La farmacia asistencial aporta a la sociedad seguridad, calidad, e­ficacia y humanidad

Desde SEFAC, analizan que la farmacia asistencial se encuentra en un momento crucial. La labor sanitaria y clínica que se está desempeñando desde las farmacias comunitarias es un pilar para el sostén de nuestro SNS.

11/09/2020

La farmacia asistencial aporta a la sociedad "seguridad, calidad y e­ficacia" en la atención de los pacientes de nuestro país que requieren medicamentos o que quieren cuidar o mejorar su salud. Jesús Gómez, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac), añade a sus palabras algo más: ...

La farmacia asistencial aporta a la sociedad "seguridad, calidad y e­ficacia" en la atención de los pacientes de nuestro país que requieren medicamentos o que quieren cuidar o mejorar su salud. Jesús Gómez, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac), añade a sus palabras algo más: "Humanidad". De­fiende que "la farmacia es un punto en el que muchos pacientes encuentran a un profesional cercano al que contar sus problemas, dudas e inquietudes, más allá de un problema de salud puntual, y no sólo en el medio rural, también en el urbano o semiurbano". Sostiene, en ese sentido, que los farmacéuticos comunitarios son una parte muy importante de los barrios y las comunidades en las que están instalados y que contribuyen activamente al Estado del bienestar. "Hacemos una labor sanitaria, pero también social", acentúa.

Comenta que la farmacia asistencial se encuentra en "un momento crucial". Declara que, durante la pandemia del Covid-19, "se está demostrando más que nunca su valía y el papel fundamental que pueden jugar servicios hasta hace poco cuestionados, como la atención farmacéutica domiciliaria". Explica que la atención farmacéutica desarrollada por las farmacias comunitarias ha sido fundamental y que la labor sanitaria y clínica que se está desempeñando es un pilar para el sostén de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS), "ya que la población habría estado mucho más desasistida, ante las dificultades de atención que ha habido en centros de Salud y hospitales, y los problemas de salud de los pacientes vulnerables habrían sido mayores".

Le cuestionamos por la manera en que la farmacia comunitaria es imprescindible en el proceso farmacoterapéutico ambulatorio. Responde que hay muchas. "El diagnóstico y tratamiento de una patología por un médico necesita para lograr un buen resultado clínico de la atención farmacéutica desde la farmacia comunitaria. La dispensación es un servicio imprescindible, al asegurar que el paciente sabe lo que va a tomar, cómo, cuándo, cuánto y hasta cuándo tomarlo", expone. Desde ese servicio, se pueden detectar errores de medicación y reacciones adversas, interacciones con otros tratamientos, etcétera. Además, "se hace de forma equitativa, garantizando el suministro a cualquier parte del territorio a todos los pacientes que lo necesitan".

Aunque no todas las Administraciones sanitarias lo han apoyado, durante la crisis sanitaria también se ha hecho la dispensación de determinados medicamentos de diagnóstico hospitalario en muchas farmacias, algo que en Sefac llevan reivindicando desde hace años, evitando el desplazamiento del paciente y la entrega por mensajería, "que es un menosprecio a la labor farmacéutica a nivel comunitario". "Otro servicio fundamental es la indicación farmacéutica, que permite resolver síntomas menores y permite detectar la necesidad de derivación al médico si fuera necesario", expresa. Estos servicios, junto al seguimiento farmacoterapéutico o la revisión del uso de los medicamentos, repercuten de forma positiva en un mejor control de la patología, en una mayor adherencia terapéutica y en una reducción de consultas en los centros de salud que pueden resolverse en la farmacia, tal y como se ha visto durante la crisis del Covid-19.

¿Qué cambios en la farmacia asistencial se plantean tras la crisis sanitaria provocada por el Covid-19? "Creo que uno esencial es que se considere mejor a la farmacia comunitaria en las estrategias para el abordaje coordinado de las crisis de salud pública en el marco de la atención primaria y comunitaria", alega. En su parecer, "la red de farmacias es un canal imprescindible si se quiere llegar bien a todos los pacientes y a la población y no se la puede dejar de lado como ha ocurrido durante esta crisis". Propone tener más comunicación y coordinación con el resto de los profesionales y otros niveles asistenciales. Insiste en que hay servicios que, en la práctica, se ha demostrado que no tiene sentido que no se puedan llevar a cabo por los farmacéuticos comunitarios, "como son la dispensación con entrega de medicamentos en el domicilio de los pacientes y la dispensación de medicamentos de diagnóstico hospitalario".

"Si el farmacéutico comunitario no hubiera llevado a cabo esos servicios y no hubiera intervenido, el desastre sanitario habría sido mucho mayor entre la población mayor, polimedicada y vulnerable", enjuicia. Piensa que esto no debe quedarse en el olvido y que debe regularse y protocolizarse para que se pueda trabajar con garantías de calidad y seguridad jurídica desde las farmacias. Recuerda que ellos ya presentaron "una propuesta de atención farmacéutica domiciliaria en 2018 con la mano tendida a otros profesionales y contando con asociaciones de pacientes que fue muy contestada". "El tiempo, como en otras materias, nos ha dado la razón", pronuncia. Matiza que a corto plazo habrá que efectuar un seguimiento exhaustivo a pacientes con patologías crónicas y abordar la próxima campaña de vacunación de la gripe.

Servicios primordiales

Respecto a los servicios farmacéuticos asistenciales en una farmacia comunitaria, apunta que son primordiales todos los que tienen que ver con el buen uso de los medicamentos. Es decir; la dispensación, la indicación farmacéutica, el seguimiento farmacoterapéutico, la revisión del uso de los medicamentos, la adherencia terapéutica, los sistemas personalizados de dosificación (SPD) y otros vinculados a la mejora de la salud y la prevención de la enfermedad como la cesación tabáquica, la medida y control de la presión arterial y el riesgo cardiovascular y determinados cribajes.

El farmacéutico comunitario, dentro de su tarea asistencial, debe tener un papel muy relevante en aspectos como el abordaje de la cronicidad y el de la adherencia. "El farmacéutico comunitario es un experto de la comunidad en medicamentos, y la cronicidad y la adherencia precisan de un buen uso de los tratamientos farmacológicos".

Gómez reseña que el reto de la cronicidad y la adherencia no se puede superar en solitario. "Nos incumbe a todos, profesionales de la salud y también a los pacientes, por eso desde Sefac siempre trabajamos buscando el acuerdo y el consenso en este tipo de intervenciones", manifiesta. Recientemente, han publicado, junto al Foro Español de Pacientes, un folleto con pautas para facilitar la adherencia a los pacientes que toman medicamentos.

En resumen, "la farmacia asistencial implica una atención sanitaria y clínica que reciben los pacientes que precisan una serie de tratamientos, ya sean éstos farmacológicos o no farmacológicos". Todo esto se hace con arreglo a unos protocolos y guías de actuación que se basan en criterios de evidencia científica. "No tiene sentido que sea de otro modo si hablamos de salud. Las intervenciones tienen que estar testadas y basadas en lo que el método científico nos dice que funciona", ratifica. Sefac es una sociedad científica y ésa es su forma de trabajar; "realizando trabajos de investigación, revisiones y consensos con otras sociedades científicas de otros ámbitos, porque el objetivo de todo profesional sanitario es proteger y velar por la salud de los ciudadanos".

Para leer el artículo completo descarga el PDF adjunto

Autor: IM Farmacias
Nuestros Podcasts