Objetivo: combatir los efectos del exposoma

Mantener una apariencia joven y saludable de la piel, independientemente de la edad cronológica, pasa por llevar un estilo de vida sano y utilizar cosméticos específicos que actúen como un escudo protector frente a las agresiones externas.

27/11/2020

Cuando hablamos de envejecimiento nos referimos al proceso degenerativo que nuestra piel sufre con el paso de los años. Este envejecimiento de la piel se debe a una acumulación gradual de fallos tanto a nivel celular como de tejidos (histológicos), por lo que es fundamental tener en cuenta factores de ...

Cuando hablamos de envejecimiento nos referimos al proceso degenerativo que nuestra piel sufre con el paso de los años. Este envejecimiento de la piel se debe a una acumulación gradual de fallos tanto a nivel celular como de tejidos (histológicos), por lo que es fundamental tener en cuenta factores de prevención y tratamiento para mantener las estructuras de la piel en estado óptimo durante más tiempo.

Este proceso natural de envejecimiento de la piel se puede dividir en dos partes: por un lado, existe una parte que responde a los factores biológicos propios de cada persona y que repercute en un 25% del proceso, mientras que hay un porcentaje externo que asciende al 75% y que recae en nuestras manos, pues depende de nuestro estilo de vida, al que también se le denomina exposoma.

La importancia de la prevención

El exposoma engloba todos aquellos factores externos que podemos controlar a nuestro favor y que forman parte de nuestro día a día. De hecho, recientemente se han identi­ficado siete factores externos que afectan al envejecimiento de la piel: radiación solar, contaminación, tabaco, temperatura, nutrición, estrés y falta de sueño.

Por ello, el control del exposoma supone una estrategia de prevención perfecta para la promoción de la salud de la piel. Así que, además de llevar un estilo de vida saludable, el uso de cosméticos especí­ficos que actúen como un escudo protector frente a las agresiones externas podría formar parte de una estrategia muy sencilla para mantener una apariencia joven y saludable de la piel, independientemente de la edad cronológica.

Innovación constante

La innovación no puede faltar en el mundo cosmético y, por ello, la investigación no se centra únicamente en encontrar nuevos activos sino también en mejorar los ya existentes cuyos efectos sobre la piel son notables y generan con­fianza en el consumidor por ser muy conocidos.

Un ejemplo de ello es el retinol. Los retinoides pueden ser compuestos naturales o sintéticos y su potencia o e­ficacia puede variar según su naturaleza, su concentración, la necesidad de conversión metabólica a compuestos activos y la formulación que influye en la penetración de la piel. La vitamina A y sus derivados tienen efectos antienvejecimiento y ayudan a mejorar la apariencia de la super­ cie de la piel gracias a su poder renovador. Por ello, se encuentran entre las sustancias más efectivas que retrasan el proceso de envejecimiento. Sin embargo, el retinol puede provocar irritación, sequedad, sensibilidad al sol, sensación de quemazón… En este sentido, la innovadora técnica basada en la encapsulación del retinol a través de la nanotecnología propicia un sistema de liberación que permite encapsular una alta concentración de retinol evitando sus efectos secundarios. Asimismo, posibilita formulaciones con altos niveles de ingrediente activo, mantiene el retinol estable en el cosmético, penetra y aumenta la biodisponibilidad de este, liberándolo en el tiempo.

Bakuchiol, el retinol vegano

Por otro lado, también podemos hablar de un novedoso activo asociado a la acción antiedad del retinol: el bakuchiol. El bakuchiol y el retinol, pese a no tener una estructura muy similar, muestran una expresión génica parecida y, por ello, es considerado un activo "retinollike", consiguiendo similares bene­ cios para la piel. El bakuchiol, también conocido como el retinol vegano de nueva generación, tiene su origen en la medicina tradicional china e india, donde comenzaron a utilizarlo hace ya algunas décadas. Se trata de un activo de origen natural que se obtiene a través de un proceso de extracción de la planta babchi o psoralea corylifolia.

A diferencia del retinol, uno de los grandes bene­ficios del backuchiol es que es altamente tolerable en pieles sensibles. Entre sus múltiples bene­ficios destaca su alto poder antioxidante y su acción estimulante de la síntesis de colágeno que ayuda a mejorar la firmeza y la elasticidad de la piel. Además, su acción correctora previene y corrige arrugas, a la vez que unifica el tono y aporta luminosidad al rostro.

Autor: IM Farmacias
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