Estado: Esperando
Al poco de cumplirse dos años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia por el virus SARS-CoV-2, se sigue haciendo balance de cómo el Sistema Nacional de Salud (SNS) afrontó los peores momentos. A día de hoy, se analiza cómo reducir las brechas tecnológicas que ...
Al poco de cumplirse dos años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia por el virus SARS-CoV-2, se sigue haciendo balance de cómo el Sistema Nacional de Salud (SNS) afrontó los peores momentos. A día de hoy, se analiza cómo reducir las brechas tecnológicas que surgieron, pero también cómo aprovechar las nuevas oportunidades que brinda la llegada anticipada de la telemedicina a la sociedad, de cara a que las consecuencias de otra posible futura pandemia no causen los estragos de esta última.
Bajo esta hipótesis, expertos del Center for Research in Healthcare Innovation Management (CRHIM) de IESE Business School, en colaboración con Abbott, publicaron los resultados de un estudio centrado en analizar el impacto de la telemedicina en la vida de los pacientes con diabetes y cómo esta había influido (para bien o para mal) en su estado de salud y su tratamiento, en especial, durante los meses de confinamiento decretados a raíz de la crisis sanitaria.
En concreto, los investigadores analizaron la situación de pacientes con diabetes mellitus tipo 1 (DM1) y diabetes mellitus tipo 2 (DM2) insulinizados. Los últimos fueron "los más perjudicados", indican, ya que "no han tenido acceso a las mismas herramientas tecnológicas ni cuentan con el mismo nivel de formación y conocimiento de su enfermedad", al contrario que los pacientes con DM1. Para paliar esta situación, el documento pone el foco en dos principales medidas que servirían como punto de partida de cara a un sistema híbrido de telemedicina para pacientes con estas patologías.
Una de ellas sería extender la utilización de sistemas de monitorización de glucosa en líquido intersticial, que el panel de expertos conformado para la elaboración de este informe considera "implantable a corto plazo". Para que sea posible, indican, "es necesario potenciar acciones que fomenten su uso y facilitar el acceso a pacientes con DM2 insulinizados a estas tecnologías sanitarias de la manera más homogénea posible".
Esto supondría "culminar la implementación" del cambio del actual sistema de tiras reactivas por otros de monitorización de glucosa en líquido intersticial, "que ya se ha producido para los pacientes con DM1", precisan los autores, de forma que las personas con DM2 insulinizadas puedan disponer también de los sensores flash. Mientras que la otra medida pone el foco sobre el colectivo. En este caso, incrementar la capacitación de los profesionales sanitarios (en especial, los de Atención Primaria) en tecnología y diabetes. Para los expertos, la acción más fácil de implantar por parte de los gestores y las autoridades sanitarias y la que tendría un mayor impacto.
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