Enrique Eguizábal finalizó sus estudios de farmacia hace 7 años. Tras realizar las estancias tuteladas en farmacia hospitalaria y en oficina de farmacia descubrió que su verdadera vocación era estar en contacto con el público ofreciendo una atención farmacéutica personalizada. "Me lancé a esta fantástica aventura en una pequeña farmacia ...
Enrique Eguizábal finalizó sus estudios de farmacia hace 7 años. Tras realizar las estancias tuteladas en farmacia hospitalaria y en oficina de farmacia descubrió que su verdadera vocación era estar en contacto con el público ofreciendo una atención farmacéutica personalizada. "Me lancé a esta fantástica aventura en una pequeña farmacia rural cercana a Zaragoza. Sin duda, lo mejor de esta profesión es la confianza y el especial lazo de unión que se genera entre el farmacéutico y los pacientes en el medio rural".
El perfil prevalente son los pacientes pensionistas. "La pandemia ha afectado de lleno a nuestra farmacia en cuanto a la carga de trabajo asistencial y a la forma de trabajar se refiere", afirma Enrique, y añade: "Hemos tenido que desarrollar distintas medidas higiénicas y de protección para evitar contagios. En una farmacia rural pequeña como la nuestra, el personal es limitado lo que no permite hacer turnos de trabajo. Esto conlleva a un agotamiento a la larga".
Trabajo exhausto que ha merecido la pena. "Mucha población ha preferido volver al medio rural en lugar de quedarse en la ciudad. A ello se suma que el consultorio no ha prestado asistencia presencial a los pacientes, lo que ha convertido a la farmacia en un punto de referencia de asistencia sanitaria". Lo mejor: "la recompensa de los pacientes cada día".
Cómo afectan estos cambios al modelo de oficina de farmacia. "De un modelo centrado básicamente en la dispensación del medicamento hemos evolucionado a otro enfocado a la puesta en marcha de los servicios profesionales, valiéndonos de las nuevas tecnologías y siempre buscando la mejora en la atención del paciente". Claro está, todo esto se ha producido en consonancia con la transformación del propio consumidor hoy en día mucho más preocupado por su salud y bienestar. A pesar de ello, la farmacia se enfrenta a grandes desafíos como son "las continuas medidas de recorte del gasto farmacéutico y el fenómeno de la despoblación". A ello hay que añadir "la inexistencia de medidas compensatorias para la farmacia rural y la situación económica actual".
De qué depende el mantenimiento de la actual farmacia. "Dentro del debate sobre el modelo de farmacia debemos considerar la importancia de la diferenciación y el posicionamiento como un recurso imprescindible para nuestro sostenimiento. Tenemos que aprovechar los recursos que tenemos a nuestra disposición para consolidar una farmacia en la que se complemente la venta y la dispensación con información y consejo experto, sin tener miedo de ofrecer toda la gama de servicios que otorguen el valor añadido demandado por el paciente".
Para ello ¿cuáles son las claves? "Avanzar en la atención farmacéutica personalizada integrando a la atención primaria". Para que puedan germinar estas nuevas iniciativas "es de vital importancia la retribución de estos servicios, además ayudaría a aumentar la percepción del valor añadido del servicio prestado". Es el caso, por ejemplo, de la remuneración de las guardias que evitarían la total ausencia de servicios básicos en determinadas poblaciones.
Un sistema fortalecido y valorado socialmente, esa es la receta. "Hay que tomar medidas estructurales que garanticen la supervivencia de la farmacia rural y permitan desarrollar nuestra labor manteniendo unas mínimas condiciones laborales, personales y económicas".
