Carmen Celdrán lleva más de 15 años detrás de un mostrador, por lo que conoce bien de cerca la profesión. Desde que comenzara a ejercer como sustituta, más tarde como adjunta en una oficina de farmacia, después de monitora y coordinadora de ensayos clínicos en laboratorios hasta llegar a ser ...
Carmen Celdrán lleva más de 15 años detrás de un mostrador, por lo que conoce bien de cerca la profesión. Desde que comenzara a ejercer como sustituta, más tarde como adjunta en una oficina de farmacia, después de monitora y coordinadora de ensayos clínicos en laboratorios hasta llegar a ser farmacéutica titular de su propia oficina de farmacia en Pamplona, ha atesorado gran conocimiento y experiencia.
"Lo más gratificante de mi labor como farmacéutica es ser consciente de que somos el profesional sanitario más cercano al que acude el paciente para buscar un remedio de salud, un consejo, un servicio de atención farmacéutica… y eso nos convierte en un eslabón importante de colaboración con otros colectivos sanitarios como médicos y enfermeras". No en vano, la farmacia es el primer punto de atención sanitaria, más aún en la actual situación de pandemia. ¿Cómo se ha vivido en Navarra? "Hemos demostrado que somos imprescindibles. El papel que cumple la farmacia es muy relevante: proporciona al paciente material de protección y seguridad frente a la Covid-19 (con la venta de mascarillas, geles de desinfección etc.) y garantiza su seguridad en todo momento (certificando que en farmacias se venden productos seguros)".
Tampoco hay que olvidar el ahorro que la farmacia supone al sistema de salud. "Realizamos una criba de pacientes atendiendo síntomas menores y así contribuimos a descongestionar los centros de salud".
A la botica de Carmen en Pamplona acuden mayoritariamente personas de edad media entre 40 y 50 años, ancianos y cuidadores. "El modelo de farmacia ha ido evolucionando a mejor en los últimos años. Las nuevas tecnologías han impulsado su digitalización". El resultado: un modelo más digital, más social y más asistencial. "Es el caso de los avances como la receta electrónica, la implantación del SEVeM o la validación de receta privada en soporte de papel", nos cuenta Raquel, y añade: "Todo ello nos ha encaminado hacia la faceta digital".
En Navarra, además, se ha instaurado Nodofarma Asistencial (Plataforma del Consejo que conectará a las 22.000 farmacias en red), que permite dar una asistencia farmacéutica global y homogénea en toda España. "En estos momentos hay que preocuparse por ofrecer una atención farmacéutica de calidad en la farmacia participando en el cribado, prevención y detección precoz de casos de Covid-19". En este punto es esencial la función colaborativa y coordinada con el médico.
Y es que el farmacéutico puede colaborar, y mucho, en labores de rastreo que permitan el control de brotes, a disposición de las autoridades sanitarias para el registro y notificación de casos. "A nivel social hacemos entrega de medicamentos a domicilio y damos a la población el consejo farmacéutico tan necesario hoy en día". Sin duda, la implantación de servicios complementarios como la homeopatía o la dermoestética están manteniéndose, pero no son mayoritarios. "El futuro de la farmacia es compaginar estos servicios con los tratamientos actuales y las necesidades cambiantes de la farmacia".
Los farmacéuticos todavía tienen mucho que demostrar. "Estamos demostrando que somos útiles en tiempos de crisis, al tiempo que colaboramos con la administración, centros de salud, médicos y enfermeras, descongestionando los centros sanitarios".
