La continuidad es un reto que tienen los farmacéutico por delante, independientemente del ámbito en el que ejerzan. Más aún después del covid-19 y todos los proyectos que ha vapuleado. Es por eso que el Congreso Nacional Farmacéutico, que está teniendo lugar en Sevilla hasta el 22 de septiembre, lo ...
La continuidad es un reto que tienen los farmacéutico por delante, independientemente del ámbito en el que ejerzan. Más aún después del covid-19 y todos los proyectos que ha vapuleado. Es por eso que el Congreso Nacional Farmacéutico, que está teniendo lugar en Sevilla hasta el 22 de septiembre, lo han abordado a través de una mesa debate en la que han estado representados pacientes y farmacéuticos de todos los ámbitos asistenciales.
Como presidenta de la Plataforma de Organización de Pacientes y enferma crónica, Carina Escobar recalca que la continuidad asistencial "es el pilar". Sin embargo, en una encuesta que realizó recientemente la asociación llegaron a la conclusión de que el 64% de los pacientes piensan que los profesionales sanitarios no están bien coordinados, por eso es un aspecto que les preocupa. "Todavía hay mucha brecha entre profesionales, incluido el farmacéutico. La innovación ha venido a cambiar la vida de muchas personas. Podemos vivir más años y con más calidad. Pero también implica una situación mucho más compleja", manifiesta.
En este contexto los pacientes toman una postura de "intentar ayudar, colaborar y demandar de una manera siempre constructiva".
Desde la perspectiva de la administración sanitaria, Antonio López Andrés, director General de Farmacia de la Comunidad Foral de Navarra expone que en España tenemos un sistema de salud bastante bueno en cuanto a universalidad y `caridad´. Pero no deja de ser un sistema muy fragmentado. "A pesar de eso, tenemos farmacéuticos en todos los ámbitos y el medicamento es el único elemento transversal en toda la organización", apunta.
En este momento de transición y de cambios disruptivos, el directivo considera que surge una oportunidad para todos. "Y desde luego desde las administraciones debemos fomentar el papel del farmacéutico en todos los ámbitos. Para eso hacen falta tres cosas fundamentales a su juicio: sistemas de información, así como decisión política de que los farmacéuticos sean protagonistas y la voluntad por parte de los farmacéuticos de implicarse", reflexiona.
Por lo tanto, "tenemos mucho trabajo por hacer", recalca. "Nos tenemos que creer que el paciente es el centro del sistema, metiendo en la ecuación conceptos como la humanización". Asimismo, no le cabe duda de que los farmacéuticos comunitarios tendrán que comunicarse fácilmente con el profesional sanitario a través de elementos de comunicación ágiles y garantistas. Por todo ello concluye que "es un momento que hay que aprovechar".
Un paciente mucho más complejo
Por su parte, María Sanjurjo Sáez, Jefa de servicio del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, cuenta que lleva 42 años como farmacéutica hospitalaria y en esta cuatro décadas ha cambiado totalmente le perfil del paciente.
"Ahora es crónico, complejo, cada vez más anciano y con muchas comorbilidades. Son pacientes que no entienden de ámbitos ni de transiciones asistenciales. Y es en ellas donde los farmacéuticos tenemos un papel absolutamente protagonista, amén de las complejidades de las novedades terapéuticas".
A su modo de ver, "es necesario garantizar una atención farmacéutica integrada e integral, aunque arrastramos desde hace años el handicap de la fragmentación del sistema sanitario". "También tenemos que mirarnos hacia dentro, pues los farmacéuticos somos puntos independientes pero todos hacemos falta", agrega Sanjurjo.
Además, hace hincapié en que hay trabajo para todos. "Es el momento de sentarnos, pedirles a nuestras sociedades y colegios que rememos en la misma dirección. Si no nos ponemos de acuerdo todos habrá otros profesionales sanitarios que demandarán nuestras propias competencias". En este sentido, concluye, "no juguemos a lo de `río revuelto, ganancia de pescadores´. Como decía El Principito, `todo objetivo sin un plan, es un deseo´".
Por último, Ernesto Cervilla Lozano, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cádiz, recuerda que en la farmacia muchas veces hay problemas que se tienen que resolver sobre la marcha. "En España hay 1.000 millones de prescripciones comunitarias, así que por ende tendrá que haber muchas incidencias. Pero el paciente no tiene por qué preocuparse por estos temas tan banales como frecuentes, y sobre los que no tenemos capacidad de resolución".
A juicio de Cervilla, en gran medida estos obstáculos provienen de que hay falta de comunicación con el médico de AP. "Dicha comunicación debe ser rápida, veraz… Y nos gustaría a las farmacias comunitarias una implicación de la administración". Es complicado, remacha, "pero ahí están las recetas electrónicas para demostrar que se puede trabajar sobre ello".
