Cada vez más, la seguridad del paciente es una prioridad para todos los actores del sistema sanitario. Así lo ha reflejado la mesa redonda que se ha celebrado este jueves durante la primera jornada del X Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios y III Reunión Internacional de Farmacéuticos Comunitarios, organizado por ...
Cada vez más, la seguridad del paciente es una prioridad para todos los actores del sistema sanitario. Así lo ha reflejado la mesa redonda que se ha celebrado este jueves durante la primera jornada del X Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios y III Reunión Internacional de Farmacéuticos Comunitarios, organizado por la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), que se celebra en IFEMA Madrid.
Solo en lo referido a los efectos adversos relacionados con errores en la medicación se contabilizan hasta 138 millones de pacientes afectados; estos, además, han provocado 2,6 millones de muertes y ocasionan alrededor de 37 millones de euros anuales de gasto sanitario a nivel mundial.
De ofrecer esa magnitud se ha encargado Laura Aliaga Gutiérrez, médica especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del Centro de Salud Sevilla la Nueva (Madrid), coordinadora del grupo de trabajo de Gestión del Medicamento, Inercia Clínica y Seguridad del Paciente de la Sociedad Española de Atención Primaria (SEMERGEN).
En España, se ha referido al 42,8% de los errores adversos en la medicación que tienen relación con procesos asistenciales que, también, sacan a relucir otra de las preocupaciones de los expertos, como es la falta de comunicación entre profesionales sanitarios. Errores que "se pueden evitar en muchas ocasiones", ha reconocido Gonzalo Miguel Adsuar Meseguer, farmacéutico comunitario en Rojales (Alicante) y coordinador del grupo de trabajo de Seguridad del paciente en SEFAC.
Por este motivo, ha sugerido que los fallos "muchas veces" son latentes en el propio sistema y se ven precipitados por el profesional. Y la mejor manera de corregirlos o reducir esos fallos es "con formación". También se trabaja en ello desde SEMERGEN, como ha apuntado Aliaga: "fue la primera línea estratégica en los planes de seguridad del paciente".
Esa visión común exige de una coordinación porque la seguridad del paciente, ha añadido la doctora, "es de responsabilidad compartida". Un error, como ha argumentado, solo se da cuando se produce "esa conjunción de fallos en los sistemas de seguridad".
"Por eso la importancia de estar coordinados, comunicarnos, reforzar esas barreras. Y si se detecta un posible riesgo asistencial en uno de los procesos que estoy acometiendo cada día en mi trabajo, puedo comunicarlo y evitar que eso lleve a un error", ha explicado.
La labor del ISMP
La mesa redonda titulada `El farmacéutico comunitario: Un aliado en la seguridad del paciente´ y en la que ha colaborado Bayer, ha sido moderada por Rosa Prats Mas, doctora en Farmacia, farmacéutica comunitaria en Denia (Alicante) y coordinadora de los grupos de trabajo y vocal de la Junta Directiva de SEFAC, quien ha celebrado que esta se celebre justo en el Día Mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que este año va enfocado al lavado de manos sanitario.
En el coloquio también ha estado presente María José Otero López, del Instituto para el Uso Seguro de los Medicamentos (ISMP-España) y en el Servicio de Farmacia del Hospital Universitario de Salamanca, quien ha desgranado las principales labores del organismo internacional que aborda la mejora en la seguridad del paciente.
De tal forma que ha querido recordar que no es tan importante el número de errores sino conocer "qué se hace con los errores". Pero, sobre todo, que todos los actores que tengan que ver con el uso de medicamentos "se impliquen y tomen medidas". Acciones que el ISMP lleva años trabajando en varias líneas: desde la sensibilización y formación; la investigación; el grado de implantación de prácticas seguras y hasta el sistema de aprendizaje de errores y herramientas de seguridad.
Sobre este último punto ha precisado que ha de acometerse desde un aprendizaje "activo" respecto a los errores de seguridad que, de hecho, tuvo su primer sistema en el seno del ISMP. Por otra parte, también se ha impulsado la plataforma SiNASP para el acceso a los incidentes por medicamentos. Ambos proyectos, ha recalcado, han recibido el apoyo del Ministerio de Sanidad.
No son solo las únicas medidas, ha proseguido Otero. Desde el instituto se elaboran notas de advertencia, propuestas de mejora para la industria farmacéutica y la administración o boletines en los que se recogen notificaciones de errores y recomendaciones. Actualmente ha hablado del proyecto difundido a través de Sanidad: los 5 momentos clave para la utilización segura de los medicamentos.
Porque no cabe duda de que el paso decisivo para avanzar en la seguridad es lograr la participación "activa" de pacientes y cuidadores en la utilización segura de los medicamentos.
Los pacientes piden que se tomen decisiones "conjuntamente"
La voz de este colectivo en la mesa redonda la ha puesto María José Salmerón, representante de la Federación Española de Diabetes (FEDE) en Castilla-La Mancha, quien ha confesado que los pacientes "necesitan confiar" en el Sistema Nacional de Salud (SNS) "y en todas las personas que lo componen".
Fuera del ámbito sanitario, Salmerón deposita esa responsabilidad compartida también sobre los propios pacientes y sus familiares. Y es que la seguridad del paciente juega un papel muy importante "para reducir el riesgo de daños asociados a una mala asistencia sanitaria".
De tal forma que un papel activo en la asistencia permitirá reducir costes o en eliminar las "reticencias" que en ocasiones se encuentran para que los pacientes participen en la toma de decisiones que afectan, en última instancia, a este colectivo.
