La economía española va a un ritmo mucho más lento que la del conjunto de la Unión Europea. Esta es la principal conclusión que se puede extraer si se analiza la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) español en contraposición con el de la media de los 27 estados miembro ...
La economía española va a un ritmo mucho más lento que la del conjunto de la Unión Europea. Esta es la principal conclusión que se puede extraer si se analiza la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) español en contraposición con el de la media de los 27 estados miembro de la UE. Según los datos de la evolución del PIB de los países europeos difundidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía española ha crecido tan solo un 4,7% en la última década. Por el contrario, la economía de la Unión Europea ha experimentado un incremento del 12,95%, lo que supone cerca de tres veces más que la de nuestro país.
El principal motivo que explica esta diferencia en la evolución del PIB de España y del resto de estados miembro de la UE, lo encontramos en la resiliencia de sus economías para hacer frente a las crisis socioeconómicas de la última década. Si bien en 2011, el conjunto de la UE había superado ya el impacto de la crisis económica y financiera de 2008, en España se acarreó algunos años más. En 2011 la Unión Europea recuperó la senda del crecimiento económico, con incrementos del PIB cercanos al 2%. En cambio, España vivió crecimientos negativos de su economía hasta 2014. A partir de ese año el crecimiento de la economía española fue incluso mayor que el de la Unión Europea. Sin embargo, a partir de 2018, el crecimiento español se quedó estancado en el 2% interanual, mientras que la media europea rozaba el 3%.
La segunda brecha en el crecimiento de la economía española y la de la Unión Europea la encontramos en la crisis de la covid-19. El impacto en la economía española, muy dependiente del capital extranjero, fue mucho peor, haciendo hundir el PIB del país un -10,8%. En Europa, el impacto de la pandemia también se dejo notar, pero la caída del PIB fue mucho menor, situándose en el -5,9%. En 2021 ambas economías consiguieron recuperar parte del terreno perdido en 2020, pero no lo suficiente como para recuperar la situación económica existente antes de la llegada del virus. Esto ha hecho que, si bien la UE ha incrementado de forma notable su PIB en la última década, el crecimiento de España haya sido inmensamente inferior.
