Ana María Tovar (Madrid) Ana María siempre quiso dedicarse a la investigación, pero finalmente optó por farmacia. Las prácticas tuteladas corroboraron que era lo suyo: "El hecho de poder compartir mis conocimientos con los demás me hacía sentir muy útil", explica. En 2002, por fin alcanzó su sueño: ...
Ana María Tovar (Madrid)
Ana María siempre quiso dedicarse a la investigación, pero finalmente optó por farmacia. Las prácticas tuteladas corroboraron que era lo suyo: "El hecho de poder compartir mis conocimientos con los demás me hacía sentir muy útil", explica. En 2002, por fin alcanzó su sueño: abrir su propia farmacia. "Fue muy complicado porque me costó nueve años, pero finalmente me instalé en Móstoles, en una zona donde solo había un descampado y pocas viviendas, un lugar donde, además, no tenía a nadie conocido cercano a mi gremio", recuerda.
Sin embargo, hoy en día asegura que fue lo mejor que hizo: "Es una farmacia de barrio con alguna gente de paso porque tengo una carretera general y un hospital cerca. Mis pacientes son muy cercanos, les llamamos por su nombre, y también acuden muchos niños que dan alegría a mi establecimiento".
Dispensa sobre todo medicamentos, aunque también parafarmacia y medicina natural: "Estamos en constante formación para ofrecer el mejor servicio". Y es que formación y profesionalidad van de la mano: "La farmacia de hoy en día ha cambiado mucho, ha crecido la cercanía de la gente a la farmacia. Durante la pandemia, hemos desempeñado un papel esencial, puesto que el sistema sanitario estaba colapsado y la Atención Primaria no podía funcionar". Con todo, no hay que olvidar que durante la crisis sanitaria las farmacias han continuado diagnosticando enfermedades y realizando los seguimientos de todos los parámetros en base a los protocolos establecidos. "Hemos estado muy saturadas porque todo el mundo venía en busca de ayuda a la farmacia", recuerda la farmacéutica.
Todo ello enmarcado en un modelo de farmacia que, según Ana María, ha evolucionado a peor: "Los márgenes disminuyen todos los años y cada vez nos tienen más restringidos a la hora de dispensar". A ello se une "la falta de revalorización de la labor que a diario realiza el farmacéutico".
El futuro de la farmacia pasa por los servicios profesionales farmacéuticos que, para Ana María, "deberían de ser remunerados para que la farmacia sea sostenible a largo plazo". Y es que la viabilidad de la farmacia está precisamente en fortalecerla y apoyarla: "La única forma de hacer que la farmacia sea sostenible es ejerciendo como sanitarios y ofreciendo un servicio a los ciudadanos que sólo nosotros sabemos hacer". El farmacéutico tiene mucho que aportar en la dispensación de medicamentos detectando interacciones, duplicidades o incompatibilidades. "También es importante que se regulen los servicios profesionales asistenciales que vamos a prestar", agrega.
El futuro de la farmacia pasa por los servicios profesionales farmacéuticos que, para Ana María, "deberían de ser remunerados para que la farmacia sea sostenible a largo plazo". Y es que la viabilidad de la farmacia está precisamente en fortalecerla y apoyarla: "La única forma de hacer que la farmacia sea sostenible es ejerciendo como sanitarios y ofreciendo un servicio a los ciudadanos que sólo nosotros sabemos hacer". El farmacéutico tiene mucho que aportar en la dispensación de medicamentos detectando interacciones, duplicidades o incompatibilidades. "También es importante que se regulen los servicios profesionales asistenciales que vamos a prestar", agrega.