Farmacia y solidaridad, maridaje perfecto

Los farmacéuticos comunitarios hoy tienen un sabor agridulce, agrio por la soledad en la que han trabajado por y con sus pacientes día a día y dulce por el reconocimiento que han recibido y reciben hoy de ellos. Esos primeros momentos de la pandemia han sido semanas de olvido, sin ninguna mención a su trabajo, ni a su labor como sanitarios a pie de calle, ni al riesgo asumido, tiempo que les ha generado momentos bajos y de desánimo.

20/10/2020

La pandemia sigue aquí y los pilares de nuestra sociedad de bienestar se agrietan, el individualismo se convierte en el amuleto de protección más preciado. Si, como se nos dice, el no estar en contacto físico con otros es necesario para la prevención de la trasmisión del virus ...

La pandemia sigue aquí y los pilares de nuestra sociedad de bienestar se agrietan, el individualismo se convierte en el amuleto de protección más preciado. Si, como se nos dice, el no estar en contacto físico con otros es necesario para la prevención de la trasmisión del virus mantener los contactos sociales y familiares es también muy necesario. Romper la red social del ser humano es romper su esencia social y, me atrevería a decir, oprimir de forma injusta a los más vulnerables.

Los daños causados van a ser muchos y profundos, de todos depende convertir tanta incertidumbre en una oportunidad, es el momento de construir una sociedad más justa, más equitativa, es el momento de entender que formamos parte de un todo, cada uno desde su posición y profesión. Hemos visto iniciativas deslumbrantes, empresas y colectivos han hecho importantes movimientos de colaboración.

El espacio de la farmacia y los farmacéuticos Comunitarios conforman una mezcla donde la vida de los barrios confluye, su cercanía y accesibilidad no combinan con individualismo. La confianza de sus pacientes/clientes en su consejo y criterio son los ingredientes perfectos en nuestro modelo de farmacia.

Solidaridad significa querer ayudar, sentir el entorno como parte de uno mismo porque vives en él. Entender que una posición social desahogada es un estímulo para colaborar, es desarrollar el sentimiento de ser generoso por agradecimiento. La solidaridad es un valor humano a rescatar porque ser solidario es la posición más rentable en satisfacción.

Después de toda una vida profesional como farmacéutica comunitaria, tengo un sueño: crear una red de farmacias solidarias que se convierta en un espacio Sociosanitario integral. Espacio donde se cuide a todos los ciudadanos y se atienda al entorno social y medio ambiental, y donde se desarrolle una actividad de responsabilidad social que sea el aglutinador en "los barrios" de una nueva cultura participativa, donde recuperar ese sentimiento de trascender de lo individual a lo colectivo.

Este sueño es lo que me ha unido al programa farmaSOLIDARIA y que os invito a conocerlo, os invito a conocer y compartir la ilusión de ser el motor de la solidaridad individual de vuestros barrios, a elegir proyectos solidarios de cercanía, a crear una nueva forma de acercaros a vuestros pacientes/clientes y a su realidad social. Todo un reto emocionante que nos hará definitivamente imprescindibles.

La armonía del maridaje farmacia y solidaridad es perfecta, espero que su sabor y aroma se perciba en estas líneas porque es lo natural, porque reúne todos los ingredientes de calidad en su justa medida. Ser proactivos es la decisión. Hoy cubrir las necesidades asistenciales no es suficiente.

Artículo escrito por Yolanda Tellaeche Bacigalupe, Farmacéutica Comunitaria Siempre, Co Fundadora del Programa farmaSOLIDARIA.

Autor: IM Farmacias
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