Hay una gran bola de ahorro con el uso de los biosimilares

La incorporación de los profesionales a la toma de decisiones será clave para el impulso de los biosimilares en nuestro país. Para fomentarlos, la AIReF propone cuatro pilares fundamentales que han de funcionar a la vez: cambio del modelo de incentivos, apoyo legal, comunicación a los pacientes y formación a los líderes clínicos.

27/11/2020

La Asociación Española de Biosmilares (BioSim) organizó este viernes la III Jornada Nacional de Biosimimalres, Hacia una estrategia de biosimilares para el Sistema Nacional de Salud, con más de 800 inscritos. Joaquín Rodrigo, presidente de BioSim, moderó la primera mesa. En ella, Ángel Sánchez Aristi, director de la Autoridad Independiente ...

La Asociación Española de Biosmilares (BioSim) organizó este viernes la III Jornada Nacional de Biosimimalres, Hacia una estrategia de biosimilares para el Sistema Nacional de Salud, con más de 800 inscritos. Joaquín Rodrigo, presidente de BioSim, moderó la primera mesa. En ella, Ángel Sánchez Aristi, director de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), indicó que en 2024 nos acercaremos a los 10.000 millones de gasto anual en farmacia hospitalaria. Este año, sólo en farmacia hospitalaria, la AIReF tiene 23 propuestas. "Hay una gran bola de ahorro en la propuesta número nueve, que es el uso de biosimilares. Es la propuesta más grande, con un nivel de evidencia clarísimo", comentó. Recordó que nos encontramos por debajo de la media europea en la penetración de biosimilares.

Su propuesta lo que dice es que hay que fomentar el uso de biosimilares tanto en nuevos pacientes como los que ya tienen tratamiento en vigor, lo que es la intercambiabilidad. Proponen para ello cuatro pilares fundamentales, que han de estar todos funcionando al mismo tiempo para fomentar el uso de los biosimilares: cambio del modelo de incentivos, apoyo legal, comunicación a los pacientes y formación a los líderes clínicos. El modelo de incentivos debe ayudar al servicio, al hospital, a la comunidad. Hay que dejar parte de ese ahorro incentivando a los profesionales. El impacto previsible es que, en términos anuales, se espera que la entrada de nuevos biosimilares y su utilización generen un ahorro bruto de unos 950 millones de euros anuales.

José Martínez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, defendió que el sistema necesita criterios que lo hagan sostenible. "Tiene una base sólida por su recorrido histórica sobre la que podemos empezar a trabajar", sostuvo. Citó la eficiencia de los recursos con la ayuda de la digitalización y la política farmacéutica. El impulso de los medicamentos genéricos y de los biosimilares, añadió, contribuirían a impulsar esa eficiencia. Para él, se justifica que estén en un mismo plan, pero advirtió de que los genéricos y los biosimilares no son lo mismo. Tiene que haber un trabajo muy potente, "de lluvia fina", de información con los profesionales. La eficiencia ha de estar vinculada a la eficiencia.

¿Dónde radica la oportunidad de alcanzar una eficiencia mayor con el uso de los biosimilares, en la palanca precio o en la palanca volumen? Manuel García Goñi, profesor titular de Economía Aplicada de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid, contestó que cuando se quiera implementar una política farmacéutica en un sentido u otro hay que mirar un análisis a medio y largo plazo. Avisó de que un recorte de precios pude plantear problemas en ese sentido. Se mostró a favor de una combinación de ambas, con un estudio muy detallado de hacia dónde hay que tirar en cada uno de los supuestos, y siempre fomentando "un buen grado de competencia" en el mercado farmacéutico de los biológicos. Sánchez Aristi pidió implementar plas propuestas.

Patricia Lacruz, directora general de Cartera Común del SNS y Farmacia, opinó que el plan de biosimilares irá a reducir la variabilidad que hay entre las CC AA en lo que a penetración de estos medicamentos se refiere. Martínez Olmos argumentó que, para eliminarla, el sistema entonces debería ser centralizado. Subrayó que la incorporación de los profesionales a la toma de decisiones será clave. "Puede ser interesante marcarse metas globales, pero la adaptación local teniendo una meta clara y compartida nos llevará a alcanzarla", expresó Lacruz. Martínez Olmos compartió esta visión. Si bien, hay "diferencias regionales en la adhesión" a los biosimilares. Vaticinó que seguramente en un año mejoren los indicadores de esta penetración. Sánchez Aristi participó que no se puede evaluar ni tomar decisiones sin datos, por lo que instó a tener una estandarización de datos, con una plataforma que todo el mundo use de la misma forma.

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En una segunda mesa, moderada por Encarnación Cruz, directora general de BioSim, se trataron las experiencias de éxito en la incentivación del biosimilar como medida de gestión clínica. Expuso que muchos países han implementado estrategias para potenciar los biosimilares y que ven en éstos que pueden ayudar a los diferentes sistemas sanitarios. Félix Lobo, profesor emérito del Departamento de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid, habló de la Gestión clínica, incentivos y biosimilares. Estos temas están incluidos en su libro, que ha escrito con Isabel del Río, que lleva ese título. "La idea de incentivo es central en la economía. Los incentivos que mueven a las personas no son estrictamente económicos. Hay una motivación extrínseca, que viene de fuera, pero hay también motivaciones intrínsecas muy importantes, como la satisfacción por el trabajo bien hecho", especificó. Otro tipo de incentivo que citó es el de la reputación profesional. "Los servicios en nuestro país deberían ser sometidos a un claro proceso de reestructuración. El enfoque debe ser el conseguir la mayor calidad asistencial", manifestó. Recomendó dar preferencia a la fórmula de ganancias compartidas (Gain-sharing), dentro del SNS como una forma de promover el uso de los biosimilares.

A estos programas de ganancias compartidas se refirieron Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Hacienda y Función Pública de la Comunidad de Madrid; Vicente Alonso, director de Asistencia Sanitaria de la Junta de Extremadura, y Rosa Bermejo, gerente del Hospital Universitario Infanta Sofía de Madrid. Fernández-Lasquetty vio que es algo prometedor y opinó que de la pandemia debemos aprender el "hacer las cosas más flexibles". "No se puede perder de vista el gasto en farmacia hospitalaria", consideró. En 2019, se estaba gastando 1.649 millones de euros en Madrid, un 15% más de hace tres años, y alertó de que no debe seguir subiendo a ese ritmo. En el capítulo de recursos, 2021 será bueno, pero dudó de que sean así 2022 y 2023. "El panorama que tenemos delante invita a buscar la manera de aprovechar mejor lo que tenemos", destacó. Los medicamentos biosimilares "deben contribuir de manera significativa a la sostenibilidad del sistema sanitario". Reclamó meter a los biosimilares en la ecuación de una manera mucho más grande a la actual. Puntualizó que, "sin el clínico, esto no va a avanzar". Y, para ello, los incentivos serán importantes.

Alonso alegó que la palabra "eficiencia" debería grabarse a fuego. Desarrolló cómo es la experiencia de los bisimilares en su región. Una de las dificultades fue la desconfianza de médicos y pacientes sobre biosimilares. También se encontraron con el tema de los incentivos económicos como fórmula de productividad variable. En 2016, implantaron un modelo de incentivos para farmacias de receta de los equipos de Atención Primaria basados en criterios de calidad, eficiencia y seguridad. Se hizo durante dos años. En 2019, decidieron suprimirlo y pensar en otras alternativas. Quedan muchas cosas, "es fundamental facilitar formación e información a profesionales y pacientes". Para 2021, están preparando, dentro de los objetivos del uso racional del medicamento, la inclusión de incentivos no monetarios, con la fórmula de ganancias compartidas. Es "una apuesta decidida".

Bermejo acentuó que, en casi todos los hospitales, a finales de año hay un problema con la factura farmacéutica que, quizá, "se podrá afrontar mejor con el incentivo a los biosimilares". En muchos hospitales de Madrid, el número de pacientes naive en tratamiento biosimilar es casi el 100%. El indicador de medicamentos biosimilares en consumo unitario DDD es de un 51,88%. En su entender, la formación y la información en colaboración con los clínicos son las claves del éxito. Desde su punto de vista, los ahorros se deben revertir en el hospital, con la contratación de más equipos, compra de material u otras cosas que estimule a los profesionales a seguir con su prescripción. Reiteró que la formación en biosimilares para profesionales y pacientes es esencial.

Autor: IM Farmacias
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