En ampollas, infusiones, líquidos solubles, bebidas funcionales, tabletas de chocolate y, la más nueva y sorprendente: en forma de gominolas. Donde no llega la alimentación adecuada llegan ellos. Son los complementos que actúan desde el interior y son capaces de mejorar la celulitis, frenar la caída del cabello, aportar energía ...
En ampollas, infusiones, líquidos solubles, bebidas funcionales, tabletas de chocolate y, la más nueva y sorprendente: en forma de gominolas. Donde no llega la alimentación adecuada llegan ellos. Son los complementos que actúan desde el interior y son capaces de mejorar la celulitis, frenar la caída del cabello, aportar energía o ayudarnos a adelgazar, por citar solo algunos ejemplos. Porque la oferta es muy amplia y variada.
En España su consumo va en aumento, aunque aún estamos lejos de otros países en los que complementarse forma parte del día a día. Una de las razones, no la única, es que nos cuesta abrir la boca ante una pastilla. Porque, por natural que sea, nos recuerda a un medicamento y este gesto frena su consumo. La desconfianza ante su composición y el hecho de que en muchos casos haya que esperar hasta seis meses para disfrutar de los resultados, tampoco ayudan a dar el paso.
Eficaces, bajo consejo profesional
Pero lo cierto es que, bien administrados y bajo el consejo del farmacéutico y la prescripción médica, los complementos son de gran ayuda. Para poner más fácil o atractiva su ingesta se presentan hoy en diferentes formatos. El más nuevo y apetitoso: las gominolas. Y es que, si nos ponemos a pensar, ¿a quién le amarga un dulce? Este nuevo y sorprendente formato está teniendo mucho éxito. Tanto es así que ya existen en el mercado gominolas para ayudar a conciliar el sueño, para frenar la caída del cabello y para proteger la piel de sol. Y seguro que es solo el principio de otras muchas soluciones en este formato.
Mejorar la calidad del sueño
Más de 12 millones de personas en España no descansan de forma adecuada y más de cuatro millones padecen algún tipo de trastorno del sueño crónico y grave. "En días como hoy es importante recalcar que, cualquier persona que no consiga tener un sueño de calidad, debe consultar con su médico", señala la Dra. Ana Fernández Arcos, coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Y añade que "gran parte de la población podría mejorar la calidad de su sueño mejorando su estilo de vida. Mantener unos horarios y rutinas regulares para acostarse y levantarse es fundamental, pero también lo es hacer ejercicio físico, realizar cenas ligeras, intentar dejar lejos de la hora de ir a dormir todos aquellos estresores que nos afectan en el día a día (dispositivos móviles, uso de ordenador…). Y, en el caso de hacer siesta, no excederse con su duración (no más de 20-30 minutos). También evitar tóxicos como el alcohol o el tabaco y reducir la cafeína, sobre todo unas horas antes de acostarse".
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