En un porcentaje del mercado respiratorio que suele rondar el 10%, los antihistamínicos dirigidos a contener los síntomas de las alergias sobrellevaron la atonía en unas ventas de la que sólo estuvieron ausentes algunas de sus principales compañías, entre las que destacaron de manera sobresaliente los resultados de Normon. Al ...
En un porcentaje del mercado respiratorio que suele rondar el 10%, los antihistamínicos dirigidos a contener los síntomas de las alergias sobrellevaron la atonía en unas ventas de la que sólo estuvieron ausentes algunas de sus principales compañías, entre las que destacaron de manera sobresaliente los resultados de Normon. Al comenzar un año tan atípico en lo meteorológico como 2022, la sucesión de primaveras inesperadas o la sospecha de un invierno aplazado que arruine la semana santa y hasta el comienzo del verano, podrían modificar una evolución en ventas de estos medicamentos imprescindibles. Más que capaces de tratar la rinitis y la conjuntivitis estacionales, la urticaria, la dermatitis atópica y las reacciones debidas a picaduras de insectos o a ciertos medicamentos, siguen siendo los aliados necesarios frente al lagrimeo, el moqueo, la picazón y la irritación de la piel, aunque sin contundencia relevante ante la fiebre o la artralgia. Así como tampoco se recomiendan para el asma bronquial, la anafilaxia, el edema angioneurótico de respuesta parcial a los antihistamínicos, las alergias gastrointestinales o las rinitis vasomotoras crónicas, también consideradas peremnes.
En cualquier caso, y durante este periodo fuertemente marcado por la pandemia de Covid-19, millones de pacientes tuvieron que contrarrestar los efectos de la estamina, con unos efectos adversos, como la somnolencia que varían siempre según la susceptibilidad de cada organismo.
Farmacéuticos contra la alergia
También este año, los farmacéuticos se confirman como agentes sanitarios imprescindibles para un adecuado abordaje de las alergias, problema que, desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), se considera una epidemia silenciosa por afectar a 1 de cada 4 ciudadanos.
A partir de esta declaración corporativa de intenciones asentadas en hechos, y desde las 22.137 farmacias comunitarias que componen la red estatal, más de 76.000 farmacéuticos colegiados están permanentemente a disposición del paciente alérgico, mediante una dispensación puntual y también servicios de educación sanitaria, optimización de tratamientos y actitud proclive al diagnóstico precoz.
Como recuerda la Organización Mundial de la Alergia, este problema de salud afecta en sus distintas modalidades y alérgenos causantes al 20% de la población mundial. Un grupo masivo de personas afectadas que se ve incrementado por el avance de la contaminación ambiental y la desigual implantación de hábitos higiénicos. Factores que explican una prevalencia creciente a la que el farmacéutico puede y debe oponer medidas preventivas que ayuden a minimizar la exposición a los agentes desencadenantes mediante correctas pautas de conducta, dietéticas y de recomendación de no salir a espacios abiertos cuando haya niveles altos de polen.
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