Joan Colom ha tenido el mejor maestro: su padre, un gran farmacéutico que le enseñó la profesión desde dentro. Él siempre supo que su vocación era la farmacia, el cuidado de los demás; y así lo hizo nada más acabar el grado en 2015. "Mi profesión es vocacional, no me ...
Joan Colom ha tenido el mejor maestro: su padre, un gran farmacéutico que le enseñó la profesión desde dentro. Él siempre supo que su vocación era la farmacia, el cuidado de los demás; y así lo hizo nada más acabar el grado en 2015. "Mi profesión es vocacional, no me importa echarle horas, de hecho, es una gran pasión. Mi padre me ha preparado para ahora poder abrir mi propia farmacia en octubre de 2019".
Así hace un año comenzó esta ilusionante aventura. "Los inicios fueron duros, muy duros, y cuando empezábamos a arrancar vino la epidemia, y, en fin... ¿Qué puedo decir de una farmacia que vive mayormente del turismo? Tenemos que luchar, luchar y luchar, no hay otra alternativa".
Efectivamente, ganas y talento no le faltan: "Lo que más me satisface es poder acompañar a un paciente durante su patología, sea crónica o no. Este seguimiento farmacoterapéutico es lo que más me atrae de la profesión. Siempre es buena la cohesión entre profesionales sanitarios, y sé que ahora los médicos van al límite, pero nos di culta el diálogo".
Y es que la coordinación entre profesionales sanitarios es esencial para un abordaje, diagnóstico y tratamiento adecuado y continuado. "Mi botica está situada en pleno centro de Palma, cerca del ayuntamiento. Por lo que el turismo era una parte importante del día a día y ahora todo se ha desvanecido... Desde mitad de marzo no ha llegado ninguno".
Una situación difícil que se ha afrontado con dedicación y profesionalidad. "Siempre he sido un profesional sanitario cercano, pero las ventas por internet, compras online... difieren mucho del término `atención farmacéutica´, y creo que todos los profesionales sanitarios farmacéuticos debemos dar siempre esta atención personalizada, que es nuestro valor diferencial".
Más claro imposible: hay que poner en valor lo que ofrece la farmacia. "Aunque mi farmacia es pequeña –podríamos decir que el aspecto externo no atrae porque el punto de venta es muy muy pequeño–, poco a poco voy fidelizando clientes, y esto es el mayor reconocimiento que puedo conseguir: que una persona vuelva cada vez que tiene un problema sabiendo que desde la farmacia lucharemos al máximo para resolverlo".
Para Joan la farmacia debe seguir siendo lo que ha sido desde siempre: un punto de atención sanitario. "A veces pensamos que nuestro enemigo es nuestro vecino contiguo... y personalmente creo que no es así, el enemigo es internet: farmacias que venden online, Amazon, Privalia...", asegura, y continúa: "Creo que nos enfocamos en competir con el `rival´ del al lado, y realmente lo que hacemos es tirarnos piedras en nuestro propio tejado". Por contra, hay que reivindicar mayor viabilidad de la profesión: "Deberíamos ir todos de la mano aportando protocolos similares y actuando de manera similar".
