FIP 2020: los farmacéuticos que están en primera línea para combatir el covid-19

Profesionales de España, Nueva Zelanda y Estados Unidos exponen en el congreso de la Federación Internacional de Farmacéuticos su experiencia ante los desafíos de la pandemia

18/09/2020

Durante la pandemia del covid-19 los farmacéuticos de todo el mundo han tenido y aún tienen en la Federación Internacional de Farmacéuticos (FIP) un punto de unión. Sin embargo, cada país se ha enfrentado a sus desafíos de manera diferente adecuadamente, incluidos los farmacéuticos. Esto puede tener su lado bueno, ...

Durante la pandemia del covid-19 los farmacéuticos de todo el mundo han tenido y aún tienen en la Federación Internacional de Farmacéuticos (FIP) un punto de unión. Sin embargo, cada país se ha enfrentado a sus desafíos de manera diferente adecuadamente, incluidos los farmacéuticos. Esto puede tener su lado bueno, el de servir de aprendizaje entre los profesionales de otros países. Teniendo eso en cuenta, el FIP Virtual 2020, el congreso mundial de la Federación, dedica una sesión a compartir y comparar las experiencias de farmacéuticos que han vivido la emergencia sanitaria en primera línea en tres países diferentes: España, Nueva Zelanda y Estados Unidos. Cada uno de estos países tuvo un enfoque diferente para abordar los desafíos de la pandemia y será inmensamente esclarecedor escuchar sus historias.

El primer enfoque para abordar los desafíos de la crisis viene desde España de la mano de Carlos Treceño, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, quien recuerda como la sociedad "necesitó a los profesionales farmacéuticos más que nunca en cuanto aparecieron los primeros casos de covid".

En ese momento se llevaron a cabo varias iniciativas, "como la elaboración de unos protocolos, el incremento del papel del farmacéutico en los indicadores de salud pública (facilitar el acceso a la medicación, programas de adherencia, información a la población), la dispensación y entrega de medidas de protección y mascarillas a la población, la organización de formación continua, acuerdos con la universidad para facilitar la formación de estudiantes, y trabajar con la administración en la reconstrucción del sistema de salud".

Además, explica el experto, se implantó un proyecto de monitorización de medicamentos durante la primera ola de la pandemia mediante la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León, promueve la publicación, propia y en colaboración, de estudios basados en la información extraída de los diferentes programas de registro y está integrada por 170 farmacias de toda la comunidad. Estos profesionales recibieron notificación de 193 efectos adversos.

En este sentido, varios programas específicos permitieron detectar el riesgo del uso de algunos fármacos. Destaca sobre todo el estudio Hidroxicloroquina como profilaxis previo a la exposición del Sars-CoV-2. "Realizamos un estudio observacional, multicéntrico, transversal", detalla Treceño, con dos grupos de pacientes: uno que tomaba el antipalúdico por prescripción médica para otras enfermedades (lupus, artritis reumatoide y otras patologías reumáticas) y otro con voluntarios que no lo ingerían. No obstante, la conclusión tras varios meses de análisis es "la escasa evidencia sobre la eficacia de la hidroxicloroquina en la prevención del covid-19".

Nueva Zelanda, un modelo a seguir

Desde Oceanía y con una experiencia completamente distinta participa también Graeme Smith, presidente Pharmaceutical Society of New Zealand (PSNZ). Nueva Zelanda ha registrado 1.154 casos de covid-19 y 22 muertes desde que el virus se detectó a finales de febrero, unas cifras muy positivas si se comparan con las de otros países. Inmediatamente la primera ministra, Jacinda Ardern, puso en práctica una política muy estricta para frenar la curva de contagios.

En este contexto, la PSNZ también comenzó rápido su estrategia. brindar asesoramiento a las bases farmacéuticas en el extranjero a partir de fines de enero, como crear un grupo con representantes de todos los agentes del sector para informar, la ampliación del equipo de farmacia del Ministerio de Salud, o el aumento temporal de los volúmenes de recetas. Gracias a esto, las farmacias "pudieron cumplir la demanda de los pacientes de mascarillas y desinfectantes de manos, así como implantar la transmisión electrónica de recetas". Además, "se impuso un estricto distanciamiento físico entre el personal y los clientes, un servicio de consultas por teléfono, el pago y la entrega de los productos sin contacto, y turnos divididos del personal", explica el farmacéutico.

En cuanto a la experiencia de la farmacia hospitalaria, Smith detalla que muchos farmacéuticos y técnicos se retiraron debido a que los hospitales se vaciaron. Por otro lado, los pacientes se clasificaron en verde (sin coronavirus), ámbar (posible infección) y rojo para los contagiados. "Estos dos últimos grupos se encontraban en aislamiento y solo podían ser tratados por los farmacéuticos equipados con todas las medidas de protección". Aunque su labor no terminaba ahí. "La parte más difícil para los pacientes en aislamiento era no poder ver a sus familiares, así que algunos farmacéuticos de cuidados intensivos actuaron como mensajeros".

A modo de conclusión, el farmacéutico resalta que en vista de la experiencia de su país, "la coordinación nacional y la comunicación rápida son vitales para lograr buenos resultados en prevención". Tanto como una férrea conciencia de las medidas básicas "como la estricta higiene de manos y llevar equipos de protección en situaciones de riesgo".

La experiencia de Estados Unidos

Por último, Scott Knoer, CEO de la American Pharmacists Association resalta como el coronavirus ha afectado significativamente a todos los aspectos de la práctica farmacéutica en Estados Unidos. Para la comunidad farmacéuticas ha sido un desafío en muchos sentidos, "desde la disponibilidad de equipo de protección personal (EPI), al manejo de la exposición del personal a la infección, pasando por problemas de la cadena de suministro".

Asimismo, "muchos hospitales se han visto obligados a ofrecer menos servicios: se espera que los ingresos hospitalarios de fuerte impacto financiero disminuyan hasta en un 50%. Esto supondrá millones de trabajadores de la salud despedidos: dos tercios de los hospitales redujeron el personal de farmacia durante la pandemia".

Aunque visto desde otra perspectiva, Knoer considera que dentro de tantos desafíos hay algunas oportunidades disfrazadas, porque la necesidad de servicios farmacéuticos es mayor que nunca. "Durante la pandemia, los farmacéuticos han sido el proveedor de atención médica más accesible en en EEUU: más del 90% de la población vive a menos de 5 millas de una farmacia. Fuimos uno de los pocos negocios que nunca cerró". Por ese motivo, "muchas farmacias comunitarias adaptaron sus prácticas para llevar los servicios de farmacia fuera de la farmacia".

Por tanto, la farmacia en USA ha realizado importantes avances en los últimos meses. "Muchos Estados han otorgado a los farmacéuticos una autoridad que no existía antes del covid. Además, hemos comenzado a cambiar para aprovechar nuevas oportunidades que nunca antes habíamos tenido". Ante esto, concluye, "queda luchar para garantizar que los avances recientes que hemos logrado se mantengan una vez que la pandemia de covid se haya quedado atrás. Aún quedan muchos desafíos por delante, pero debemos aprovechar las oportunidades que se nos presentan".

Autor: IM Farmacias
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