La Federación de Asociaciones Científico-Médicas Españolas (FACME), desea manifestar que: A petición de la Dirección General de Salud Pública, FACME (Federación de Asociaciones científico Médicas de España), que agrupa a 46 sociedades, elaboró unas recomendaciones que envió al Ministerio de Sanidad en fecha 30 de agosto de 2021 y fueron remitidas ...
La Federación de Asociaciones Científico-Médicas Españolas (FACME), desea manifestar que:
A petición de la Dirección General de Salud Pública, FACME (Federación de Asociaciones científico Médicas de España), que agrupa a 46 sociedades, elaboró unas recomendaciones que envió al Ministerio de Sanidad en fecha 30 de agosto de 2021 y fueron remitidas a la Ponencia de Vacunas para su consideración. El documento está públicamente accesible aquí.
Las recomendaciones de FACME, consensuadas por las sociedades científico médicas federadas, señalaban lo siguiente:
− En línea con las recomendaciones de la OMS, FACME considera que los esfuerzos deben ir principalmente dirigidos a extender la vacunación con el fin de mejorar la protección global frente a la enfermedad y disminuir la circulación del virus y la aparición de variantes. En este momento, no se dispone de la evidencia suficiente que permita establecer si existe la necesidad de una dosis de refuerzo para administrar en la población con pauta vacunal completa ni cuáles serían las indicaciones adecuadas para esa eventual dosis de refuerzo. Se entiende el término "dosis de refuerzo" como una dosis de vacuna que se administra debido a la pérdida de una respuesta adecuada a la pauta normal de vacunación.
− Es necesario seguir obteniendo información sobre la duración de la protección generada por la vacuna, aspecto para el que no es suficiente simplemente realizar determinaciones de niveles de anticuerpos circulantes. La evidencia necesaria sobre la posible disminución de la protección con el tiempo y ante las nuevas variantes, debe considerar la complejidad de los distintos mecanismos de protección inmune y la evolución del virus. Además, debe aportar los datos reales de protección, distinguiendo protección frente a la infección de protección frente a enfermedad grave. Asimismo, debe evaluarse correctamente la aportación que consigue una dosis de refuerzo para el fin concreto que se persigue con ella (p.ej. prevención de enfermedad grave).
− El único escenario en el que en este momento se valora la posible administración de una dosis adicional de vacuna es en personas que, por su situación particular, no desarrollan una respuesta adecuada con la pauta normal de vacunación y pueden conseguir una mejor protección frente a la enfermedad con una pauta de vacunación con tres dosis de vacuna de ARNm, teniendo en cuenta, además, su mayor riesgo de complicaciones o muerte en caso de desarrollar la COVID-19. Esta dosis adicional, de hecho, no es una dosis de refuerzo, sino que se trata de una modificación en la pauta de primo vacunación, que se completa con una dosis adicional. A continuación, FACME, en el documento remitido al ministerio el 30 de agosto, propuso unas situaciones concretas para esta dosis adicional, añadiendo la evidencia disponible.
Conocida por los medios de comunicación la decisión de la Comisión de Salud Pública para administrar dicha tercera dosis adicional en personas con posible respuesta inadecuada a la pauta estándar de dos dosis de vacuna, la valoración de FACME es la siguiente:
FACME seguirá evaluando el conocimiento científico y emitiendo futuras revisiones de estas recomendaciones, que podrían incluir, entre otros a pacientes oncológicos en tratamiento citotóxico, pacientes oncohematológicos y pacientes tratados con inmunosupresores tales como micofenolato, abatacept o corticoides mantenidos a dosis altas.