Tendemos a prestar poca atención a las dos puertas de entrada de las vías respiratorias: nariz y boca

Actuar preventivamente en las vías respiratorias altas puede mejorar el estado de salud de todo el tracto respiratorio, según el concepto 'One airway, one disease'.

Estado: Esperando

08/07/2020

Las vías respiratorias y el sistema inmunitario pueden estar sometidos a duras pruebas en cualquier estación del año. No solo en el invierno. De hecho, su equilibrio puede alterarse a causa de fluctuaciones de temperatura bruscas debidos al cambio de estación, al aire acondicionado, a una calefacción excesiva y ...

Las vías respiratorias y el sistema inmunitario pueden estar sometidos a duras pruebas en cualquier estación del año. No solo en el invierno. De hecho, su equilibrio puede alterarse a causa de fluctuaciones de temperatura bruscas debidos al cambio de estación, al aire acondicionado, a una calefacción excesiva y a la estancia prolongada en ambientes cerrados y concurridos.

Durante el período de pandemia por SARS-CoV-2, se ha acentuado de un modo especial la atención a un buen «estado de salud» del sistema respiratorio y de las defensas inmunitarias y será todavía mayor en los próximos meses, en los que se deberá convivir con un enemigo del que se tiene tan poco conocimiento todavía.

Precisamente, por este motivo es necesario poner una mayor atención en la prevención personal, profilaxis que se debería mantener siempre frente a todos los virus gripales para limitar el riesgo de contagio.

Actualmente, se sabe que la gripe es una de las enfermedades infecciosas más frecuentes y también que se transmite a través de las gotículas de saliva que se emiten cuando se tose, se estornuda al hablar. Es exactamente allí donde se esconde el virus de la gripe, que tiende a quedarse en las células superficiales de la mucosa de las vías respiratorias altas, como son la nariz, laringe, faringe y tráquea, y donde se multiplica y provoca pequeñas lesiones. En general, una persona se restablece en 7-10 días de una gripe normal, el tiempo necesario para que las defensas del organismo logren eliminar el virus. Sin embargo, en los casos más graves se pueden presentar complicaciones y derivar en una pulmonía posgripal, una inflamación del parénquima (tejido) pulmonar provocada por el mismo virus de la gripe.

Cuando se habla de vías respiratorias, se tiende a prestar poca atención a las dos «puertas» que las ponen en contacto con el ambiente exterior: la boca y la nariz. No obstante, tienen una gran relevancia, dado que funcionan como verdaderas entradas para los agentes externos potencialmente nocivos, como alérgenos, bacterias y virus, e incluso para las partículas presentes en el medioambiente.

De manera que estas dos vías pueden limitar la entrada de los agentes externos, y lo hacen con mecanismos que no podemos considerar banales. La nariz funciona como un auténtico detector del aire. En realidad, tiene la función de analizarlo químicamente para después humidificarlo, calentarlo y purificarlo de forma que llegue a los pulmones en las mejores condiciones posibles. Además, gracias al moco y a los cilios presentes en la mucosa nasal, se detiene el mayor número posible de las partículas extrañas y los microorganismos que quedan atrapados en ella. Los estornudos también favorecen su eliminación para limitar la probabilidad de que entren en el organismo.

Gracias a la saliva y a su componente enzimático (la lisozima), la boca combate igualmente la entrada de microorganismos indeseados.

No hay que olvidar la función de la garganta ya que representa una auténtica encrucijada de sustancias de distinta naturaleza, tanto nutritivas como irritantes. La garganta intenta defenderse de ellas en parte mediante la mucosa faríngea y en parte mediante el «anillo de Waldeyer», un sistema que rodea las cavidades de la garganta y está formado por las amígdalas y las adenoides o vegetaciones.

Un reciente estudio publicado en el European Journal of Allergy and Clinical Immunology revela que el estado de salud de las vías respiratorias altas se refleja en la salud de las vías bajas. En consecuencia, resulta claro que actuar preventivamente en las vías respiratorias altas puede mejorar el estado de salud de todo el tracto respiratorio según el concepto «One airway, one disease».

¿Cómo cuidar las vías respiratorias altas todos los días del año? Se debe actuar preventivamente, de manera continua y observar una correcta higiene diaria de la nariz y de la boca.

En este período, en el que todos estamos retomando una nueva normalidad pospandemia, es muy importante respetar más que nunca las normas de higiene adecuadas: lavarse las manos a menudo, evitar tocarse los ojos y proteger la nariz y la boca con una mascarilla.

Además, podemos acompañar estas buenas prácticas higiénicas con acciones más específicas. Por ejemplo, adoptando la sana costumbre de lavarnos las fosas nasales todas las mañanas para llevar a cabo una acción de limpieza profunda eliminando el exceso de moco y los agentes patógenos, irritantes y alergénicos atrapados en él, como virus, bacterias, humo, contaminación, pólenes y sustancias irritantes. Un reciente estudio indio afirma que la técnica del lavado nasofaríngeo puede ser una buena ayuda para impedir que el virus SARS-CoV-2 se instale y multiplique en la mucosa nasal y en la faríngea.

No obstante, las praxis higiénicas preventivas, deben aplicarse también a la cavidad oral mediante enjuagues y gargarismos para favorecer la eliminación de los agentes irritantes y mejorar así el control del microambiente y la protección de la boca.

Por último, es importante incluir la protección de la mucosa de la garganta con sprays de acción específica para garantizar una prevención a 360 grados.

Durante la emergencia que estamos viviendo, y ante cualquier enfermedad futura, estas buenas y simples costumbres pueden completar, por un lado, las normas higiénicas aconsejadas por las autoridades sanitarias y, por otro, ayudar a gestionar todos los síntomas relacionados con las afecciones de las vías respiratorias altas, como la congestión nasal, la tos y el dolor de garganta.

En general, estas acciones pueden llevarse a cabo con la ayuda de productos naturales eficaces. De hecho, existen productos sanitarios a base de sustancias naturales complejas en forma de colutorios, sprays, comprimidos y jarabes útiles tanto en los adultos como en los niños. Gracias a tecnologías y metodologías de investigación científica muy sofisticadas, como la genómica, la transcriptómica o la proteómica, y a estudios en los ámbitos metabolómico y biomédico, ha quedado

demostrado que existen sistemas de sustancias naturales a base de polisacáridos, flavonoides, resinas y taninos extraídos de plantas como el Aloe vera, la Manzanilla, la Mirra, el Avellano de bruja, la Grindelia, el Llantén, el Helicriso, etc. que ejercen una función de protección y cuidado de las vías respiratorias altas, gracias a su acción fisiológica (no farmacológica).

Por ejemplo, un sistema de sustancias naturales constituido por taninos, flavonoides (de Avellano de bruja y Tomillo) y Sal gema tiene una doble acción descongestionante (acción astringente y osmótica equilibrada) y una acción protectora y regeneradora de la mucosa nasal que favorece su cicatrización.

Se trata, por lo tanto, de un mecanismo de acción diferente de los tratamientos farmacológicos clásicos que se basan en un modelo llave-cerradura, según el cual una única molécula interacciona con un receptor específico. Por ejemplo, como ocurre con los descongestionantes nasales habituales: despejan la nariz, pero reducen el aporte de sangre y nutrientes a la mucosa nasal, obstaculizando la recuperación de la mucosa.

La investigación científica realizada hasta ahora no solo ha demostrado que las sustancias naturales son un recurso para la salud del hombre, sino que también ha evidenciado que no son peligrosas para el medioambiente si se extraen y formulan según el principio del 100 % Natural. En efecto, por el hecho de ser naturales forman parte del ciclo de la vida respetando la primera regla de la naturaleza: la circularidad. Es oportuno tener en cuenta que muchas sustancias de síntesis utilizadas con fines terapéuticos no son biodegradables, por lo que tienden a acumularse en el organismo y en el medioambiente y, en caso de ser tóxicas, pueden provocar daños en la salud de los seres vivos.

Contaminación y vías respiratorias

En la atmósfera hay partículas especialmente dañinas para la salud de las vías respiratorias altas.

Entre ellas, cabe mencionar las «partículas finas», es decir, las de menor diámetro — el denominado Pm 2,5 — emitidas por los medios de transporte, las calderas y las fábricas. Son micropolvos capaces de alcanzar los alveolos pulmonares y de entrar desde allí en el flujo sanguíneo, provocando enfermedades que pueden llegar a ser mortales. No cabe duda de que las patologías más frecuentes relacionadas con la exposición a estas partículas son las que obstruyen el sistema respiratorio.

"Los efectos de la contaminación atmosférica en el sistema respiratorio se conocen desde hace tiempo. De hecho, es el primer blanco de varios contaminantes ambientales, como partículas en suspensión, óxidos de nitrógeno y ozono, que pueden aumentar el riesgo de patologías respiratorias y reducir la eficiencia del sistema inmunitario. Y no solo esto: también pueden reducir el funcionamiento y el desarrollo de los pulmones en los niños, haciendo que estén más sujetos a distintos factores medioambientales en la edad adulta" advierte Maria Grazia Petronio, médico y miembro de la junta nacional de la Asociación de Médicos para el Medioambiente de Italia (ISDE), explicando que, por ejemplo: "las partículas en suspensión provocan varias modificaciones biomoleculares en el árbol respiratorio que originan un estado proinflamatorio y facilitan las infecciones pulmonares".

La higiene de la boca y la nariz en niños

Dra. Vitalia Murgia

Es necesario enseñar las buenas prácticas de higiene oral y nasal a los niños desde los primeros años de vida. Una boca sana, con una flora bacteriana equilibrada, dificulta el desarrollo de las colonias de bacterias y la aparición de caries. A su vez, la higiene de la nariz es importante tanto en las fases más agudas de las enfermedades respiratorias como en caso de estar expuestos a una contaminación intensa o de ser especialmente sensibles a los pólenes, los ácaros del polvo y las sustancias químicas irritantes. Las irrigaciones nasales con solución salina de concentración isotónica, moderadamente hipertónica o hipertónica son útiles siempre, incluso cuando no se está enfermo, una conclusión que se infiere de un estudio (4,5) efectuado en personas sanas que realizaban irrigaciones nasales con una solución salina todos los días. Se observó una menor frecuencia de las infecciones agudas de las vías respiratorias altas y de los síntomas nasales comunes, como congestión y goteo de moco.

Consejos para una correcta higiene oral, ahora más que nunca

El año 2020 ha traído cambios importantes a nuestra vida, en lo que a higiene se refiere: la pandemia debida al virus Sars-CoV-2 ha provocado cambios de hábitos en nuestro día a día: el uso de mascarillas protectoras, gel hidroalcohólico, lavado de manos en profundidad con agua y jabón se han convertido en prácticamente imprescindibles.

Sin embargo, teniendo en cuenta que se apunta a que la transmisión del virus por el aire es probable, hay algunos pasos que podemos seguir para complementar nuestra higiene antes de salir de casa y al volver a ella:

  • Realizar una higiene nasal con spray que combine una eficaz acción descongestionante y una acción protectora de la mucosa nasal. Es importante seguir los siguientes pasos:
  • Aplicar 1 o 2 pulverizaciones por orificio nasal, sonarse delicadamente la nariz y repetir la aplicación. Para favorecer una distribución homogénea del producto es útil hacer un masaje suave en la parte exterior de la nariz, con movimientos longitudinales de abajo a arriba. Antes del primer uso, para eliminar aire del dosificador, presiónelo varias veces fuera de los orificios nasales. Agitar antes de usar.
  • Realizar una higiene bucal con un colutorio para crear una barrera activa sobre la mucosa y puede utilizarse como protección preventiva de la mucosa oral incluso durante períodos prolongados ya que forma una película adhesiva en la zona que limita el contacto con los agentes externos, patógenos o irritantes que contrarrestan el proceso de curación y regeneración tisular natural.
  • Efectuar enjuagues y gargarismos, eliminando así los agentes irritantes y favoreciendo el control del microambiente, la higiene y la protección de la boca.

Autor: IM Farmacias