Julen Bidegain (Navarra) Nos vamos hasta Obanos, una villa de 900 habitantes enclavada en el corazón de la Comunidad Foral de Navarra para conocer la botica que en 1977 abriera la madre de nuestro siguiente protagonista. Tras 40 años de servicio a los vecinos de Obanos, María Dolores Aizpún se jubiló, ...
Julen Bidegain (Navarra)
Nos vamos hasta Obanos, una villa de 900 habitantes enclavada en el corazón de la Comunidad Foral de Navarra para conocer la botica que en 1977 abriera la madre de nuestro siguiente protagonista. Tras 40 años de servicio a los vecinos de Obanos, María Dolores Aizpún se jubiló, y Julen decidió coger su testigo. "Estoy satisfecho de haber tomado esta decisión porque en mi actual dedicación tengo la sensación de ayudar directamente a las personas, de solucionar problemas, de escuchar y de actuar en consecuencia. Mi objetivo personal radica en que cada persona salga de la farmacia un poco mejor de como ha entrado".
La botica como lugar de encuentro, de servicio y de atención farmacéutica: "En la farmacia rural la confianza es la piedra angular ¡Lo es todo! Conocer a cada persona implica un abordaje específico. El perfil de cliente de la farmacia es variado, incluye personas mayores, jóvenes y también peregrinos, por ser cruce de caminos hacia Santiago".
¿Cómo se ha vivido el coronavirus desde el entorno rural? "La aparición del Covid ha reforzado el perfil asistencial del farmacéutico, máxime teniendo en cuenta la dificultad para ser atendido presencialmente en los centros de salud. Para mí personalmente ha supuesto un antes y un después, un aprendizaje donde he reforzado la empatía y los lazos de confianza con los clientes". El fármaco representa en la farmacia de Julen un 65% de la facturación anual. "Vamos creciendo de manera paulatina en los productos de parafarmacia intentando fomentar el cuidado personal, pero sigue siendo complicado competir con las grandes superficies o con internet". Y es que está claro que esos establecimientos ofrecen precios netamente inferiores, "pero nunca podrán conseguir lo que nosotros ofertamos: consejo personalizado, conocimiento y buen uso del producto".
Los servicios complementarios de la farmacia van adquiriendo cada vez más importancia: "Para hacernos indispensables en la sociedad debemos avanzar en el camino de los servicios, no quedarnos en meros dispensadores. Los SPDs, la toma de tensión arterial, la medición de parámetros como glucosa o las consultas nutricionales, son herramientas que suman en nuestra profesión y ayudan a descongestionar los centros de salud".
Desde luego, y además tienen valor por sí mismo, de ahí la necesidad de que sean remunerados: "Es por ello que el copago sigue siendo fundamental y necesario para sostener el sistema sanitario. Una pequeña aportación es la diferencia entre llevarse a casa 3 paracetamoles que no necesitas o no llevártelos porque debes pagar 25 céntimos". El futuro, según Julen, pasa por "imbricarnos en el sistema sanitario junto con el sector médico y de enfermería para que todos puedan sacar el mayor partido a nuestro gran potencial como profesionales del medicamento".
