Un estudio descubre la necesidad real de vitamina D de sus pacientes

La necesidad real de vitamina D no siempre está relacionada con la cantidad de nutrientes que se tiene en la sangre. Los genes pueden mostrar una información completamente diferente. Siga leyendo y descubra el estudio finlandés que aporta conocimientos completamente inéditos sobre una de las vitaminas más importantes.

14/10/2020

Se puede ver fácilmente cuando el depósito de combustible de un automóvil está casi vacío, pero a menos que se sepa el kilometraje del automóvil, no hay forma de saber si es crítico. El nuevo estudio finlandés sugiere que puede suceder lo mismo con los niveles de vitamina D en ...

Se puede ver fácilmente cuando el depósito de combustible de un automóvil está casi vacío, pero a menos que se sepa el kilometraje del automóvil, no hay forma de saber si es crítico. El nuevo estudio finlandés sugiere que puede suceder lo mismo con los niveles de vitamina D en humanos.

Una muestra de sangre puede que no sea suficiente para determinar el estado de vitamina D del cuerpo de sus pacientes. Para establecer la necesidad exacta de vitamina D de una persona, hay que averiguar cómo responde esa persona al nutriente. Aquí es donde entran en juego los genes y la evolución.

Esto debe modificar las pautas generales utilizadas por las autoridades sanitarias para asesorar a las personas sobre la ingesta de vitamina D necesaria para mantener una buena salud y un sistema inmunológico normal y funcional.

La cantidad necesaria depende de los genes

Durante varios años, Carsten Carlberg, científico finlandés de la Universidad de Finlandia Oriental (UEF), ha estudiado la vitamina D y la epigenética. Sus estudios revelan que los humanos reaccionan de manera diferente a la vitamina D cuando la ingieren como complemento. Según Carlberg la cantidad de vitamina D que se necesita depende directamente de la composición genética de las personas.

Debido a esta nueva aportación sobre la vitamina D, la ciencia de la nutrición puede verse obligada a incluir un factor completamente nuevo en la ecuación. Las pautas generales que se han utilizado durante años con respecto a los niveles de ingesta de vitamina D y el estado de la vitamina D parece que deben ser modificadas, después de todo. Según Carlberg, también se debe tener en cuenta la genética de las personas.

El tipo de piel lo determina

Las diferencias en la capacidad de las personas para utilizar la vitamina D tienen sus raíces en la evolución y se remontan a los europeos indígenas. Carsten Carlberg y un colega de investigación llamado Andrea Hanel han escrito un artículo de revisión donde los dos científicos describen a nuestros antepasados.

Estos incluían cazadores-recolectores de África, de piel oscura, junto con los agricultores de Anatolia y los nómadas Yamnaya de las llanuras de Ucrania de piel más clara. Aparentemente, el color de la piel fue clave y marcó diferencias en cuanto al requerimiento de vitamina D.

Una defensa inmunológica más fuerte ayudó a la supervivencia

Aquellos con piel más clara aprovecharon mejor los rayos ultravioleta del sol para sintetizar vitamina D. Este hecho, favoreció que tuviesen una defensa inmunológica más fuerte, que necesitaban para sobrevivir a los oscuros y fríos meses de invierno en el norte de Europa.

Carsten Carlberg ha publicado otro artículo de revisión en colaboración con Afrozul Haq del Departamento de Investigación y Desarrollo del Gulf Diagnostic Center Hospital en Abu Dhabi. Los científicos han realizado dos estudios de vitamina D para obtener una comprensión más completa. Los estudios, VitDmet y VitDbol, muestran claramente que aún existen diferencias en la utilización de vitamina D.

Herramienta de diagnóstico especial de vitamina D

Carlberg y Haq dividieron a los participantes del estudio en tres grupos: participantes de alta respuesta, de mediana respuesta y de baja respuesta. Los niveles de vitamina D en sangre de los participantes no reflejaban necesariamente su respuesta a la vitamina D. Aquí es donde los genes y el tipo de piel tienen un papel importante.

Pero para comprender mejor la situación real, los dos investigadores desarrollaron una herramienta de diagnóstico específica que puede medir cómo responde una persona a la vitamina D en lugar de simplemente observar la concentración de vitamina D en la sangre.

Al usar esta herramienta, llamada índice de respuesta a la vitamina D, pudieron ver que el 25% de los participantes del estudio tenían una respuesta baja a la vitamina D. Por eso, estas personas necesitaban mayores cantidades del nutriente para obtener los mismos beneficios para la salud que aquellos con una mejor respuesta.

Desafiando las recomendaciones tradicionales

Esta nueva comprensión de la vitamina D puede desafiar las pautas generales que se han utilizado desde el principio para asesorar a las personas sobre la necesidad de tomar este nutriente. Esto es simplemente porque las recomendaciones convencionales no tienen en cuenta las necesidades individuales y la capacidad de sintetizar esta vitamina por parte de cada paciente.

Por lo tanto, al no responder muy bien al nutriente, si siguen las pautas normales, algunas personas pueden estar obteniendo muy poca vitamina D. Es por esta razón que, Carsten Carlberg recomienda a todos los finlandeses que tomen un complemento de vitamina D en dosis altas, ya que hay cinco meses oscuros del año en los que no reciben luz solar.

Esta recomendación debería garantizar que la mayoría de las personas obtengan suficiente vitamina D para cubrir sus necesidades.

Cómo controlar la vitamina D de los pacientes

Evidentemente un control de sangre nos dirá qué niveles de vitamina D tiene el paciente y si existe una carencia muy evidente, pero la edad avanzada, el color de piel oscuro o moreno y la obesidad pueden dificultar a las personas obtener la vitamina del sol. No solamente eso, sino que la necesidad de estas personas puede variar independientemente de la cantidad encontrada en sangre. Además, el tipo de vida actual en que las personas pasan muchas horas en interiores hacen difícil la obtención de esta vitamina durante todo el año especialmente en los meses de invierno. Vitamina que se ha erigido, según numerosos y recientes estudios, muy importante para el funcionamiento normal del sistema inmunológico.

Autor: IM Farmacias
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