En los últimos años, la evolución de la farmacia ha demostrado que es posible ofrecer consejo, orientaciones sanitarias y servicios para la promoción de la salud, convirtiéndose con ello un espacio para el cuidado de la salud y la prevención de enfermedades. Este miércoles, el Espacio Asefarma acogió un taller ...
En los últimos años, la evolución de la farmacia ha demostrado que es posible ofrecer consejo, orientaciones sanitarias y servicios para la promoción de la salud, convirtiéndose con ello un espacio para el cuidado de la salud y la prevención de enfermedades. Este miércoles, el Espacio Asefarma acogió un taller práctico en el que, de la mano de Microcaya, se dieron a conocer los resultados obtenidos en una farmacia piloto de Madrid tras la puesta en marcha de un servicio de consultoría de salud con los pacientes de la misma. Éste es un proyecto de salud integral en el que el equipo farmacéutico ha jugado un papel primordial.
El equipo del departamento de Consultoría de Asefarma, junto al equipo técnico y de formación de Microcaya, fueron los encargados de dirigir esta sesión, que se desarrolló en forma de taller práctico. En él se mostró cómo se puede trabajar en la farmacia incorporando alta tecnología adaptada a la salud en la farmacia. Como principal conclusión se extrajo que, en toda farmacia, el farmacéutico puede convertirse en un "super consultor de la salud", prescribiendo consejos saludables con los que mejorar el bienestar de sus pacientes. Y, por su parte, la farmacia, puede posicionarse como el espacio de salud más cercano, accesible a pie de calle y de referencia, para lo que sólo hace falta saber cómo y tener lo necesario.
Se ha probado en una farmacia, en Farmacia Santa Engracia 56 (Madrid), para mostrar cómo puede ser de positivo implantar este servicio. Estuvieron en ella el 31 de mayo y el 1 de junio y hubo 54 personas que quisieron conocer si su estado es saludable. La pregunta que lanzó Eva Ruiz López, responsable del Departamento de Consultoría y de Formación de Asefarma, fue: "¿Somos innovacéuiticos?". Durante la Covid, hubo una limitación de las ventas por el confinamiento y hubo un cambio de comportamiento de los clientes. La lectura es que hay que aprender a escuchar al cliente. Se redujeron las visitas de los delegados comerciales, se comenzó a hacer reparto a domicilio. Más de 3,5 millones de personas iban a la farmacia a informarse de la Covid-19. La imagen del farmacéutico mejoró. La farmacia que prospera es la que se diferencia. Aún hay desconfianza y temor a la enfermedad. Actualmente, la Atención Primaria sigue si funcionar al 100%. Hay sobresaturación de los centros privados. Y se va recuperando la entrada de la gente a la farmacia.
El reto que se presenta es mantener un contacto cercano con el cliente, convertirse en la farmacia de cercanía y promover la salud. "Nos han reconocido como profesional sanitario. Cercano. Informado", apuntó. Lo que hay que pensar es que la información es clave. En su momento, con la pandemia, los farmacéuticos se supieron adaptar para dar una respuesta al paciente. Se ha visto que el farmacéutico es "una fuente fiable". Lo suyo es ofertar servicios que sean adecuados para el cliente y proporcionarle una atención más personalizada. El cliente es más exigente y quiere ser único. Propuso hacer un seguimiento de la postventa. Hay que poner en el centro al cliente. Animó a convertirse en "una asesoría de salud".
Eva Abraldes Louzao, directora comercial de Microcaya, comentó que hay que pasar de ser reactivo a proactivo. "Llevamos muchos años en el mundo de la farmacia como Microcaya. Siempre hemos estado dedicados al medical device orientado a los servicios", declaró. Aquí se puede obtener una satisfacción porque "tu salud nos importa". Han generado un Health Córner, para hacer un análisis de salud integral. Hay tres conceptos clave para una persona: cómo está emocionalmente, cómo se alimenta y cómo se mueve. El objetivo, con el soporte de tres dispositivos, es mejorar la salud de las personas, con datos objetivos. Estos datos facilitan la labor, el convertirse en el coach del paciente. Todos los equipos que se proponen tienen bibliografía y están en muchos hospitales y centros de medicina integrativa. La idea es ver qué se puede hacer en la farmacia, con el equipo y con los pacientes. Recordó que la composición corporal cambia antes de tener síntomas, por ejemplo.
Se hace composición corporal con InBody 770. Hay mucha gente que se preocupa por el peso, pero con esta máquina se hará un abordaje de la salud celular, global y por segmentos. Se pueden hacer además ventas cruzadas de productos y servicios. Se mira también el nivel de estrés y fatiga. Todo está interrelacionado. Un segundo dispositivo, Age-Reader, mide el nivel de envejecimiento. El tercero está dirigido al estado emocional. Se genera un informe único que integra todos los parámetros, para que el paciente se vaya con una visión de cómo está. Después, presentaron casos prácticos. La mayoría de los usuarios, en una encuesta que les realizaron, recomendaría este servicio a sus conocidos. Esto se traduce en una herramienta de fidelización. Para un paciente nuevo, el tiempo de la primera consulta sería de unos 20-30 minutos. Defendieron que hay que darle valor a este servicio con un precio por él.
Con todo, Microcaya presentó las posibilidades que ofrece el desarrollo de un córner de salud haciendo un repaso de diferentes parámetros evaluables desde la Oficina de Farmacia que indican un mejor o peor estado de salud o un futuro desarrollo de patologías ocultas. Desde la farmacia se pueden revertir estas situaciones si el equipo las detecta a tiempo y pauta hábitos saludables a su paciente, del que hará seguimiento, y al que conseguirá fidelizar. Sin ninguna duda también conseguirá diferenciarse de su competencia.
