SIGRE, el Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor del sector farmacéutico, se encuentra de celebración. Este mes de junio se cumplen 20 años de su puesta en marcha. Se organizó un encuentro informativo online este lunes para hacer balance de estos 20 años de la alianza medioambiental de la ...
SIGRE, el Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor del sector farmacéutico, se encuentra de celebración. Este mes de junio se cumplen 20 años de su puesta en marcha. Se organizó un encuentro informativo online este lunes para hacer balance de estos 20 años de la alianza medioambiental de la industria farmacéutica, las farmacias y las empresas de distribución farmacéutica y analizar los principales retos de futuro de SIGRE.
Juan Carlos Mampaso, director general de SIGRE, destacó que éste es "el mayor proyecto colaborativo del sector farmacéutico para velar por la salud de la sociedad y del entorno". Explicó que SIGRE se creó en 1999, aunque su puesta en marcha fue en 2001, para evitar que los restos de medicamentos y sus envases se tirase a la basura o al desagüe. En SIGRE está "todo el sector". Actualmente, 336 laboratorios están adheridos, además de todas las farmacias españolas. "La farmacia es nuestra cara visible frente al ciudadano", dijo. La distribución realiza la logística inversa y los laboratorios realizan una aportación por cada envase. La planta actual es pionera y tiene un alto grado de robotización e Inteligencia Artificial. "SIGRE durante estos 20 años ha estado obsesionado por la sensibilización", apuntó.
Mampaso repasó los principales hitos cumplidos por SIGRE desde 2001. Por ejemplo, en 2015, elaboraron la primera guía de ecodiseño de envases. Gracias a la participación de toda la red de farmacias, nueve de cada diez ciudadanos conoce la ubicación del Punto SIGRE. De los 29 gramos por habitante y año en 2001 se ha pasado a superar los 100 gramos. La mayoría de las personas deposita envases vacíos. Para el futuro, "como el ciudadano es el eje de SIGRE", se quiere afianzar y mejorar la colaboración ciudadana y seguir avanzando en la difusión internacional del modelo SIGRE.
Humberto Arnés, presidente de SIGRE y director general de Farmaindustria, incidió en el valor de la colaboración. Subrayó que tiene un doble objetivo, por un lado, el medioambiental y, por otro, que no se haga un mal uso de los medicamentos. "Después de 20 años de trayectoria, estamos logrando estos objetivos, gracias a la participación activa de todos los ciudadanos", afirmó. Como consecuencia del reciclado de estos residuos, se ha evitado la tala de 165.000 árboles, el equivalente a diez parques como el del Retiro, en Madrid. "El compromiso de toda la industria con el medio ambiente es muy firme", certificó. Más de 300 compañías han desarrollado planes de ecodiseño de envases. Se ha reducido en un 25% el peso de los materiales utilizados.
Por su parte, Matilde Sánchez, vicepresidenta de SIGRE y presidenta de la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar), remarcó que la lucha contra el cambio climático es un desafío para el sector. "La distribución farmacéutica es consciente de que la actividad que realiza es sensible para el medio ambiente", aseveró. La gran mayoría de empresas de distribución está certificada en gestión medioambiental. A su juicio, "el papel de la distribución en estas dos décadas ha sido esencial". Indicó que los mayoristas han aportado a SIGRE sus recursos humanos y técnicos. La distribución retira los residuos gracias a un sistema de logística inversa, aprovechando las rutas de reparto, y colabora en las campañas de comunicación y sensibilización de SIGRE.
Jesús Aguilar, vicepresidente de SIGRE y presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), declaró que los farmacéuticos están muy orgullosos de la labor desempeñada por SIGRE y de participar en el proyecto. "Los farmacéuticos contribuimos, a través de SIGRE, a los Objetivos de Desarrollo Sostenible", expuso. Dentro de la labor asistencial de los farmacéuticos, está la promoción de un correcto reciclaje de los envases de medicamentos y de un buen uso de éstos.
En el turno de preguntas, Mampaso aclaró que durante la pandemia se hizo una campaña para dejar claro que guantes y mascarillas no se depositan en el punto SIGRE. Durante esta crisis sanitaria, todos los residuos sufrieron y 2020 acabó con un 10% de recogida menos que el año anterior. Esto se debe a que se dispensaron menor envases y a que se pidió que todos los restos de medicamentos de las personas con Covid-19 fueran depositados en bolsas aparte.
