Nunca antes se había hablado tanto de las manos, de su correcta higiene y de su papel transmisor de enfermedades. Lavarlas correctamente es un hábito que salva vidas, como se ha demostrado en el caso del coronavirus. Para ello podemos utilizar geles hidroalcohólicos, aunque el método más efectivo sigue siendo ...
Nunca antes se había hablado tanto de las manos, de su correcta higiene y de su papel transmisor de enfermedades. Lavarlas correctamente es un hábito que salva vidas, como se ha demostrado en el caso del coronavirus. Para ello podemos utilizar geles hidroalcohólicos, aunque el método más efectivo sigue siendo el agua y jabón.
Más allá del Covid-19, mantener las manos limpias ayuda a prevenir hasta 200 enfermedades habituales en niños, entre ellas la gripe común, la diarrea o el cólera. Recordemos el paso a paso que ha venido recomendándose para lavar las manos correctamente, lo que nos llevará un tiempo aproximado de 20 a 40 segundos, si queremos hacerlo bien.
• Sacar anillos, reloj y pulseras para poder lavarnos las manos en toda su super cie, hasta las muñecas.
• Mojarlas con agua tibia no muy caliente para que no se resequen.
• Depositar en ellas el jabón en cantidad suficiente. Si es en pastilla enjuagarla después para eliminar gérmenes.
• Friccionar el dorso de una mano con la palma de la otra, entrelazando los dedos. Y repetir con la mano contraria.
• Frotarse las palmas de nuevo.
• Limpiar el reverso de los dedos con la palma de la otra mano.
• Lavarse los pulgares, cogiendo el de una mano con la palma de la otra, y viceversa.
• Lavar la punta de los dedos en la palma de la mano contraria, para depositar el jabón en las uñas y arrastrar los gérmenes. Repetir la operación con la otra mano.
• Aclararse muy bien las manos con agua desde la punta de los dedos hacia las muñecas.
• Secarlas con un papel de un solo uso.
• Cerrar el grifo con el codo o papel, pero no volver a tocarlo con las manos limpias.
La hidratación adquiere mayor importancia
"Al lavarnos tanto las manos, ya sea con geles o con agua y jabón, pueden eliminarse los aceites naturales de la piel y dejarlas deshidratradas", nos recuerdan los expertos de Esdor. Para reparar esta piel seca y en especial si está deteriorada, aplicaremos cremas "barrera" ricas en activos como la glicerina, alantoína, vitaminas A y E de acción protectora, nutritiva, e hidratante. Aplicarlas bien también lleva su tiempo si queremos que el producto penetre y cumpla su función. Para ello extenderemos el producto con masajes en cada dedo desde la base hasta la uña realizando un buen masaje por el dorso, palma y dedo a dedo. Durante el día protegerlas con guantes de goma en las tareas domésticas, y evitar que estén en contacto con la humedad y el frío. Un truco para aportarles un plus de hidratación es aplicar generosamente crema de manos antes de irnos a la cama y, mejor aún cubrirlas con unos guantes de lana o algodón. Si los dejamos puestos toda la noche el efecto del calor hará que la hidratación sea mucho mayor.
Protección solar: piel sana y sin manchas
La aparición de manchas en las manos es uno de los signos más evidentes del envejecimiento. No obstante, se manifiesta cada vez más en personas jóvenes debido a un fotoenvejecimiento prematuro por la acción del sol.
Como sabemos, las manchas son alteraciones en la pigmentación de la piel. Cuando la fabricación de melanina es progresiva y homogénea hablamos de bronceado, pero cuando estos pigmentos cutáneos se distribuyen o se sintetizan anormalmente aparecen las manchas. Estas anomalías pueden estar provocadas por el paso del tiempo, por alteraciones hormonales, por el uso de determinados fármacos o cosméticos o por factores hereditarios, pero principalmente por una sobreexposición a los rayos UV.
Tal y como nos recuerdan los expertos de Eucerin, "la medida más significativa que puede adoptar para prevenir la formación de léntigos es la protección solar.‑Es importante recordar que los rayos de sol afectan a la piel incluso en los días nublados, de modo que debe proporcionar a la piel la protección diaria que necesite. Asimismo, limitar el tiempo que pasamos al sol ayudará a reducir la formación de manchas relacionadas con la edad (léntigos solares o seniles). Cuando nos expongamos al sol, reaplicaremos la crema protectora con regularidad".
El ejercicio que las fortalece y flexibiliza
La excelente estructura de las manos, compuesta por 27 huesos, 33 músculos y 15 articulaciones hace que éstas sean fuertes y muy ágiles. Para mantener su agilidad basta con unos sencillos ejercicios.
Extender todos los dedos de la mano lo máximo posible. A continuación, doblarlos uno tras otro hacia la palma, intentando no mover los otros dedos al mismo tiempo.
Comenzar con el pulgar y continuar hasta el meñique y volver hacia el pulgar. Hacer este ejercicio diez veces con cada mano y luego diez veces con las dos manos al mismo tiempo.
• Aprender a relajarlas. Para aquellos que sufren demasiada tensión: coger los dedos de una mano y estirarlos juntos suavemente hacia atrás. Hacer lo mismo con el pulgar. Mantener el estiramiento y contar despacio hasta diez, el tiempo que necesitan los músculos para detectar la estimulación y reaccionar. Repetir este ejercicio diez veces.
• Relajar y aliviar las molestias de las manos agarrotadas. Cerrar ambas manos en un puño y extender lentamente los dedos, separándolos lo más posible. Repetir este ejercicio diez veces. Hay que notar que la mano se extiende cada vez más con cada repetición.
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