"Lo que más vendo son medicamentos. Los servicios complementarios pueden suponer un 30%"

¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? En a pie de calle, siempre en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a estas y otras preguntas clave.

29/04/2021

Antonio Jiménez atesora gran experiencia y dedica­ción. Farmacéutico comunitario de vocación, ama la farmacia desde que tenía conciencia: "Me licencié en el año 1985 y comencé mi an­dadura como alférez de farmacia en el Hospital Militar de Santa Cruz de Tenerife haciendo la mili. Posteriormente estuve en la universidad preparando ...

Antonio Jiménez atesora gran experiencia y dedica­ción. Farmacéutico comunitario de vocación, ama la farmacia desde que tenía conciencia: "Me licencié en el año 1985 y comencé mi an­dadura como alférez de farmacia en el Hospital Militar de Santa Cruz de Tenerife haciendo la mili. Posteriormente estuve en la universidad preparando la tesis y colaborando en el departa­mento de farmacología. Más tarde me incorporé como farmacéutico titular en la farmacia del Puerto de Santa Cruz (Cáceres), al tiempo que ejercía de inspector farmacéutico. En el año 1994 me trasladé a la botica de Jaraíz de la Vera (Cá­ceres), donde velo por la salud de mis vecinos".

Toda una carrera dedicada a la actividad far­macéutica. Su farmacia rural en este municipio cacereño de apenas seis mil habitantes es un espacio de encuentro y referente para la mayoría de la población pensionista: "Hemos sido un agente fundamental en la gestión de la pandemia, sobre todo en lo que se refiere al acceso controlado al medicamento".

Y es que el Covid-19 ha venido a reafirmar, aún más si cabe, el papel esencial de los farmacéuticos no sólo en prevención, sino también en asesoramiento, garantía de las pautas, segui­miento farmacológico, etc. "Somos el servicio más cercano a la población y, como tal, hemos cambiado en proporción directa a como lo ha hecho la demanda sanitaria".

Al pie del cañón, los boticarios han sido piezas claves en la atención al ciudadano: "El esfuerzo para trabajar en condiciones difíciles ha sido considerable". Una labor que, además, se en­frenta a otros retos como la digitalización o la deshumanización. "La primera aporta mayor eficacia en muchos aspectos de la profesión, aunque el precio en el trato con el paciente se resiente y se produce una deshumanización de los servicios".

El trato personal o el contacto con el cliente, cuestiones intangibles pero que tanto definen al boticario. "Lo que más vendo en mi farmacia son medicamentos. Los servicios complemen­tarios pueden suponer un 30%, casi todos en relación con los análisis clínicos".

La defensa de servicios profesionales prestados por farmacéuticos es algo genuino de la profesión: "En otros ámbitos hay otras profe­siones que también procuran dar esos servicios. El problema es que intentar cubrir todas las facetas que se pueden realizar puede llevarnos a no realizar bien alguna, por eso es necesario valorar correctamente nuestros recursos y los medios disponibles". En este sentido, la unión para buscar la especialización compartiendo servicios puede ser un camino a explorar.

Por supuesto, los nuevos servicios deben ser remunerados: "Nadie valora lo que no cuesta nada". Antonio también revindica las guardias, pues "es una cuestión que afecta directamente al ámbito rural".

¿Cómo ser sostenible a largo plazo? "Siendo muy sensibles a las necesidades de los pacientes, colaborando con la administración y sabiéndo­nos adaptar a las demandas en cuanto a servicios, colaboraciones y asesoramiento farmacéutico".

Sin duda, el máximo valor de la farmacia son los pacientes: "Si los cuidamos a ellos, nos cuidaremos nosotros. Tenemos un contacto tan estrecho con los pacientes que no resulta difícil percibir sus necesidades, y es ahí donde debemos esmerarnos, pues somos insustituibles en nuestro trabajo sanitario".

Autor: IM Farmacias
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