El confinamiento como medida excepcional contra la pandemia del Covid-19 ha cambiado radicalmente y de forma obligada los hábitos de consumo. En la dispensación de medicamentos y productos farmacéuticos, la telefarmacia ha sido la tónica general, pero lo que empezó como una forma de evitar el contagio ¿puede convertirse en ...
El confinamiento como medida excepcional contra la pandemia del Covid-19 ha cambiado radicalmente y de forma obligada los hábitos de consumo. En la dispensación de medicamentos y productos farmacéuticos, la telefarmacia ha sido la tónica general, pero lo que empezó como una forma de evitar el contagio ¿puede convertirse en una práctica habitual en el sector? Para Fernando Castillo, director general de Novaltia, la respuesta es negativa. "No creo que la coyuntura de la crisis sanitaria sirva para avanzar en la dispensación de medicamentos de forma no presencial. Y no sé si llegará a pasar o no, pero pienso que no es bueno ni para la farmacia, ni sobre todo para el paciente. La parte presencial sigue siendo importante".
En este sentido, el experto compara el ir a la farmacia con la visita al médico. "Puede que, en un momento determinado, en un situación muy muy determinada, esa parte presencial sea evitable. Pero la realidad es que al no tener al profesional cara a cara, al no poder preguntarle de manera libre, y al no apreciar los síntomas de forma clara, se pierden muchos datos, ya sea en la prescripción de cualquier medicamento o en la dispensación de ese tratamiento. Hay que utilizar los avances en su justa medida y para lo que se necesitan. Extrapolar una situación puntual, que puede tener ventajas en determinados momentos, a una situación general, creo que perjudicaría claramente a los pacientes".
Por otro lado, el portavoz de la cooperativa de distribución farmacéutica considera necesario que el sector apueste con más ahínco por las TICs para seguir avanzando. "Pienso que en España no se les saca todo el potencial posible. Creo que hay que avanzar mucho, y no solo en el ámbito de la farmacia. Es cierto que en las farmacias cada vez más se aplican las nuevas tecnologías, pero queda mucho por progresar. Esto lo hemos visto en estos meses de la crisis del coronavirus, en la cual ha habido muchas aplicaciones que han ido surgiendo, que eran casi residuales y ahora se utilizan con normalidad", señala. Cada vez son más las tecnologías de la información y la comunicación que administraciones y empresas ponen a disposición de los usuarios.
Ocurre con Novaltia y Cruzfarma, la marca que engloba herramientas y servicios para las cooperativas del norte que componen la cooperativa farmacéutica de segundo grado Unnefar. "Destacaría las últimas herramientas que hemos sacado. Por novedosa, porque viene a cuento, y porque realmente está funcionando muy bien", explica Castillo. En este caso son dos. "Por una parte, la que hemos llamado El Cubo de Unnefar, que se trata de una herramienta a través de la cual estamos dando las sesiones en streaming". La otra tecnología complementa a esta, y se utiliza una vez hecha la presentación vía streaming. "Esa sesión la grabamos y la colgamos en Campus Farma, una herramienta a través de la cual damos formación a nuestras farmacias. Ahora totalmente online en sustitución a las conferencias presenciales, aunque en el futuro esperamos poder combinarlas", apunta.
Drones para transportar medicamentos
Pero si hay una iniciativa impulsada por Novaltia que ha llamado la atención es el proyecto Pharmadron, una prueba piloto realizada hace algunos meses con el fin de buscar la vía de distribuir medicamentos y productos farmacéuticos a través de drones.
"En una región como Aragón, que tiene mucha dispersión geográfica en núcleos de muy poca población y muy lejanos, hay casi 300 farmacias en núcleos de menos de 1000 habitantes, y muchas de ellas están a 20 o 25 kilómetros de cualquier ciudad más importante. Esta tecnología, en determinados núcleos desde donde saldría el dron, permitiría recoger el medicamento en la oficina de farmacia y dispensarlo de manera habitual", según Castillo.
Con esta idea en mente, desarrollaron el proyecto Pharmadron en colaboración con la empresa de drones Delsat y el Aeropuerto de Teruel, porque, aunque no opere vuelos comerciales de pasajeros, en estos momentos "es de los más importantes de Europa" en cuanto a movimientos de aviones al ser utilizado para su reparación y estacionamiento. En este contexto, añade Castillo, "decidimos hacer un desarrollo que fundamentalmente tenía dos partes: la técnica y la legal. Por un lado, queríamos ver qué características tenía que tener un dron para volarlo, igual que el contenedor, que tiene que ser validado. No podemos olvidar que estamos transportando medicamentos", cuenta el portavoz de Novaltia.
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