Crecimientos sin dolor para el mercado de analgésicos

Como refiere IQVIA en sus últimos datos, el mercado de fármacos analgésicos se adentra en un periodo de pujanza al triplicar su crecimiento en valor. Según las cifras anotadas en el último año movible estudiado por la consultora, MAT a julio de 2020, los analgésicos no narcóticos y los antimigrañosos gozaron de una saludable expansión en sus ventas, aunque seguidas por un porcentaje menor de crecimiento en analgésicos narcóticos. Tres grandes clases terapéuticas que sí coincidieron, sin embargo, en sus incrementales ventas de unidades.

23/10/2020

Si en el anterior análisis sobre el mercado del Dolor que realizó esta cabecera se hablaba de un alivio parcial en las ventas de analgésicos, en esta ocasión procede confirmar sólidos e indoloros crecimientos para la mayoría de estos fármacos en sus tres grandes clases terapéuticas. En estas líneas y tablas ...

Si en el anterior análisis sobre el mercado del Dolor que realizó esta cabecera se hablaba de un alivio parcial en las ventas de analgésicos, en esta ocasión procede confirmar sólidos e indoloros crecimientos para la mayoría de estos fármacos en sus tres grandes clases terapéuticas.

En estas líneas y tablas se repasa la evolución de las principales clases terapéuticas y laboratorios de la analgesia, muy condicionados en lo que va de año por la pandemia de Covid-19, vuelco sanitario que se ha traducido en una fuerte demanda de muchos de estos medicamentos. Junto a destacables adelantos en el abordaje de la migraña y un perfil de ofi cina de farmacia cada día más cerca de ampliar su capacidad prescriptora en síntomas menores.

Dolor y Covid-19

Después de un primer semestre del año marcado por el Estado de Alarma decretado por el Gobierno, la contracción de la actividad y el confinamiento temporal de la población podrían explicar parcialmente el aumento de ciertas dolencias en los ciudadanos. El abandono de los habituales entornos laborales, generalmente más ergonómicos, en beneficio de un teletrabajo con visos de permanencia, apunta a un deterioro de la higiene postural, al emplearse un mobiliario inadecuado en domicilio y perder los hábitos de tonificación muscular. Una realidad que se traduce, en no pocos casos, en sobrecargas y generación de dolor, tal como se avisó recientemente desde el departamento de Fisioterapia Deportiva de la Universidad Europea.

Así mismo, y cuando el dolor no responde a una situación coyuntural, sino que acompaña a la persona en su día a día, la Sociedad Española del Dolor (SED), tranquiliza al afirmar que no existe evidencia científica que vincule el uso de analgésicos a un peor pronóstico de los pacientes con Covid-19, ni que potencien su contagio. Aunque, en contraposición, la pandemia supuso, en sus peores meses, la reducción de las consultas presenciales en las Unidades de Dolor, limitando estas a casos de urgencias por dolor, rellenado de bombas intratecales, para administración de morfina en médula espinal, y atención en casos de sufrimiento post quirúrgico reciente.

Dentro de la sintomatología de la Covid-19, junto a rasgos no siempre presentes como el dolor de garganta o de cabeza, el dolor y la opresión en pecho se confirman como sus síntomas de mayor gravedad, junto a los ahogos y la incapacidad para moverse o hablar.

Ibuprofeno, paracetamol y coronavirus

La pandemia de Covid-19, que ya apunta a su segunda ola este otoño, también ha traído a primera plana fármacos tan conocidos como el ibuprofeno y el paracetamol. En el primer caso, y ya en el temprano 15 de marzo de este año, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) dejó bastante claro que este antiinflamatorio no esteroideo, usado masivamente como antipirético, analgésico y antiinflamatorio, no agrava las infecciones por Covid-19, en declaración exculpatoria que también incluyó al ketoprofeno, a pesar de ser ambos principios activos objeto de estudio por parte del Comité de Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia de la Unión Europea. Aspecto que, en modo alguno, debe llevar a la supresión de los tratamientos crónicos con ibuprofeno u otros antiinflamatorios no esteroideos.

Las suspicacias sobre el ibuprofeno se iniciaron en el seno de la UE a requerimiento de la Agencia de Medicamentos de Francia (ASNM), debido a que este fármaco podría enmascarar los síntomas iniciales de las infecciones, entre las que estarían las causadas por el nuevo coronavirus. Además de confirmar que no existe dato alguno que indique que el ibuprofeno agrava las infecciones por Covid-19, la AEMPS recuerda que las guías terapéuticas recomiendan el uso de paracetamol para el tratamiento sintomático de la fiebre como primera alternativa sin excluir, sin embargo, al ibuprofeno como tratamiento de los síntomas menores de la enfermedad provocada por el SARS-CoV-2. Desde la premisa, en ambos casos, de realizar la administración según ficha técnica y en dosis menores para el control de los síntomas.

En otro aspecto, el primer Congreso Nacional Covid-19 incluyó la mesa organizada por la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR), en la que se aportaron datos sobre la labor realizada por sus especialistas durante la primera ola de la pandemia.

Farmacias y dolor moderado

Este mes de septiembre, a la vuelta de las vacaciones más atípicas de la Historia, se conoció el grado en el que avanzan los movimientos para poder optar a un Servicio de Indicación Farmacéutica (SIF) protocolizado y asentado en las farmacias comunitarias. El Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM) se sumó al proyecto INDICA+PRO Implantación, promovido por la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), el Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada y el Colegio de Farmacéuticos de Valencia, MICOF. De forma que las farmacias madrileñas realizarán indicaciones para síntomas menores. Entre ellos, y después de los respiratorios, las principales consultas que se producen en las oficinas son aquellas relacionadas con el dolor moderado, como las cefaleas, el dolor de garganta y la dismenorrea.

Este programa defiende que la actuación profesional del farmacéutico reduce consultas médicas, ingresos hospitalarios y medicamentos innecesarios. Si se tiene en cuenta que el 70% de las consultas por síntomas menores en el centro de salud pueden ser tratadas en la farmacia comunitaria, dentro de lo que debe ser un adecuado modelo de colaboración con el médico de Familia, que permita a este concentrarse en los pacientes de mayor complejidad. Debido a que la SIF facilita la rápida modificación de los tratamientos mediante automedicación con la seguridad que para el paciente supone la garantía de la farmacia comunitaria. A partir de un grado de corrección en la indicación que se sitúa en el 12,6%, según la demanda de los pacientes.

Para leer el artículo completo descarga el PDF adjunto

Autor: IM Farmacias
Nuestros Podcasts