La Asociación Madrileña de Asesores de Farmacia (AMAF) es una entidad sin ánimo de lucro formada por profesionales de larga experiencia en el asesoramiento de Oficinas de Farmacia. En el marco de pandemia actual, la entidad ha querido lanzar una reflexión sobre la evolución del papel de las farmacias centrada, ...
La Asociación Madrileña de Asesores de Farmacia (AMAF) es una entidad sin ánimo de lucro formada por profesionales de larga experiencia en el asesoramiento de Oficinas de Farmacia. En el marco de pandemia actual, la entidad ha querido lanzar una reflexión sobre la evolución del papel de las farmacias centrada, especialmente, en la reciente regulación del precio de los test de antígenos.
AMAF asegura que las farmacias deben a la población un servicio sanitario eficaz, eficiente y correcto, por lo que lamentan que "desde que comenzó toda esta situación en 2020, primero van ocurriendo las cosas y después se van tomando las medidas que éstas necesitan para regularse". La entidad asegura que la polémica por la regulación de los precios de los test de antígenos no es novedad, ya que, según defienden, "pasó con la venta de mascarillas al comienzo de todo en febrero-marzo de 2020, después con los geles hidroalcohólicos y recientemente con la fijación de un precio máximo de venta para los test de antígenos".
Tras la aprobación de la venta al público de test de antígenos en las farmacias, se han evitado las largas colas que eran necesarias para la realización de estas pruebas en los centros de atención primaria y hospitales: "de nuevo la farmacia ha servido de punto esencial sanitario para mermar el grave colapso que sufre la sanidad en nuestro país".
AMAF recuerda que la llegada de la variante Ómicron y la proximidad de las fiestas propiciaron un escenario de desabastecimiento en el que "el farmacéutico, al comprar a un coste elevado, debía venderlo igualmente "caro". Un desbarajuste en toda regla y un despropósito. Muchos decidieron comprar "los justos". Y otros, incluso, se negaron a hacerlo, comunicando a sus pacientes que no tenían disponibles en sus establecimientos estos test".
Recientemente, en plena sexta ola, el Gobierno decidió regular el precio de los test de antígenos, algo que la asociación asegura que generó una "sensación de que es "culpa" de las farmacias el desorbitado precio que tenían muchos de ellos en algunos establecimientos y otorgando en muchos casos, una imagen de `usurero´ al farmacéutico que, sinceramente, no se merece".
AMAF ha querido aprovechar el comunicado para "desarticular el bulo de que los farmacéuticos han adquirido los test de antígenos por menos de 3 euros la unidad y, después, aprovecharon para venderlos a una media de 12 euros". El comité de expertos afirma que "en el momento de mayor auxilio, ni los proveedores establecieron ese precio de coste tan barato ni los farmacéuticos inflaron tanto ese precio de venta".
Desde la entidad lamentan igualmente que se ha haya dudado reiteradamente de la capacidad de los farmacéuticos como agentes activos en la lucha contra la pandemia: "si hace prácticamente unos meses el dardo apuntaba a si el farmacéutico estaba capacitado o no para realizar este tipo de pruebas de detección contra el COVID y se demostró, una vez más, que la farmacia es un punto esencial sanitario, esencial para la consulta de salud y esencial para la atención a pacientes que no tienen posibilidad de llegar a la propia atención primaria en los centros de salud".
"No podemos estar a la cola de Europa en este tipo de situaciones de emergencia sanitaria. No podemos permitir que la venta de test de antígenos se haya demorado tanto en un país en el que la farmacia comunitaria ha demostrado un trabajo impecable y ejemplar. Y no podemos permitir que se menosprecie una vez más a este profesional". Con este categórico lamento, el grupo hace un llamamiento a la valoración de la figura del farmacéutico como un agente plenamente capaz del sistema sanitario nacional. Por ello, piden a las organizaciones del sector que se unan a su petición para que los farmacéuticos mantengan la imagen de "sanitarios que desde el principio de la pandemia han sido esenciales para la población y ofrecen una atención directa, cercana y profesional. La misma que demanda la población en estos momentos tan críticos".
