Maria Palou (Barcelona) Nos trasladamos hasta Cardedeu, municipio del Vallès Oriental, donde se encuentra la farmacia de Maria Palou: "Regento una farmacia de barrio donde atendemos con cariño y dedicación a nuestros vecinos. Además, al estar cerca del ambulatorio, también ejercemos un papel de primeras dispensaciones y de prescripciones de urgencia ...
Maria Palou (Barcelona)
Nos trasladamos hasta Cardedeu, municipio del Vallès Oriental, donde se encuentra la farmacia de Maria Palou: "Regento una farmacia de barrio donde atendemos con cariño y dedicación a nuestros vecinos. Además, al estar cerca del ambulatorio, también ejercemos un papel de primeras dispensaciones y de prescripciones de urgencia de la población".
El modelo ha avanzado, pero no sin ciertas dificultades. "Ha sido posible gracias al esfuerzo del colectivo de farmacéuticos y al compromiso que tenemos con el paciente para la mejora de su salud". Aun así, quedan cosas pendientes: "Es preciso que el sistema nos tenga realmente en consideración como primer y fundamental punto de contacto del paciente con la sanidad". Y es que el sector ha realizado una labor encomiable durante la pandemia: "Las circunstancias nos han obligado a actualizar muchos procedimientos diarios en cuanto al trato con el paciente y, sobre todo, a la educación sanitaria. El exceso de información de la población ha reforzado nuestro papel educativo, respondiendo sus dudas y siendo una fuente fiable".
Está claro, se ha puesto en valor la esencialidad de la farmacia. Una farmacia que está en continuo cambio: "Hay dos tipos de modelo de farmacia; uno más comercial, donde el paciente no es el objetivo, sino que lo son las ventas, y otro modelo donde la salud del paciente es el principal target. Es este último en el que está habiendo más evolución en beneficio a la oficina de farmacia". La botica de Maria vende sobre todo fármacos, debido, en parte, a su localización: "Los servicios complementarios, aunque los ofrecemos, no tienen gran aceptación. Por una parte, la mayoría de servicios son los que prestamos a través de los laboratorios, los cuales los clientes ven un carácter más comercial; luego están los ofrecidos por nosotros como farmacia, que tienen bastante aceptación, pero nos vemos limitados por el tiempo y por las limitaciones legales".
Sin embargo, el futuro pasa por seguir apostando por estos servicios complementarios. "Sólo así será posible hacer una farmacia sostenible y a anzar el primer acceso del paciente al sistema sanitario aumentando el poder del farmacéutico en la prescripción y tratamiento de síntomas menores y creando una cartera más amplia de principios activos para poder tratar al paciente".
Maria es partidaria de que sean remunerados por el sistema de salud público, que "debería financiar no sólo el SPD o la tensión, sino también organizar programas donde el farmacéutico pueda ejercer de agente al servicio de la salud en prevención y cribado de enfermedades".
En definitiva, la sostenibilidad a largo plazo exige el apoyo sin fisuras de los agentes públicos y el fortalecimiento del farmacéutico como personal sanitario.
