El CSIC investiga las semillas de uva y las hojas de olivo por sus propiedades bioactivas frente a la bacteria H. pylori

Los subproductos obtenidos del proceso de elaboración del vino y del aceite de oliva, dos de los principales productos de la industria alimentaria española, son ricos en diversos compuestos bioactivos que han demostrado ser eficaces frente a diferentes patógenos humanos. Entre esos patógenos, se encuentra la Helicobacter pylori (H. pylori), una bacteria identificada como un factor de riesgo potencial para gastritis, úlceras y cáncer gástricos. La resistencia a los antibióticos de algunas cepas de H. pylori hace necesario el uso de alternativas terapéuticas. El grupo MICROBIO del CSIC lo investiga desde hace años y nos adelanta sus principales conclusiones.

12/04/2022

La bacteria H. pylori afecta aproximadamente al 50% de la población mundial, se adquiere durante la infancia y puede permanecer de por vida. En la mayoría de las personas se origina de forma asintomática, si bien a largo plazo puede causar una amplia gama de manifestaciones clínicas, desde la gastritis ...

La bacteria H. pylori afecta aproximadamente al 50% de la población mundial, se adquiere durante la infancia y puede permanecer de por vida. En la mayoría de las personas se origina de forma asintomática, si bien a largo plazo puede causar una amplia gama de manifestaciones clínicas, desde la gastritis crónica activa a la úlcera péptica y al cáncer gástrico. Además de la patología gástrica, esta bacteria está asociada con varias patologías extragástricas, como enfermedades cardiovasculares, dermatológicas, autoinmunes y hematológicas. Concretamente en el sistema digestivo, la infección por H. pylori puede conducir al desarrollo de otras afecciones, como el tejido linfoide asociado a las mucosas, cálculos biliares, enfermedad del hígado graso no alcohólico, carcinoma hepatocelular y pancreatitis aguda.

En 1994, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) clasificó a la H. pylori como carcinógeno tipo I, que es el mismo grupo en el que se encuentra el tabaco, constituyendo la causa infecciosa oncológica más importante en todo el mundo, con 810.000 casos de cáncer atribuibles en 2018.

La terapia de erradicación basada en dos antibióticos contra H. pylori se ha utilizado principalmente en pacientes sintomáticos, ya que está asociada con efectos adversos, como un mayor riesgo de reflujo gastroesofágico. El tratamiento antibiótico se está topando con la aparición de cepas resistentes al mismo, lo cual se ha convertido en un serio desafío en todo el mundo, por lo que existe un interés creciente en el uso de alternativas terapéuticas.

Fuentes potenciales de antioxidantes

Entre ellas, se sitúan en primera línea los compuestos bioactivos de componentes alimentarios, con el objetivo de disminuir la elevada carga antibiótica de la mayor parte de los tratamientos actuales y constituir una alternativa para el 20% de personas infectadas con síntomas (140 millones de personas en todo el mundo), para las cuales los antibióticos resultan ineficaces, contribuyendo, por tanto, a la mejora de la salud humana.

Las semillas de uva y las hojas de olivo son ricas en diferentes compuestos fenólicos a los que se asocia una serie de propiedades bioactivas científicamente probadas, principalmente anti-inflamatorias, antioxidantes y antimicrobianas. Además, constituyen dos de los principales productos de la industria alimentaria española, con la consiguiente generación de grandes cantidades de residuos y subproductos. En el caso del cultivo del olivo y la elaboración del aceite de oliva, las aguas residuales de almazara, orujos de aceituna y hojas representan un importante problema ambiental cuando no son procesadas correctamente, debido principalmente a su alto contenido orgánico y fitotoxicidad.

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Autor: IM Farmacias
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