La farmacia comunitaria está en pleno proceso de cambio a lo que ha contribuido la pandemia de COVID-19, no en vano fueron los únicos establecimientos sanitarios abiertos durante el confinamiento para dar asistencia a la población. Aprovechar el posicionamiento de que goza en la actualidad para impulsarse como verdaderos espacios ...
La farmacia comunitaria está en pleno proceso de cambio a lo que ha contribuido la pandemia de COVID-19, no en vano fueron los únicos establecimientos sanitarios abiertos durante el confinamiento para dar asistencia a la población. Aprovechar el posicionamiento de que goza en la actualidad para impulsarse como verdaderos espacios de salud y bienestar para los ciudadanos a través de una serie de cambios fue el objetivo de una mesa redonda enmarcada en el X Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC).
En la misma participó el vicepresidente 3º del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Rafael Areñas Velasco quien, como moderador, fue el encargado de introducir el tema sobre el análisis de la imagen actual de la farmacia, haciendo hincapié en el cambio que ha experimentado a partir de la pandemia. "Antes se nos solía dar una nota baja y, sin embargo, con la COVID-19, ha cambiado la percepción hacia nosotros por parte de la población que ha pasado a considerarnos como una referencia sanitaria".
Potenciar la imagen sanitaria
Para analizar las claves precisas que impulsen la imagen sanitaria de la farmacia se contó con la participación de distintos agentes sociales, tales como la arquitecta María Teresa Martínez Pérez y máster en Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática en la Universidad Politécnica de Madrid.
Desde su punto de vista, conviene dar mayor protagonismo al farmacéutico dentro de la farmacia, no solo de espacio físico. Es importante que el paciente lo primero que vea sea al sanitario puesto que es un establecimiento sanitario, y no desviarle hacia lo comercial, ya que, como remarcó, "El centro de la farmacia comunitaria es el farmacéutico".
Asimismo, recomendó revisar el orden interior de las farmacias, al igual que sucede en un centro sanitario, poder identificar las distintas áreas terapéuticas y poner en valor la atención personalizada que se presta en cualquier momento y sin cita previa. "Ello genera mucha confianza", señaló.
Para el farmacéutico comunitario José Alba Palomo y director en Pharmamanagement Business School es necesario alinearse con la visión de que los servicios farmacéuticos son profesionales y las farmacias, centros de salud, "no nos podemos alejar de esa imagen", remarcó. En este sentido, considera que hay que poner en valor lo que aporta el farmacéutico de conocimiento y de formación con ayuda de las Administraciones y medios de comunicación, además de poner el foco de atención en el paciente.
Otro de los ponentes, Marc Guitart, experto en imagen de marca. CEO y fundador de Brandcelona, es partidario de que las farmacias apuesten por "una cultura del conocimiento y olvidarse de la cultura del producto". En este contexto, es preciso generar en este sector una estrategia de marca global como farmacia comunitaria, relacionada con la cultura de servicios y soluciones que es la que impera en la actualidad y reconducirlas para que la gente las considere un centro donde impere la salud y el bienestar.
Finalmente, la periodista Marina Espinosa, de la sección de sociedad/sanidad de Televisión Española, reafirmó que la pandemia ha situado a las farmacias como "servicios esenciales", sin embargo, considera necesario pasar, cuanto antes "la imagen comercial que se tiene de la farmacia, por parte de muchos ciudadanos, a otra más sanitaria en la que predomine la cercanía con el paciente, a lo que pueden contribuir, sin duda, los medios de comunicación".
