Apoyo y seguimiento del paciente oncológico desde la farmacia comunitaria

El farmacéutico comunitario es una pieza fundamental para hacer un abordaje integral al paciente oncológico, ya que participa activamente tratando de evitar las complicaciones, informándole y asesorando, realizando seguimiento de los efectos secundarios, o los cuidados nutricionales y dermatológicos.

08/04/2022

Además, se da la circunstancia de que los pacientes oncológicos, en muchas ocasiones, son tratados con medicamentos de extrema toxicidad potencial, que exigen de una atención farmacéutica global, sobre todo en el seguimiento de todos los efectos secundarios derivados de las terapias oncológicas, pues, aunque en algunas ocasiones se realizan ...

Además, se da la circunstancia de que los pacientes oncológicos, en muchas ocasiones, son tratados con medicamentos de extrema toxicidad potencial, que exigen de una atención farmacéutica global, sobre todo en el seguimiento de todos los efectos secundarios derivados de las terapias oncológicas, pues, aunque en algunas ocasiones se realizan en el hospital, el enfermo padece los efectos secundarios en su casa. Dado el arsenal terapéutico utilizado para su tratamiento y los constantes avances producidos, donde las vías y formas de utilización de medicamentos nuevos o ya existentes son cada día mayores, se justi­fica la participación del farmacéutico, incluido en el tratamiento del dolor. La farmacia debe considerarse un recurso que ayuda en las distintas fases de la enfermedad, ya que es el primer punto de consulta, y resulta muy importante considerar que, para mejorar la atención integral de estos pacientes, también es necesario abrir un diálogo permanente y constructivo entre oncólogos y farmacéuticos para investigar, mejorar y crear nuevos caminos que mejoren la calidad de vida de los pacientes oncológicos. El cáncer se está convirtiendo, en muchas ocasiones, en una enfermedad crónica gracias a los nuevos medicamentos, por lo que esta nueva realidad requiere un abordaje desde diferentes frentes. Entre ellos destacan la educación en hábitos de vida saludables, así como el cuidado de la alimentación para aguantar mejor la dureza de los tratamientos, y el cuidado de la piel. En este sentido, un aspecto saludable de la piel mejora la autoestima y la normalización del paciente, que en muchas ocasiones sufre efectos cutáneos adversos como puede ser la alopecia.

El farmacéutico comunitario puede jugar un papel importante en la prevención y en la detección del cáncer mediante la colaboración y participación en las campañas institucionales y privadas que tienen lugar cada año. Desde hace tiempo se utiliza la proximidad de la farmacia para asesorar, prevenir y luchar contra el cáncer. Como ejemplos podríamos citar:

- Campañas de detección: mediante cribados realizados por las farmacias comunitarias en colaboración con las correspondientes administraciones autonómicas, como los de detección precoz de cáncer de colon y recto; mediante la entrega de kits en la farmacia, acción que puede hacer incrementar la participación ciudadana, en algún caso, del 17% al 50%.

- Campañas de prevención: orientadas y dirigidas a la población con carteles, información o entrega de folletos como en el caso de la protección solar, de tabaquismo, de autoexploración de mama en las mujeres, la de revisiones de próstata en los hombres e incluso con la implantación en las farmacias del servicio de deshabituación tabáquica.

- Campañas de vida saludable: dirigidas a la población para evitar la exposición a factores que pueden predisponer a la aparición de tumores, como el tabaco, el sol, la contaminación, el estrés o ciertos tipos de comidas.

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Autor: IM Farmacias
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