Este sentimiento no se produce porque quieran medallas ni aplausos, tal y como nos cuenta Alejandro García Nogueiras, presidente del COF Valladolid. "Queremos reconocimiento para facilitar nuestro trabajo, permitiendo la sustitución por forma farmacéutica, por número de unidades, la dispensación activa desde la oficina de farmacia, renovación de tratamientos consolidados, ...
Este sentimiento no se produce porque quieran medallas ni aplausos, tal y como nos cuenta Alejandro García Nogueiras, presidente del COF Valladolid. "Queremos reconocimiento para facilitar nuestro trabajo, permitiendo la sustitución por forma farmacéutica, por número de unidades, la dispensación activa desde la oficina de farmacia, renovación de tratamientos consolidados, cartera de servicios farmacéuticos etc. Es decir, que se nos reconozca como propio lo que hemos realizado durante la pandemia sin ningún tipo de problema, con los centros de Atención Primaria cerrados o con atención telefónica. Un reconocimiento que, por otro lado, sí hemos sentido en la población".
Desde el punto de vista del presidente, el farmacéutico está formado y preparado para realizar una serie de funciones que no permiten las autoridades sanitarias. Actuaciones que han sido necesarias en la pandemia para garantizar el bienestar de la población, y que no han producido ni un solo problema sanitario.
"Entendemos que la administración tenga dudas, por ser la farmacia un establecimiento sanitario y a su vez de propiedad privada. Pero nosotros entendemos que ese problema con las tecnologías actuales no existe. Es decir, si se usan de manera irregular estas atribuciones, la administración tiene medios para identificar y sancionar adecuadamente, cosa que los Colegios apoyaremos rotundamente. Pero debemos dejar realizar su trabajo a la inmensa mayoría de los boticarios, que realizan una labor sanitaria impecable".
Colaboración
Sobre la coordinación entre los centros de Atención Primaria y las farmacias, desde el COF Valladolid señalan que ha mejorado ligeramente, pero solo en aquellos centros donde existe esa voluntad. En la provincia llevan meses trabajando en ello, en principio con tres centros de salud a propuesta de ellos. "Se nombró un coordinador del centro y un coordinador de las oficinas de farmacia que dan servicio a ese centro. La experiencia está siendo muy satisfactoria, y se están resolviendo problemas comunes. La coordinación es necesaria para solucionar problemas a la población, evitando desplazamientos y agilizando las soluciones. Por desgracia esto depende de las personas que están en los centros de salud y su disponibilidad al trabajo y al diálogo. Pero donde existe, está funcionando maravillosamente", manifiesta García.
La farmacia clama por la necesidad de una reforma sanitaria que contemple varias medidas, entre ellas el reconocimiento claro de cuál es la posición real de la farmacia comunitaria en la cadena sanitaria, tal y como reclama el presidente. "En la cadena de salud de una persona está, y así debe ser, un eslabón imprescindible que es el diagnóstico y la prescripción, que entendemos debe realizar un médico. Pero en la otra parte de la balanza está la dispensación y el seguimiento farmacoterapéutico, que debe ser realizado por un farmacéutico. El acceso al medicamento y seguimiento debería estar garantizado al mismo nivel que el diagnóstico y prescripción".
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