Lleva seis años en farmacia. Pablo Vives Peñaranda, titular de Las Rozas Beauty Farmacia, cuando empezó, venía de otro sector y, "por no saber, no sabía ni lo que era el Espidifen". Eso sí, tenía claro que, "si quería aportar algo y generar valor añadido", tenía que formarse. Así ha ...
Lleva seis años en farmacia. Pablo Vives Peñaranda, titular de Las Rozas Beauty Farmacia, cuando empezó, venía de otro sector y, "por no saber, no sabía ni lo que era el Espidifen". Eso sí, tenía claro que, "si quería aportar algo y generar valor añadido", tenía que formarse. Así ha hecho desde entonces.
"Siempre he querido que se atienda, aconseje y venda como a mí me gustaría que me atendieran", contesta cuando le preguntamos por la filosofía de su farmacia. La prioridad en la toma de decisiones siempre es el cliente y sus necesidades, por encima de rentabilidades o conveniencias empresariales. Señala que "es una máxima que el equipo agradece y el cliente detecta y valora".
La actual farmacia es un traslado que hicieron hace un año a un local nuevo, grande y bien ubicado. Puesto que está en un punto de mucho tráfico y que da acceso a varios barrios del municipio, se decantaron por un horario amplio de 365 días de 9:30 a 23:00 horas porque, "aunque los gastos en nóminas crecen, la ubicación lo rentabiliza". Son ocho en el equipo, cuatro técnicos y cuatro farmacéuticos.
Una línea muy `minimal´
Se caracteriza por fusionar la arquitectura del interior con el interiorismo de vanguardia, una línea muy minimal y pura que cohesiona la farmacia con el centro de belleza y dermocosmética, una perfecta simbiosis entre la parte funcional y la estética. Lo primero que hizo Vives Peñaranda antes de realizar el traslado fue un Plan de Empresa completo. "No podía embarcarme en un proyecto tan grande sin haber analizado en profundidad tres cosas: mi público objetivo, cómo es, cómo es de grande, qué busca y qué necesita; cómo y con qué productos y laboratorios voy a satisfacer sus necesidades de salud y autocuidado; y, por último, cuánto me va a costar, desde la inversión inicial hasta el arranque los primeros meses, ya que en un traslado empiezas con cero clientes", aclara.
Con este análisis ya sabía, o al menos intuía, quiénes eran sus clientes y qué buscaban. Sólo faltaba pensar qué características debía tener su farmacia para que esos clientes fueran a ella y les gustara. "Uno de los identificadores o características clave era el lujo, a un precio justo, pero lujo. Pero, siempre sin pisar otro identificador clave que es el característico de nuestra profesión: la seguridad", remarca. El diseño que tenía en su cabeza "tenía que combinar la seguridad de un punto de salud junto con una zona que evoque lujo y pueda competir con el canal perfumería para la dermo".
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