Salvador Coll comienza la entrevista agradeciendo la labor realizada por los profesionales farmacéuticos en tiempos de pandemia. "Hemos demostrado desde que empezó esta emergencia sanitaria un encomiable nivel de profesionalidad, entrega incondicional y compromiso vocacional sin contar (muchas veces) con el equipamiento y los medios materiales adecuados". Cierto es. Junto a ...
Salvador Coll comienza la entrevista agradeciendo la labor realizada por los profesionales farmacéuticos en tiempos de pandemia. "Hemos demostrado desde que empezó esta emergencia sanitaria un encomiable nivel de profesionalidad, entrega incondicional y compromiso vocacional sin contar (muchas veces) con el equipamiento y los medios materiales adecuados".
Cierto es. Junto a ello, además, se ha potenciado la colaboración con entidades colegiales, medios de comunicación y, en general, con la ciudadanía en su totalidad. "Gracias a la eficacia resolutiva de cada uno de nosotros hemos sido capaces de gestionar nuestras carencias, aportando de nuestro bolsillo todo lo necesario para garantizar la seguridad, eficacia y atención farmacéutica exigida por la situación".
Una labor, en palabras de Salvador, que evidencia el valor trascendental de la salud, del concepto de paciente y de la necesidad de fortalecer el sistema sanitario español. Pero conozcamos mejor a este amante de su profesión: "Mi labor vocacional como farmacéutico se sustenta en dos pilares esenciales: la figura de mi padre, Salvador Coll Cardona, farmacéutico ejemplar con valores intrínsecos de entrega total a su profesión sin condicionantes; y la tradición de mi abuelo materno".
La herencia familiar se remonta pues a 1962, cuando su padre inauguró la oficina de farmacia en el marinero barrio de la Malvarrosa de Valencia. Desde entonces, Salvador ejerce junto a su hermana Regina su actividad profesional con humildad, responsabilidad y con el marco deontológico que marca la profesión. "Hemos implementado servicios de SPDs, toma de tensión y de análisis clínicos, control de pacientes anti coagulados, hemos colaborado en charlas sanitarias educativas en Asociaciones de pacientes a nivel de la Comunidad Valenciana, hemos sido promotores de salud de la Asociación Española contra el Cáncer en campañas de prevención, y hemos colaborado en radio, televisión y prensa escrita".
Una función de prevención, promoción y difusión de la salud esencial en el modelo actual. "Así es como ejerciendo como farmacéutico en mi oficina de farmacia emprendí un reto que complementaría enriqueciendo mi labor profesional. Realicé estudios de protocolo en la
Escuela Internacional de Protocolo de Valencia y Madrid, hice cursos de comunicación, oratoria y coaching, donde aprendí a contrastar la ingente información que acumulamos cada día cribándola y verificándola para que llegue con total seguridad y eficacia a la población".
Este proyecto se consolidó en la colaboración continua con una emisora de radio. "Allí fue donde crecí en soltura y capacidad de interacción con el oyente transmitiendo siempre temas de salud de actualidad, inquietudes y preguntas que me enviaban, y descubrí la magia de la radio".
¿Cuál es el mayor aprendizaje de esta experiencia? "He descubierto que todos los días se aprende, que nuestra capacidad de aprendizaje y de superación como farmacéuticos no tiene límite, y qué más podemos pedir si los ciudadanos en la situación que vivimos nos han reconocido como sus héroes".
Una lección sin duda humana y de concienciación social. "El futuro es esperanzador y con un inmenso potencial de crecimiento. Nuestra profesión es vocacional, es apasionante, es gratificante, no debemos encasillarnos ni ser monotemáticos. Ampliemos nuestra visión y así reforzaremos y aumentaremos la empatía, el respeto y la consideración de los ciudadanos, que son lo más importante que tenemos y a los que nos debemos".
