El tema altamente sensible de la escasez de medicamentos no es reciente. El aumento exponencial de la demanda mundial provocado por la crisis de salud del covid-19 simplemente ha servido para resaltar el problema recurrente de la escasez de medicamentos y equipos médicos en Europa, una situación con la que ...
El tema altamente sensible de la escasez de medicamentos no es reciente. El aumento exponencial de la demanda mundial provocado por la crisis de salud del covid-19 simplemente ha servido para resaltar el problema recurrente de la escasez de medicamentos y equipos médicos en Europa, una situación con la que los trabajadores de la salud y algunos pacientes particularmente vulnerables están muy familiarizados. Conscientes de esta situación, el Comité de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo ha aprobado el borrador de un Informe sobre el desabastecimiento de los medicamentos para plantear una posible gestión de este problema.
El documento manifiesta la creciente dependencia de la UE de terceros países como China e India, sobre todo a raíz de la crisis del coronavirus. Según la EMA, el 40% de los productos finales medicinales comercializados en la UE se originan en terceros países, mientras que el 80% de los ingredientes farmacéuticos activos se producen en China e India. Por eso, "la salud pública se ha convertido en un arma geoestratégica que puede poner de rodillas a un continente. Nuestra pérdida de soberanía quedó en claro relieve con el inicio de la pandemia actual. Si bien la asistencia sanitaria es un asunto de los Estados miembros, de conformidad con el artículo 168 del TFUE, corresponde a la Unión Europea coordinar y complementar las medidas nacionales en un intento por garantizar servicios de salud de alta calidad para los ciudadanos europeos, protegerlos de las amenazas a su salud, mejorar las medidas de vigilancia y niveles de preparación para epidemias y bioterrorismo y fortalecer la capacidad para enfrentar nuevos desafíos de salud, como el cambio climático".
En este sentido, expone el texto, la respuesta europea a la escasez de medicamentos debe basarse en tres pilares: "un retorno a la soberanía de la salud, asegurando los suministros, intensificando la acción europea para coordinar y complementar mejor las políticas de salud de los Estados miembros, y mejorar la cooperación entre ellos; regresar a la soberanía de la salud a través de una integración europea más estrecha".
Con este objetivo en mente, se deben tomar "medidas para fomentar las actividades de reubicación y la autorización de ayuda estatal (concesiones fiscales y financiación), con el fin de alentar a las empresas a operar en Europa, desde la fabricación de compuestos hasta el embalaje y etapas de distribución, con las ubicaciones precisas de los posibles sitios de producción en la Unión Europea que se trazarán". También es necesario, "hacer de la seguridad del suministro un criterio prioritario en los procedimientos de licitación con la Comisión". Al mismo tiempo, el PE plantea la creación de una o más empresas farmacéuticas europeas sin fines de lucro capaces de producir ciertos medicamentos de importancia estratégica para la atención médica en emergencias.
Asimismo, resulta prioritario convertir a Europa en un líder mundial en desarrollo de tratamientos innovadores. "Los programas de investigación europeos se encuentran entre los mejores del mundo y deben recibir un mayor apoyo de la Unión Europea, en términos de financiación y coordinación, puesta en común de resultados y acceso a información esencial. Los programas de investigación europeos para el desarrollo de tratamientos y vacunas de covid-19 son un ejemplo de lo que la Unión Europea tendrá que hacer en el futuro, es decir, llevar a cabo más investigación conjunta, cubriendo una gama más amplia de sectores. La Unión Europea cuenta con las herramientas, la infraestructura y los investigadores necesarios para liderar la investigación médica y la innovación para el desarrollo de tratamientos y equipos médicos", expone.
Sobre las políticas sanitarias, coordinadas y complementarias entre los estados miembros, el PE apunta a "anticipar las dificultades y las crisis en el sector de la salud mediante la creación de una reserva europea de medicamentos de importancia estratégica para la atención de la salud".
