La exposición a la contaminación del aire complica la recuperación de los pacientes de Covid-19

Según la OMS, la contaminación del aire es el mayor riesgo ambiental para la salud, y 9 de cada 10 personas respiran aire contaminado todos los días

14/09/2020

En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó la contaminación del aire como una de las diez principales amenazas para la salud mundial, puesto que 9 de cada 10 personas respiran aire contaminado todos los días. Esta exposición puede causar graves efectos sobre el sistema respiratorio y circulatorio, ...

En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó la contaminación del aire como una de las diez principales amenazas para la salud mundial, puesto que 9 de cada 10 personas respiran aire contaminado todos los días. Esta exposición puede causar graves efectos sobre el sistema respiratorio y circulatorio, dañar los pulmones, causar enfermedades cardiovasculares y neurológicas. Además, en la situación actual, con una emergencia sanitaria mundial, la contaminación es otra piedra en el zapato que vuelve a la ciudadanía más vulnerable ante el virus.

Con el fin de analizar el impacto de la contaminación del aire en la salud respiratoria, cómo puede afectar a la población en una pandemia, algunos avances en la investigación de estas patologías, la legislación vigente en este área, y con qué herramientas pueden ayudar los farmacéuticos comunitarios a mejorar la salud respiratoria de la población, el FIP Virtual 2020, reúne a varios expertos en una mesa redonda para compartir los últimos avances de la profesión, así como su fundamental contribución a la pandemia.

En primer lugar, Glenis Scadding, especialista en alergología y rinología en el Royal National ENT Hospital de Londres, detalla algunos datos sobre el impacto de la contaminación en las salud. Por ejemplo, que "la exposición a estas micropartículas nocivas está relacionada con más muertes que el tabaquismo y que vivir al lado de una carretera se asocia con un riesgo para la salud similar a fumar pasivamente diez cigarros al día". Además, "el dióxido de nitrógeno está vinculado a más de cuatro millones de casos nuevos de asma al año, y el 25% de las muertes prematuras por EPOC en los países de ingresos medios y bajos se deben también a la contaminación del aire".

Por tanto, es una evidencia como este grave problema ambiental aumenta a su vez el riesgo de enfermedad respiratoria, tal y como explica la experta. "Hay una evidencia epidemiológica entre los niveles de dióxido de nitrógeno al aire libre y la mortalidad respiratoria. Asimismo, se asocia con los ingresos respiratorios, infecciones respiratorias agudas y asma".

Necesidad urgente: más estudios

¿Y qué hay del covid-19? ¿Hay asociación directa entre la contaminación y la pandemia? "Aunque hasta la fecha, y por razones obvias, el número de estudios sobre este tema aún es escaso, la mayoría de los resultados indican que la exposición crónica a contaminantes del aire retrasa o complica la recuperación de los pacientes de covid-19, y conduce a formas de enfermedad más graves y letales", detalla la doctora. Por eso en su opinión, esta asociación merece ser estudiada pronto y en profundidad.

Además, hay otras evidencias. El lado bueno de la pandemia es que, durante los meses de confinamiento, se ha reducido de media un 40% la contaminación por dióxido de nitrógreno. Esto, en cifras, "supone 11.000 muertes evitadas, 6.000 nuevos casos menos de asma en niños y 600 partos prematuros menos". Con esto, Scadding concluye que "la contaminación del aire es perjudicial para la salud: particularmente para la salud respiratoria. Por tanto, la reducción de este problema se traduciría en mejoras significativas para la salud".

A continuación, Gonçalo Sousa Pinto, Lead for Practice Development and Transformation de la FIP, presenta los resultados del estudio elaborado por la Federación Internacional Farmacéutica sobre el rol del farmacéutico comunitario en relación a la contaminación del aire y la salud respiratoria, una encuesta realizada entre mayo y junio de este año. "El objetivo que perseguíamos era el de obtener una mejor comprensión de la conciencia actual, los roles, las pautas, las barreras y las brechas de conocimiento entre los farmacéuticos, para cumplir un papel en la educación proactiva y el apoyo al bienestar respiratorio de los pacientes", explica Sousa. En él han participado 123 organizaciones profesionales de 62 países, y sus resultados al completo estarán disponibles el 15 de octubre.

Entre las cuestiones planteadas en el estudio, señala el experto, han planteado cuál es el papel actual del farmacéutico comunitario en la atención de la salud respiratoria. "Más del 80% de los participantes consideran que el rol principal es el apoyo del autocuidado, así como la promoción de la adherencia al tratamiento y la educación del paciente sobre enfermedades respiratorias y su prevención". En cuanto a las afecciones para las que están mejor preparados, más de la mitad indicaron el asma, poco más del 40% añadieron el resfriado común o la gripe, y un 35% hicieron lo propio con la EPOC y el covid-19.

Después del covid-19

Por otro lado, el estudios también ha considerado los cambios que los profesionales esperan ver en el tratamiento de los pacientes con síntomas respiratorios. Los más referidos, tal y como detalla Sousa, son "el mayor reconocimiento del papel de los farmacéuticos en la atención primaria y en las afecciones respiratorias en la comunidad; que se les amplíe la autoridad para para vacunar, para prevenir varias enfermedades respiratorias; un mayor uso de tecnología para consultas remotas y atención al paciente y tener más herramientas para ayudar al farmacéutico a identificar y detectar enfermedades respiratorias, incluidas más pruebas en el lugar de atención, así como para distinguir el covid-19 de otras enfermedades respiratorias".

Con respecto a la contaminación, los profesionales echan en falta herramientas y protocolos para hacerles llegar a los pacientes el impacto de la contaminación en la salud. "Para más del 90% de los encuestados, se necesita una actualización del plan de estudios de los farmacéuticos que incluya formación en este sentido, como una formación específica sobre los diferentes tipos de contaminantes y su impacto en la salud respiratoria. También sería muy útil la implantación de sistemas de información en tiempo real, y alertas sobre contaminación atmosférica".

En resumen, los hallazgos claves de la investigación evidencian que "el papel actual de los farmacéuticos se relaciona principalmente con el apoyo a la adherencia, al autocuidado y a la educación del paciente, pero menos con el cribado". Por otra parte, Sousa concluye que "la razón principal para no gestionar de forma proactiva el impacto de la contaminación del aire en la salud respiratoria es una falta de conocimiento por lo que más formación en esta área es una necesidad. En al menos el 50% de los países encuestados, no existen pautas para apoyar a los farmacéuticos en salud respiratoria".

Autor: IM Farmacias
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