En la recta final del ciclo de webinars sobre la "salud está en el aire" y el impacto de la Covid-19 en los pulmonares, destacados especialistas en las enfermedades pulmonares disertaron sobre las experiencias generadas con la nueva enfermedad y sobre las posibilidades de contrarrestar el desarrollo de la forma ...
En la recta final del ciclo de webinars sobre la "salud está en el aire" y el impacto de la Covid-19 en los pulmonares, destacados especialistas en las enfermedades pulmonares disertaron sobre las experiencias generadas con la nueva enfermedad y sobre las posibilidades de contrarrestar el desarrollo de la forma fibrótica progresiva e irreversible de la enfermedad pulmonar intersticial.
Además de indagar en algunas aproximaciones no farmacológicas que pudieran preservar o restaurar la función pulmonar.
Aspectos clave de una sesión que sirvió a la compañía Zambon, organizadora de esta serie de encuentros, para poner punto y aparte, aunque no final, a su actividad científica y divulgativa en el campo de la salud respiratoria.
Dr Alberto Papi
Como en las seis entregas precedentes, correspondió al doctor Alberto Papi, director de la sección de enfermedades respiratorias del departamento de Medicina Clínica y Experimental del Universidad de Ferrara (Italia), dar la palabras a los expertos médicos invitados.
En esta ocasión participaron un destacado profesor holandés, especializado en patología respiratoria, y un eminente facultativo del Reino Unido.
Para hablar, desde su amplia experiencia en enfermedad pulmonar intersticial, sobre los cambios morfológicos y funcionales que pueden derivar en daños permanentes para los pulmones después del paso de la Covid-19 por el paciente.
Con la misión, desde sus respectivos puntos de vista de aclarar mitos y constatar realidades clínicas basadas en la evidencia.
El doctor Papi abrió la sesión con alusión a la Covid-19, como no podía ser de otra forma, aunque en un marco de esperanza representado por las nuevas vacunas que se administran desde hace aproximadamente un mes en Europa. En contraste, lamentó, con los escasos avances conseguidos aún en el manejo terapéutico del paciente infectado por SARS-CoV-2 y con afectación respiratoria. Por lo que consideró esencial analizar las secuelas que deja la nueva enfermedad a largo plazo.
Prof. Sami Simons
El doctor Sami Simons, profesor de Salud, Medicina y Ciencias de la Vida en la Universidad de Maastricht (Holanda), informó que, en el 50% de los pacientes de Covid-19, se dan anomalías intersticiales persistentes para el normal funcionamiento de los pulmones. Especialmente de tipo GGO, como señaló, y con efecto de opacidad de fondo de vaso unilateral, confirmado a los seis meses del ingreso hospitalario.
Mientras en esos mismos casos, cuando ya son severos, las anomalías vistas en el mismo plazo de meses corresponden al tipo Tlco, que resulta de multiplicar la prueba de la capacidad de difusión (Kco), en términos de eficiencia respiratoria, por la pérdida de unidades alveolares, localizadas y difusas, con escasa ventilación (Va).
En el primer caso por existir una tasa constante de toxina (CO) en la zona alveolar, ya sea por descenso en el volumen de la sangre de los capilares o por daño en la superficie de los mismos.
Dentro de un debate científico bastante vivo sobre el particular, sobre si los niveles bajos de Tlco redundan necesariamente en fibrosis de pulmón para todos los pacientes que hayan pasado la Covid-19. A la vez que la correlación entre los síntomas y la severidad está tan presente en los casos graves como en los cursos medios de la enfermedad.
Una sintomatología que va del 83% de la fatiga al 57% de la disnea, en el común de los pacientes de Covid-19, y no sólo hospitalizados, como se comprobó en una encuesta realizada a nivel nacional en Holanda.
Dr Luca Richeldi
Como experto reincidente en este ciclo de seminarios patrocinados por Zambon, el profesor Luca Richeldi, especialista y docente de la Fundación Policlínico A. Gemelli IRCCS y la Universidad Católica Sacro Cuore de Roma, abrió su presentación con la intriga de saber si es posible contrarrestar el daño fibrótico progresivo en los pulmones, debido a la Covid-19, cuando aquel ya parece irreversible.
En una presentación en la que asignó porcentajes de patologías respiratorias post-covid, a partir de los datos publicados por los doctores D. J. Ledeler y F.J. Martínez en The New England Journal of Medicine (N Engl J Med) en 2018. Con atribución de un 20% a la fibrosis pulmonar ideopática (FPI), un 20% a la sarcoidosis, un 20% a la neumonitis hipersensibilidad crónica, un 10% a la neumoconicosis y el 10% restante a otras enfermedades pulmonares intersticiales (ILDs).
Richeldi apeló a los argumentos de los investigadores indios y colegas neumólogos Zarir F. Udwadia y Parvaiz Koul, con los que colaboró él mismo, y según cuyas conclusiones, la fibrosis pulmonar post Covid-19 que está a punto de llegar será el tsunami que vendrá después del maremoto.
En una historia natural de este tipo de fibrosis que avanza por tres vías, dentro de las neumonías intersticiales, la mejoría espontánea, bastante frecuente, el estancamiento menos común, y la progresión en la que cabe dar juego a los antifibróticos, aproximadamente, a los seis meses de haberse hecho patente la enfermedad.
En su repaso de los mecanismos de acción y las terapias antifibróticas actuales, Richieldi se refirió en especial a la Pirfenidona, los inhibidores de Gal-3, de la autotaxina, del ácido lisofosfatídico, de JNK, de AT2R y a la vía moduladora mTOR y SAP, también conocida como PTX2. Con lo que completó la información aportada en el cuarto webinar del ciclo sobre Nintedanib, inhibidor de la tirosina quinasa.
Además, hizo alusión al estudio FibroCov que lleva adelante la Agencia Italiana del Medicamento, sobre Pamrevlumab intravenoso, en ensayo de fases 2 y 3 ramdomizadas para conocer su posible eficacia superior a la terapia estándar.
En sus conclusiones finales, el doctor Papi anticipó que el seguimiento prospectivos de la fibrosis debe ser efectuado en todos los pacientes de Covid-19 que hayan revestido importancia anteriormente, especialmente, en lo relativo a pérdidas en la percepción de calidad de vida por parte del paciente que contrajo la nueva enfermedad.
Los ponentes también coincidieron en que las secuelas debidas a la enfermedad surgida abruptamente el pasado mes de marzo, provoca a escala local de los pulmones pérdida de la capacidad de difusión, entendida como la medición del adecuado intercambio de gases en estos órganos. Mientras que, por otro lado, la supervivencia es una magnitud más amplia y especialmente condicionada por las comorbilidades existentes.
En su anterior webinar, el doctor Richeldi había aludido, en otro aspecto, a la utilidad de emplear en administración oral dosis de N-acetilcisteína (NAC), en pacientes con infección de SARS-CoV-2, al haber sido demostrada tanto su eficacia como su seguridad.
