Se trata de una situación sanitaria crítica, como lo define Ma Concepción Sánchez Montero, presidenta del COF Guadalajara, "que no ha conseguido que se hagan políticas sanitarias comunes, caracterizada por una gran descoordinación entre profesionales, y que no ha contado con un colectivo sanitario como es el farmacéutico, en la ...
Se trata de una situación sanitaria crítica, como lo define Ma Concepción Sánchez Montero, presidenta del COF Guadalajara, "que no ha conseguido que se hagan políticas sanitarias comunes, caracterizada por una gran descoordinación entre profesionales, y que no ha contado con un colectivo sanitario como es el farmacéutico, en la estrategia nacional para luchar contra el Covid-19. Un colectivo que, como se ha demostrado durante este último año y medio, ha sido capaz de trabajar eficazmente, preparado digitalmente para dar la trazabilidad necesaria, cercano y accesible".
Los farmacéuticos están acostumbrados a dar el máximo de sí mismos en cualquier situación. Si por algo se han caracterizado a lo largo de la historia es por estar cerca de los pacientes, siendo los primeros profesionales sanitarios a los que acuden cuando tienen problemas de salud. Hoy en día, en el segundo verano conviviendo con la pandemia, "como el resto de profesionales sanitarios, estamos muy cansados, algo decepcionados, pero con más ganas si cabe que al principio de ayudar y colaborar para salir de esta situación".
Errores
Muchos llevan repitiendo desde que se inició la pandemia que el potencial farmacéutico está siendo desaprovechado, y desde el punto de vista de Sánchez, "uno de los grandes errores que se está cometiendo en esta crisis sanitaria, d es que no se están usando todos. los recursos sanitarios que tenemos como sociedad".
La farmacia es un gran recurso social y lo ha demostrado con creces. La presidenta recuerda que han sido vitales para todos los pacientes, han actuado como sanitarios, como psicólogos, como amigos, exponiendo su propia salud. "Guardando nuestros miedos y temores, hemos liderado la Sanidad en la calle, sin ninguna ayuda, prácticamente solos. En cambio, nuestra Administración no ha considerado necesaria nuestra participación de forma mucho más activa y coordinada con el resto de profesionales sanitarios, aunque nuestro ofrecimiento siempre ha estado encima de la mesa, quizás por tender hacia estrategias más enfocadas a lo político que a lo sanitario, la colaboración público-privada es algo bueno, que no tiene porque ser considerado como un estigma".
También considera que, como farmacéuticos, su formación les habilita perfectamente para vacunar, algo que ocurre ya en muchos países europeos. La prueba es que desde el Colegio de Farmacéuticos de Madrid se han vacunado a más de 12.000 profesionales farmacéuticos de manera rápida, eficaz y segura. "Incluir a los farmacéuticos que quisieran, como profesionales sanitarios que pudieran vacunar en sus farmacias, siempre y cuando cumplieran los requisitos necesarios, haría que llegáramos de una forma mucho más rápida a muchos más pacientes. Ayudando a aumentar el ritmo de vacunación en jóvenes, que como estamos viendo es esencial. Llega un futuro marcado por la cronicidad, por una sociedad envejecida, la incorporación de la farmacia a esta estrategia no debería ser una opción, porque ya es una necesidad".
