planta principal, ya que dispondríamos de los 70 metros completos de esta planta para la atención al público y exposición, lo cual, teniendo en cuenta además la ubicación de la farmacia en una de las calles más importantes de Madrid como es la calle Mayor, era algo fundamental", explican. Finalmente, tras valorar distintas opciones, se inclinaron por el robot Vmax de BD Rowa, cuyo proyecto era el que "mejor encajaba" en la idea de cómo querían que quedase la farmacia.
Piensan que no se han equivocado. El sistema está formado por el robot, dos ascensores y cuatro cintas transportadoras que dan servicio a todos los mostradores, quedando todo oculto tras falsas paredes y el techo.
A su parecer, las ventajas de disponer de este robot son varias. Destacan la rapidez y efectividad en la dispensación y la mejora en el trato con el paciente, "ya que se le presta mucha más atención pudiendo solucionar todas las dudas y aconsejarle mientras llega su medicación". Evidentemente, "la venta cruzada ha aumentado" por lo que conlleva el robot, la reforma y la cercanía y visibilidad de todos los productos.
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