Se estima que las ventas de suplementos alimenticios en Estados Unidos suponen ya nueve billones de ...
Se estima que las ventas de suplementos alimenticios en Estados Unidos suponen ya nueve billones de dólares, a los que podrían sumarse otros 10 billones de dólares en concepto de productos adquiridos a través de ecommerce. Dado que cinco de cada seis norteamericanos, es decir, el 86%, suplementa habitualmente su dieta diaria con vitaminas. Razón para conocer esta dinámica en profundidad, al margen de que la Agencia Americana del Medicamento y la seguridad alimentaria del medicamento, FDA, diferencie claramente entre fármacos y suplementos dietéticos.
Marco regulatorio exigente
Dentro de su actividad regulatoria, la FDA determina requerimientos de notificación, previos a la entrada en el mercado de estos productos suplementarios, con atención a la clasificación de nuevos ingredientes dietéticos (new dietary ingredient, NDI) antes de que sean introducidos en el mercado. Lo que supone un cambio respecto a la normativa sobre este tipo de productos, que data de un acta oficial de 1994.
En la Unión Europea, la primera norma CEN, CEN/TC 453, data de febrero de 2021 y busca prevenir la presencia de sustancias dopantes en la nutrición deportiva y los complementos alimenticios. Denominada como norma libre de estos componentes, establece los requisitos relativos al desarrollo y fabricación de alimentos deportivos y complementos alimenticios, en seguimiento de entidades como la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
Al presente, algunos estados miembros preparan su adopción específica de esta doctrina comunitaria con normas propias dentro de su ordenamiento específico, como Francia (Afnor) y España (UNE). Siempre en la dirección de orientar la producción y comercialización hacia las mejores prácticas industriales. Aunque hasta la fecha, este proyecto goza de mayor desarrollo al Norte de los Pirineos, a diferencia del país, en el que estos productos son legalmente considerados como alimentos de uso corriente y, por lo tanto, no cuentan de momento con legislación específica.
Esquinazo a la fatiga y las lesiones
En el fundamento de la nutrición deportiva está tanto hacer soportable la fatiga como evitar en todo lo posible los riesgos de lesión antes, durante y después del ejercicio más exigente. A la vez que se debe tener presente que cada tipo de deporte y practicante, aficionado o profesional, hace más interesantes unos suplementos u otros.
Pese a lo anterior, puede decirse que existen cinco grandes familias de suplementos para el deportista, como son los complejos multivitamínicos que permiten empezar el día con energía, por su aporte de vitaminas y minerales para afrontar cada jornada de entrenamiento. Seguidamente están los aminoácidos esenciales denominados de cadena ramificada (BCAA), cuya misión es mantener el tejido muscular y un buen nivel de glucógeno muscular, evitando con leucina, isoleucina y valina la degradación de la proteína muscular. Dado que los depósitos de glucógeno muscular suponen la reserva de energía de la que el cuerpo dispone desde que inicia la práctica deportiva, y también son beneficiosos para superar los momentos de sobresfuerzo y también para permitir una mejor recuperación tras el ejercicio.
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