Protección contra la luz azul de las pantallas

Móviles, ordenadores, televisores, tabletas… las pantallas han pasado a ser una prolongación de nuestros dedos y nuestros ojos. Ahora numerosos estudios nos alertan de sus consecuencias en la piel. Toca protegerse frente al daño que provocan.

02/06/2021

Se conoce como `digital Aging´, o lo que es lo mismo: envejecimiento digital. Y se produce por el incremento de contacto con HEV (High Energy Visible), más conocida como luz azul, que proviene de las pantallas con las que nos rodeamos: móviles, televisores, ordenadores, tabletas... pero también está presente en ...

Se conoce como `digital Aging´, o lo que es lo mismo: envejecimiento digital. Y se produce por el incremento de contacto con HEV (High Energy Visible), más conocida como luz azul, que proviene de las pantallas con las que nos rodeamos: móviles, televisores, ordenadores, tabletas... pero también está presente en la luz del sol.

Las consecuencias en la piel son una mayor deshidratación, lo que acelera su envejecimiento e incrementa la aparición de manchas. Para contrarrestar su efecto sobre la piel, la dermocosmética se ha puesto en marcha, incluyendo en sus fórmulas activos que actúan como escudo: la Vitamina E, C, pre y probióticos, antioxidantes como la­carnosina y extractos de plantas como la baicalina, entre otros. También es fundamental la protección de amplio espectro UVA, UVB y UR (también la luz azul) cuando la piel está expuesta al sol.

Las opsinas: clave para actuar como pantalla

Como es lógico, los ojos son una zona especialmente sensible a esta exposición prolongada a la luz, y por extensión, la piel que los rodea. Quien ha investigado las consecuencias de la luz azul en esta zona concreta son los Laboratorios Lierac. Estas son algunas de las conclusiones a las que han llegado tras un interesante estudio que nos ayuda a entender cómo afecta la luz azul en la piel.

"Con una longitud de onda débil, la luz azul se caracteriza por un tipo de brillo deslumbrante, que tiene sus consecuencias", nos explican desde Lierac. "Esta nueva forma de contaminación afecta a la visión, puede provocar dolores de cabeza, pero también fatiga mental y física. Perturba igualmente la producción de la hormona melatonina que controla el sueño". Y la piel también se ve afectada. Lierac nos habla de las opsinas: proteínas foto-receptoras encargadas de absorber la luz y su respuesta frente a un exceso de luz azul: "Conocíamos perfectamente su presencia a nivel de las células de la retina. No obstante, en 2015 los cientí­ficos la descubrieron también en la piel".

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Autor: IM Farmacias
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