El acné no es exclusivo de la adolescencia, pero sí predomina entre los más jóvenes. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) estos serían los mejores consejos para combatirlo: 1. Realizar una limpieza diaria correcta de la piel, como norma general no más de dos veces al día (se ...
El acné no es exclusivo de la adolescencia, pero sí predomina entre los más jóvenes. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) estos serían los mejores consejos para combatirlo:
1. Realizar una limpieza diaria correcta de la piel, como norma general no más de dos veces al día (se podría irritar) y con un jabón suave. Secar sin friccionar.
2. El problema que desencadena el acné no es la suciedad, por ello no hay que obsesionarse con la higiene y convertirla a esta en una agresión excesiva
3. No existen remedios milagrosos, ni tratamientos alternativos que superen en eficacia a los que la industria cosmética y farmacéutica comercializan y el dermatólogo prescribe.
4. El tratamiento del acné requiere constancia, pues podrá mantenerse activo meses o años. Durante ese tiempo es preciso mantener unos cuidados generales en todos los casos. Además, en muchos, se deberá recurrir a cremas farmacológicas antiacneicas y en menos habrá que plantearse tratamiento farmacológico con pastillas. En cualquier caso, el acné no controlable es una situación excepcional.
5. No manipular las lesiones de acné es el mejor procedimiento para evitar las marcas. Al apretar los granos podemos transformar una lesión que iba a desaparecer en poco tiempo y sin dejar cicatrices en otra mucho más visible, más duradera y además al curarse dejará como secuela una cicatriz.
6. Utilizar cosméticos libres de aceites o no comedogénicos de marcas reconocidas.
7. Las cremas que se utilizan para tratar el acné pueden irritar la piel. Esto no es motivo de suspender el tratamiento, sino de espaciar su aplicación, cada dos o tres días, y casi siempre la piel de forma progresiva "aprende a" a tolerar estos productos.
8. Aunque la dieta debe ser equilibrada, no hay ningún alimento que haya demostrado empeorar el acné. De cualquier manera, los alimentos que habitualmente se citan, en saber popular, como agravantes del acné, en toda dieta bien estructurada solo deben ingerirse ocasionalmente y en pequeñas cantidades.
9. Acudir al dermatólogo, médico especialista en el tratamiento del acné, que individualizará el tratamiento, seleccionando la crema o las pastillas según el sexo, edad y tipo de acné de cada paciente.
10. Las marcas, en formas de cicatrices o zonas rojas, van a mejorar de manera notable con el paso de tiempo, por lo que muchas veces no es necesario ningún tratamiento para ellas. Cuando no desaparezcan o si queremos acelerar su mejora, disponemos de tratamientos muy eficaces: aunque durante muchos años se han realizado peelings y microdermoabrasiones con resultados aceptables, hoy se tratan sobre todo con láseres.
Cómo afecta el acné en la mujer
No es ningún secreto que tener acné puede generar ansiedad para muchas mujeres causándoles un gran impacto emocional. Para entender más sobre este fenómeno, Neutrogena ha realizado el estudio `Momentos de foco´, donde se recogen declaraciones de más de 4.000 mujeres con una piel propensa al acné, en edades comprendidas entre los 16 y 30 años, de cinco países europeos (Francia, Alemania, España, Reino Unido y Portugal). En concreto, los adjetivos más utilizados para describirse a sí mismas en los días en los que experimentan un brote de acné son "inseguras" (55%), "feas" (53%) o "acomplejadas" (50%). Pero, en estos tiempos que corren, si hay una actividad que estas mujeres intentan evitar, a la que dedican gran parte de su tiempo diario, es, curiosamente, subir fotos a sus redes sociales. Según el estudio de Neutrogena, más de dos tercios de las encuestadas (69%) deciden dejar de postear en redes sociales o postear fotos antiguas, el 50% utiliza al menos un filtro en los selfies para mejorar sus fotos y un 32% (el dato más alto de Europa) reconoce combinar más de un filtro para retocarlas
Sudor: prevenir y actuar
El sudor genera un gran rechazo social, también entre los jóvenes. Y los desodorantes y antitranspirantes les ofrecen la seguridad que buscan. Se identifica a una falta de higiene y aunque en algunos casos no hay duda, el proceso de transpiración es una función natural. Pies aparte, la zona del cuerpo que peor huele a causa del sudor es la axila por las bacterias presentes en la piel de forma natural. Estos microorganismos se alimentan del hierro presente en el sudor, que además las ayuda a reproducirse. De ahí que, a más sudor, mayor olor corporal. Es en este rincón donde existe un entorno cálido, poco ventilado, caliente y húmedo y por ello las bacterias se reproducen con mayor facilidad.
Como medidas de prevención, si el joven busca consejo, destaca una mayor frecuencia de duchas (si no acostumbran a hacerlo a diario), lavarse las axilas diariamente más de una vez, un uso más frecuente de desodorantes (retoques durante el día), un cambio más frecuente de ropa, evitar ciertos tejidos sintéticos o ropas ajustadas que no favorezcan la ventilación en las axilas, o eludir prendas de colores oscuros que puedan dar más calor.
Para leer el artículo completo descarga el PDF adjunto
