Estado: Esperando
El gas radón se descompone en el aire en diminutas partículas radiactivas que pueden dañar las células pulmonares y provocar cáncer, tal como se constata en un reciente estudio internacional dirigido por la Universidad de California en Irvine (EEUU) en el que se demuestra una estrecha relación entre la exposición ...
El gas radón se descompone en el aire en diminutas partículas radiactivas que pueden dañar las células pulmonares y provocar cáncer, tal como se constata en un reciente estudio internacional dirigido por la Universidad de California en Irvine (EEUU) en el que se demuestra una estrecha relación entre la exposición prolongada a niveles bajos de radón y el cáncer de pulmón.
Los hallazgos, publicados en la revista on line ´Environmental Health Perspectives´, apuntan a la necesidad de mejorar las medidas de protección, en este sentido. "Reducir la exposición al radón en nuestros lugares de trabajo y hogares sigue siendo una forma importante de reducir el cáncer de pulmón", subrayó el Dr. David B. Richardson, autor correspondiente, decano asociado de investigación del Programa de Salud Pública de la UCI y profesor de salud ambiental y ocupacional, que ha trabajado, en esta ocasión, con profesionales de la salud y académicos de EE. UU., Canadá, República Checa, Francia y Alemania.
Lugares atestados de radón
El trabajo se centró en la situación de mineros que trabajaban en Canadá, la República Checa, Francia, Alemania y EE.UU., dado que, históricamente, este colectivo han mostrado uno de los niveles más altos de exposición al radón en el lugar de trabajo,
No obstante, no fue el único foco hallado por los investigadores, que identificaron una amplia variedad de lugares de trabajo donde el radón presenta peligros significativos, incluidos subterráneos, túneles, conductos de servicios públicos, estacionamientos subterráneos, plantas de fertilizantes de fosfato y refinerías de petróleo. . Los entornos residenciales también representan una amenaza. Las concentraciones suelen ser bajas, pero pueden variar ampliamente, según la geología, la construcción del edificio, la ventilación y la calefacción.
Los resultados obtenidos por este equipo investigador muestran que el riesgo de cáncer de pulmón aumenta con la exposición a niveles bajos de radón y tiene un impacto particular en el riesgo de cáncer de pulmón entre los adultos jóvenes.
"Nuestro estudio subraya la necesidad de mejores protecciones y establece una base sólida para construir una nueva generación de modelos para desarrollar estimaciones sobre el riesgo de cáncer de pulmón después de la exposición al radón de bajo nivel, que es la principal preocupación actual", concluyó Richardson.