El Mercado Digestivo metaboliza aún mayores crecimientos

Como si se tratara de las reacciones bioquímicas y los procesos fisicoquímicos que hacen posible el metabolismo de los seres vivos, la mayoría de las principales clases terapéuticas del mercado digestivo siguen liberando energía para sus ventas. Según los datos ofrecidos por la firma IQVIA, medicamentos antidiabéticos, vitaminas y antiácidos mantienen altas sus cotas de crecimiento, a diferencia de las cifras de venta registradas para los antidiarréicos y limpiadores intestinales.

09/09/2020

En un momento en el que ni la economía mundial ni la salud general gozan de una deseable estabilidad, el mercado de medicamentos y productos destinados a cuidar el Aparato Digestivo (A), y abordar sus diversas afecciones posibles, no deja de crecer. Según este análisis, que parte de los datos aportados ...

En un momento en el que ni la economía mundial ni la salud general gozan de una deseable estabilidad, el mercado de medicamentos y productos destinados a cuidar el Aparato Digestivo (A), y abordar sus diversas afecciones posibles, no deja de crecer.

Según este análisis, que parte de los datos aportados por la firma IQVIA, los dos últimos años han servido para confirmar un excelente comportamiento en ventas que no parece haber sufrido, sino todo lo contrario, con la crisis sanitaria y social desatada por la pandemia de Covid-19. Un hecho reseñable que invita, sean cuales sean los condicionantes que afecten a la movilidad de los ciudadanos, que siempre haya que cuidar del bienestar del organismo, dentro y fuera de casa.

Microbiota, patrimonio a cuidar

A pesar de las circunstancias adversas, el pasado 29 de mayo se celebró el Día Mundial de la Salud Digestiva, a instancias de la World Gastroenterology Organization (WGO), con el recuerdo de que tener una microbiota sana es una excelente protección ante la mayoría de gérmenes que deterioran la salud intestinal. En refuerzo del sistema inmunitario intestinal procede tener presente que la microbiota es obra del patrimonio genético del sujeto y del ambiente en el que se desarrolla, al tiempo que se ve modificada por la alimentación. De ahí que se mantengan vigentes los consejos de comer alimentos sanos, dormir en cantidad adecuada y evitar tóxicos como el alcohol o el trabajo, además del estrés.

De cara a conservar o incrementar la microbiota intestinal en buen estado, la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), entidad creada por la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), apela al buen juicio de sus 2.910 especialistas miembros cuando apuesta por cuidar el microbioma intestinal desde una perspectiva global, como defienden tanto la Organización Mundial de Gastroenterología (OMG) como la Organización Mundial de Salud (OMS). De cara a potenciar una adecuada salud digestiva en la población del planeta que pasa por

evitar también el sedentarismo. Para mantener una alimentación variada que eluda las carnes procesadas y las grasas de mala calidad, a la vez que se da prioridad a los alimentos sanos, parte de ellos fermentados, y cocinados en general de forma saludable en todas sus presentaciones.

Como es sabido, la microbiota está compuesta por microorganismos directamente implicados en la salud, o la enfermedad de su huésped, al actuar prácticamente como un órgano propiamente dicho. De ella depende la correcta salud digestiva y la defensa frente a otras bacterias oportunistas, potencialmente patogénicas.

100 billones de bacterias

Responsable también de estimular el sistema inmunológico y favorecer la digestión, la microbiota incluye una cifra que oscila entre los 10 y los 100 billones de bacterias cuyo peso corporal se calcula en 2 kilos, según la doctora Mileidis San Juan Acosta, responsable del comité de actividades de la FEAD.

Con más alta concentración en el intestino, especialmente en el colon, que en el esófago o el estómago, donde su presencia es casi mínima, la microbiota comparte una tercera parte con el resto de las personas, reservando las otras dos partes como rasgo propio de cada individuo. Siendo su misión proteger ante gérmenes y vigilar activamente el sistema inmunitario intestinal y periférico y en el eje microbiota-sistema nervioso-pared intestinal.

Así mismo, y como insiste la FEAD, la tríada genes, entorno y alimentación definen cada microbiota desde la lactancia materna.

Probióticos, prebióticos y simbióticos

Para mantener en forma la microbiota, la OMS aconseja el consumo de productos probióticos porque incluyen microorganismos vivos con efectos beneficiosos para la salud, si se administran en cantidades adecuadas. Estos productos imitan a las bacterias autóctonas, que pueden llegar a las 1.000 especies distintas, a su paso por el tracto gastrointestinal al relacionarse con la microbiota intestinal y mejorar el estado de salud del individuo.

Aunque los probióticos están presentes en alimentos como el yogur o el queso, también pueden ser administrados como complementos alimentarios y medicamentos. Mientras que los prebióticos son hidratos de carbono complejos que favorecen el crecimiento de las bifidobacterias y lactobacilos que mejoran la salud intestinal, los productos simbióticos unen las bondades de los prebióticos y probióticos para el restablecimiento de la salud de la microbiota intestinal.

Mantener sana la microbiota también ha sido un desafío ante retos para el sistema inmune como la pandemia de Covid-19. Según la Comisión Nacional de Salud de China, mantener el equilibrio intestinal es requisito para la prevención de infecciones bacterianas secundarias, en un contexto de contagiosidad vírica.

En ese sentido, el pasado mes de febrero, el Journal of Digestive Diseases ponía en conexión el tracto gastrointestinal con la enfermedad causada por el SARS-CoV-2, dentro de manifestaciones patológicas iniciales compatibles, o no, con procesos respiratorios en curso.

También en cuarentenas y confinamientos

En situaciones de confinamiento forzado, el estrés y la ansiedad causados por la reclusión en domicilio, unidos a una alimentación generalmente descuidada o guiada por el aburrimiento, generaron algún tipo de trastorno digestivo para el 60% de la población. Se tradujo en fenómenos como el ardor, la hinchazón, la acidez, el reflujo o el estreñimiento, alentados por la incertidumbre y la inactividad no deseada.

La falta de actividad física deja de acelerar el metabolismo y el tránsito intestinal en paralelo a incursiones no recomendables a la nevera y la despensa o la elección de alimentos procesados por su rapidez de preparación. Sin olvidar la carencia de vitamina D, deficitaria de manera tradicional en la población española y, por tanto, de sus efectos inmunomoduladores de la respuesta del sistema inmune frente a virus y bacterias.

Como explicó el doctor Melchor Álvarez de Mon, catedrático de Medicina y director del Departamento de Medicina y Especialidades Médicas de la Universidad de Alcalá de Henares y jefe del servicio de Enfermedades del Sistema Inmune y Oncología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, frente a amenazas como la Covid-19 es fundamental mantener un sistema inmune estable y efectivo. Al tratarse de un

complejo mecanismo de defensa compuesto por células y moléculas concebidas para reconocer y destruir aquellos agentes extraños al organismo, también resulta esencial que no se vea disminuido en su capacidad. Pérdida operativa que puede venir de factores como la mala alimentación, el estrés, la depresión, las hormonas o las infecciones ya instauradas.

Con el riesgo de una hiperestimulación de la respuesta inmune cuando la infección coincide con casos de obesidad, diabetes mellitus tipo 2 o una edad avanzada. De manera que dicha respuesta inmune es capaz de dañar al propio paciente, dentro de una escalada inflamatoria que, como está tristemente constatado, puede devenir en fallecimiento.

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Autor: IM Farmacias
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