Un buen cuidado de la piel puede prevenir alteraciones y patologías cutáneas pediátricas

Por ello, Ozoaqua ha dedicado una nueva píldora informativa a abordar las necesidades específicas y diferenciales de la piel de los bebés

03/03/2021

Las características diferenciales de la piel del bebé los hacen más vulnerables a las infecciones. Sin embargo, diversos estudios demuestran que un buen cuidado con productos específicos puede llegar a prevenir alteraciones y patologías cutáneas. Por ello, Ozoaqua dedica este miércoles una nueva píldora formativa al `Cuidado pediátrico y las ...

Las características diferenciales de la piel del bebé los hacen más vulnerables a las infecciones. Sin embargo, diversos estudios demuestran que un buen cuidado con productos específicos puede llegar a prevenir alteraciones y patologías cutáneas. Por ello, Ozoaqua dedica este miércoles una nueva píldora formativa al `Cuidado pediátrico y las alteraciones cutáneas más frecuentes´.

Anna Fusté, asesora técnica del laboratorio gallego pionero en dermocosmética de aceite ozonizado, ha analizado cuáles son las necesidades específicas y diferenciales de la piel de los bebés y las nueve alteraciones cutáneas más habituales.

Dermatitis del pañal

Empieza por la dermatitis del pañal, inflamación de la piel de la zona genital y perianal que presenta rojez, escocedura y erosión, "caracterizándose por áreas de una marcada discontinuidad de la barrera cutánea, con heridas en la que se puede producir una sobreinfección por hongos o bacterias", explica.

Esta patología es multifactorial, por lo tanto, "hay muchos factores que influyen en ella, como pueden ser las heces y la orina, la fricción con los tejidos que utilizamos, las bacterias y hongos y la dentición". Estas causas, junto la oclusión del pañal, que significa humedad y aumento del Ph, van a causar esta sintomatología de enrojecimiento, sarpullido, descamación, ampollas, picor y escozor.

En este tipo de lesiones, cuando hay un brote, la experta recomienda siembre practicar una buena higiene antes de un tratamiento con el aceite ozonizado de Ozoaqua. "Entonces, mañana y noche haremos esa limpieza o con la pastilla de jabón de Ozoaqua o el jabón Syndet. La diferencia entre ambos es que el segundo tiene componentes más suaves, así que dependería del nivel de irritación".

Dermatitis atópica

Otro tipo de dermatitis, en este caso la atópica, tiene una prevalencia "muy alta" en los niños (entre el 20 y el 30%). "Es una enfermedad inflamatoria crónica y recurrente de la piel, donde la función barrera está alterada. Cursa con periodos de brote (eccema atómico) y fases de remisión, donde la sintomatología no es tan acusada", detalla Fusté, quien agrega que el 60% de los casos se diagnostica durante el primer año de vida, y tiene un elevado componente hereditario. Y hay un riesgo de complicaciones por rascado, lo que implica posibles infecciones.

Así pues, entre la sintomatología de la dematitis atópica, la piel está altearada, con prurito intenso que le puede incluso alterar el sueño. Síntomas que van asociados también a un proceso de inflamación, a una sequedad extrema y a un eritema, y que pueden resolver el aceite ozonizado.

Costra láctea

No son las dos únicas dermatitis más frecuentes en la piel de los bebés. La llamada costra láctea suele ser igualmente prevalente. Esta alteración afecta a la zona del cuero cabelludo del bebé, aunque algunas veces puede extenderse a zonas del rostro. "Es considerada por algunos profesionales como una dermatitis seborreica del lactante, y es habitual en recién nacidos y hasta los 3 años, que presentan escamas gruesas, con costra, amarillas y con borde delimitado rojizo o marrón", apunta.

No obstante, agrega, "es benigna y desparece por sí sola, aunque sí es bastante aparatosa". Para resolverla, la especialista prescribe intentar cuidar diariamente la zona afectada, dejando actuar entre 30 y 60 minutos el aceite. "Luego, es muy importante para el día a día llevar a cabo una buena higiene, por ejemplo con el Gel Syndet de ozono, para que estas costra no vuelvan a aparecer".

A continuación habla de la dermatitis peribucal, es decir, la erupción dental que aparece con los primeros dientes de un bebé. "Este proceso puede provocar irritación de la piel alrededor de la boca", indica la formadora, debido sobre todo al constante del babeo, el cual produce sarpullido y aumento de lacto de la masticación. "En este caso el tratamiento en la zona será el tratamiento directamente con aceite de ozono, que lo aplicaremos cada 12 horas cuando haya brota. Cuando se haya resuelto, mantendremos un buen cuidado diario haciendo una higienización y con una crema facial para hidratar".

Sudaminas

Por otro lado, entraría entre las alteraciones cutáneas más frecuentes las sudaminas o milarias, "una dermatitis vesiculosa que consiste en una inflamación de las glándulas sudoríparas cerinas y que afecta fundamentalmente a los bebes debido a su inmadurez para regular la temperatura y el sudor". Suele presentarse en forma de sarpullido con granos del tamaño de una cabeza de alfiler: rojos (malaria rubra) o blancos (milaria cristalina), principalmente en cuello y zonas de pliegues, los hombros y el pecho. Además, concreta Fusté, "generalmente es indolora, pero en contadas ocasiones, puede provocar infecciones bacterianas, que sí son dolorosas".

En este caso, el protocolo de actuación dermofarmacéutica cuando hay brote será hacer una buena higiene con pastilla de jabón o el Syndet y poner dos veces al día el aceite ozonizado. Junto a estos hábitos, la experta aporta unas recomendaciones generales. "Mantener al bebé fresco y seco cundo el clima sea cálido, con el uso de aire acondicionado o ventiladores que pueden ayudar a evaporar la humedad y refrescar al bebé. Y vestirlo con ropa ligera, suave y que transpire".

Impétigo

Sale a relucir igualmente una infección bacteriana de la piel muy frecuente en niños, el impétigo. Generalmente es causada por la bacteria estafilococo, pero algunas veces el estreptococo también puede originarla. "El Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) se está convirtiendo en una causa común", agrega. Por lo tanto, el principal problema es que es una alteración "altamente contagiosa que se transmite por contacto directo".

Sus síntomas son muy identificables: pequeñas ronchas rojas que se convierten en ampollas o granos; comezón que supura y a veces forma costras de color ámbar; lesiones frecuentes alrededor de la nariz y de la boca, en las manos y en los antebrazos, y en los niños pequeños, en la zona del pañal.

En este sentido, "va a ser muy importante la limpieza tanto del bebé como de las personas que están en contacto. La pastilla de jabón de Ozoaqua está más concentrada, con lo cual va a ser más tratante en este caso. Secaremos y aplicaremos el aceite dos veces al día". Cuando haya remitido este impédigo y las lesiones estén mejor, para el cuidado diario y la prevención es recomendable usar un jabón específico, como el Syndet y una crema corporal.

Molluscum contagiosa

El contacto directo también es la causa de la molluscum contagiosa, una infección de origen vírico que cursa con pápulas o nódulos elevados con aparinencia de perla, osada o blanquecina en la piel.

"Es común en niños de entre 1 y 12 años, y puede ser un poco más frecuente en niños con DA, ya que la piel pierde su capacidad como farera cutánea y son más fáciles las sobreinfecciones", apunta. "Sus síntomas son la aparición de pápulas o protuberancias pequeñas, que no duelen, frecuentemente presenta un hoyuelo en el centro y a veces comezón. Puede alargarse en paciente con cierto grado de inmunosupresión (DA)".

En ocasiones, cuando se trata de moluscos se realizan curetajes o incluso se eliminan con nitrógeno líquido. Después de esta práctica, argumenta Fusté, "será muy importante un cuidado intensivo con buena higiene y tratar la piel con el aceite para que cicatrice sin molestias. Para el mantenimiento siempre utilizaremos jabones con activos más suaves".

Muguet

Un sistema inmune débil o por desarrollar, un tratamiento prolongado con antibióticos, que destruyen la flora bacteriana, o con corticoides, así como biberones tetinas o chupetes mal esterilizados, son las causas de la siguiente afección que aborda en la sesión formativa, el muguet. "Se trata de una infección común y fácil de tratar, causada por por hongos levaduriformes de la lengua y el revestimiento de la boca. Es habitual en recién nacidos o en menores de 12 meses", subraya, concretando que se caracteriza por lesiones aterciopeladas y blanquecinas en la boca y en la lengua.

En este caso, el protocolo de actuación se centrará directamente en el aceite y dos aplicaciones al día para reducir la infección fúngica. Asimismo, "evitaremos el exceso de succión con el chupete o biberón y lavaremos los chupetes y tetinas con agua caliente y jabón".

Exantema lírico de boca-mano-pie

Por último, si un menor de cinco años presenta fiebre, dolor de cabeza, pérdida de apetito, erupción con ampollas en manos, pies y en la zona del pañal, dolor de garganta, úlceras en boca, lengua y garganta e irritabilidad, es muy probable que se haya contagiado del exantema lírico de boca-mano-pie, causado por el virus Coxsackie A16 y que se propaga fácilmente por contacto directo a través de fluidos.

Además de la buena higiene en las zonas irritadas, es conveniente utilizar el aceite, que está indicado para evitar infecciones o sobreinfecciones, para calmar el picor o el dolor, para bajar la inflamación y para que cicatricen bien las lesiones. Y otras recomendaciones para esta alteración sería cuidar la dieta, concluye Fusté. "Los alimentos fríos (helados, polos, batidos) pueden ayudar a los niños que tengan dificultades para tragar. También es adecuado evitar las bebidas calientes, los refrescos y las bebidas ácidas".

Autor: IM Farmacias
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