Nuestra siguiente entrevistada, Pilar Ezpeleta, comenzó como farmacéutica en una empresa analizando la calidad de los alimentos. Posteriormente trabajó en un proyecto de investigación de ensayos clínicos y más tarde compaginó sus labores con la atención en una oficina de farmacia los fines de semana. Allí encontró su verdadera vocación: ...
Nuestra siguiente entrevistada, Pilar Ezpeleta, comenzó como farmacéutica en una empresa analizando la calidad de los alimentos. Posteriormente trabajó en un proyecto de investigación de ensayos clínicos y más tarde compaginó sus labores con la atención en una oficina de farmacia los fines de semana. Allí encontró su verdadera vocación: "Llevo ejerciendo 21 años, y lo que más me satisface es que se trata de una profesión las 24 horas al día y los 365 días del año con las puertas abiertas colaborando en la mejora de la salud de los pacientes con nuestro consejo y nuestra formación sanitaria".
Precisamente nos habla desde la experiencia cuando pone en valor una vez más el papel esencial del boticario en el sistema sanitario español. "Aún hoy en día es una profesión infravalorada por parte de la administración y parte del sector de enfermería, pero, por el contrario, estamos muy valorados por la sociedad y por el resto de los profesionales sanitarios".
¿Cuál es la función principal del farmacéutico? "Nuestro papel, aparte de dispensar medicamentos, es, ha sido y actualmente está siendo la atención farmacéutica, el asesoramiento nutricional en diversas patologías, el consejo farmacéutico, la detección de reacciones adversas y contraindicaciones, la comprobación de una correcta posología del medicamento prescrito y comprobar la adherencia con un seguimiento farmacoterapéutico en personas mayores y pluripatológicas, entre otras cosas". Labor indispensable en una situación como la provocada por el Covid-19. "Estamos al pie del cañón, ofreciendo el mil por uno, tomando todas las precauciones posibles tanto en el trabajo como en casa". ¿Qué ha cambiado a raíz de la pandemia? "Hacemos más servicio a domicilio sobre todo a pacientes con factores de riesgo o personas mayores, también nos hemos convertido en `rastreadores´ y en `observadores´ de nuestros pacientes".
¿Cómo afecta esto al modelo de farmacia? "Nos hemos adaptado a las necesidades de la sociedad y nos hemos ido especializando y formando cada vez más y mejor. Desde siempre el modelo español ha sido el más cercano y accesible a la sociedad". Claro está, para que siga siéndolo es preciso la colaboración de las instituciones. "La administración debe valorar nuestra aportación para así descongestionar la atención primaria en los centros de salud", asegura Pilar, y concluye: "De esta forma, además, ayudaría a la sostenibilidad de la farmacia sobre todo en el caso de las boticas que se encuentran en zonas despobladas y dispersas y que, aunque no son viables económicamente, no quieren cerrar y dejar de atender a esa población en algo tan importante como la accesibilidad al medicamento".
En palabras de esta experimentada farmacéutica los recortes, copagos e impagos vienen "por una insuficiente gestión y control del gasto sanitario desde hace años". Si el gasto sanitario se gestionara bien "no haría falta ni recortes ni copagos ni habría impagos".
El futuro pasa, pues, por mejorar la gestión del gasto sanitario y por una apuesta decidida por la farmacia como agente esencial de salud. "A pesar de todo soy optimista. Continuamente tenemos que estar demostrando a ciertos estamentos que los farmacéuticos valemos y somos imprescindibles para que el sistema sanitario no se colapse, pero mientras la sociedad y nuestros pacientes nos sigan queriendo tanto, necesitando y demostrándolo, siempre estaremos ahí".
